Capítulo 14: Llegaste a mí.

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Si era sincero, se sentía como si esta noche fuera un hombre en espera de una sentencia, o tal vez fuera él quien al final la impusiera. TaeMin lo había acorralado en una esquina...bueno, siendo específico lo acorraló en el marco de la puerta del baño, para que no pudiera escapar de esa tan importante conversación que –por su causa- se pospuso hasta este momento.

También si era sincero, sentía como su estómago se contraía al estar con TaeMin en un espacio cerrado como en ese instante en el auto, aunque esta vez procuró estar totalmente atento en la carretera para evitar algún accidente, no pasaba por alto que su cuerpo reaccionaba a cada movimiento del chico, sobre todo cuando se pasaba mechones de cabello detrás de la oreja. Ese simple gesto era algo que le encantaba, maldita sea, lo encendía. No sabía si lo estaba haciendo ah propósito, pero hizo lo humanamente posible para seguir manejando y no dejar el volante para tratar de alcanzarlo.

¿En serio MinHo? ¿Estás pensando en acorralar a TaeMin en el auto aún si ese significara soltar el volante?

Bueno, tal vez si me estaciono...

Su cuerpo entero se sacudió para alejar ese pensamiento.

— ¿Estás bien?

MinHo apretó el volante para no girar en ese instante. Sus ojos se concentraron en la fila de autos delante de él.

—Sí —no necesitó voltear para saber que TaeMin estaba evaluando su respuesta. Podía sentir sus ojos yendo de arriba abajo sobre su cuerpo. Pensó que le diría algo, pero no lo hizo, se sumergieron de nuevo en el silencio.

TaeMin simplemente se concentró en lo que estaba detrás de la ventanilla. MinHo estaba más impaciente a cada segundo y ese silencio no ayudaba en absoluto, la idea de que el castaño estuviera arrepintiéndose de tener esa charla le llegó como una posible escapada, pero cuando se detuvo frente al edificio de departamentos y TaeMin se bajó esperando por él, supo que no podía evitar lo inevitable.

Bajó del auto resignado y molesto consigo mismo por ser tan cobarde, nunca en su vida había actuado de esa manera, pero ahora, estaba francamente asustado de estar en la misma habitación que TaeMin. Lo que pasara, las decisiones que tomaran...harían cambiar sus vidas, y también pudieran no hacerlo.

La caminata al edificio y dentro del elevador fue demasiado corto, no supo si estar agradecido o enojado, en minutos, estaban en la puerta correcta, entrando a ese pequeño departamento. Un espacio reducido, dónde estaban ellos dos solos.

—Por favor, ponte cómodo —TaeMin no se veía molesto como lo estuvo en el trayecto hacia ahí, parecía nervioso, bueno de alguna manera le alegraba no ser el único que se sentía así.

—Sí...claro.

Lo vio irse por el pasillo que conectaba con la cocina, sin saber exactamente qué hacer para "ponerse cómodo", dio una vuelta de ida y una de regreso en su lugar, decidiendo en cual sillón sentarse. Rodó los ojos para sí mismo por actuar como tonto. Se quitó el abrigo y lo dejó sobre el sofá donde se sentó. Se encorvó, entrelazando los dedos y sus codos apoyándose en sus piernas.

Su mirada fue a las repisas, encontrando varias fotos en las que podía distinguir a SooJin cuando era bebé, es decir, cuando era aún más bebé. Se levantó yendo directo hacia la repisa, pensó en entretenerse con eso mientras TaeMin regresaba. Habían bastantes fotos de TaeMin y SooJin en varios lugares, en todas ellas el castaño sonreía, cualquiera diría que estaba completamente feliz, pero por alguna razón sintió que sus sonrisas no eran totalmente sinceras.

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