Capítulo 20: Detrás de las nubes grises está la luz del sol.

1.5K 100 44
                                    


Maldijo.

Maldijo.

Maldijo...

...maldijo muchas veces antes de poder alcanzar las pantuflas que protegían sus pies del piso frio.

Soltó un grito de victoria apenas logró colocarse las pantuflas en el sentido correcto, dejó caer su peso en el cómodo respaldo del sofá, finas gotas de sudor perlaban su frente, su respiración recuperándose poco a poco.

No recordaba que estar embarazado se sintiera así de...difícil.

Se frotó el vientre hinchado, estaba entrando al octavo mes, ¿Cómo había pasado el tiempo tan rápido? El libro que momentos atrás leía estaba a su lado, abierto y con su separador, haciendo pausa en la página dónde se quedó antes de tener que rodar para recuperar sus pantuflas. Ya no quería seguir leyendo, la titánica misión de cubrir sus pies lo dejó agotado, ¿Cómo es que sus pantuflas llegaron tan lejos en primer lugar?

Alzando los pies, y hasta donde le permitía la panza, vio las -totalmente odiadas por todos- zapatillas de color marrón y bordes peludos, el estruendo de su propia risa lo hizo caer de espaldas al recordar la discusión que tuvo con MinHo por ellas. Bueno a nadie le agradaba, kiBum solo arqueaba la ceja cada vez que se las veía en los pies y decía: sin comentarios.

Bueno, podrían no ser las pantuflas más atractivas pero le calentaban los pies y eran suaves como plumas.

Se miró las manos, su argolla dorada brilló con el reflejo de las luces de la sala, sonrió recordando el momento tan significativo de su vida, su mirada cayendo a la repisa delante de él, donde entre las fotos había una de ambos abrazados, el día de la ceremonia.

MinHo y él se habían casado después de tantas cosas vividas, antes se preguntaba porque no lo habían hecho muchos años atrás, pero la respuesta era más simple de lo que esperó:

Ningún momento había sido el adecuado, no hasta ese día.

La puerta de la entrada se abrió, MinHo y SooJin asomándose, su pequeña (que ya no era tan pequeña) vistiendo su uniforme de la escuela, corrió en su encuentro, acunándose entre sus brazos procurando no apretar demasiado.

SooJin estaba alta, le llegaba sobre el ombligo estando de pie, su rostro ovalado y su cabello largo castaño cayéndole sobre la espalda, su hija estaba preciosa y MinHo ya estaba de los nervios pensando en cómo los chicos estarían alrededor de ella como mosquitos.

—Creo que estás exagerando —le había dicho mientras compraban la despensa en el supermercado. Estaban en el pasillo de los cereales.

—No lo estoy...tan solo quiero prever ciertas cosas —TaeMin rodó los ojos, posó una mano sobre la de MinHo mientras empujaba el carrito de compras.

—Tiene diez años —dijo como si no fuera obvio—. Preocúpate en tres o cuatro años más.

MinHo frunció el ceño—. Eso no me consuela.

—Padre sobreprotector —le regañó—, no la presiones, ni ahora ni nunca, al menos no esto de tener novio.

—Lo intentaré —dijo de mala gana.

Y TaeMin río, luego le besó la mejilla.

— ¿Cómo se sienten papi?

Desde que se supo de su embarazo, y que tendrían un niño, SooJin le preguntaba las cosas en plural, "¿Tienen sueño papi?", "Tienen hambre papi?", "quieren un suéter papi?" eso lo llenaba de tanta ternura, a veces le costaba poder retener las lágrimas.

Cuando te encuentreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora