Capítulo 11: Confianza.

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Egoísta, malo...perturbador.

TaeMin no encontraba las palabras adecuadas para describir el cómo se sentía estar tan lejos y tan cerca de MinHo, mirarlo a través de un cristal con lo elegante y excesivamente sexy que se veía en su camisa y pantalones entallados, no estaba ayudándolo a concentrarse.

No es justo. Frunció el ceño.

En realidad no era malo que MinHo tuviera esa condición física, el problema es que nunca pudo resistirse a ello, eso fue lo que cuando era jóvenes, en primer lugar, lo llevó a ser el primero en proponer lo de ser amigos con derechos.

¡Dios santo! Era una oficina, como demonios se las arreglaba para parecer que estaba en una agencia de modelaje en vez de una compañía disquera. Y las miradas que las demás personas le daban al moreno eran otra cosa que lo molestaba, hombres o mujeres, se lo comían con los ojos. Bien, no iba a engañarse, siempre fue un tanto posesivo, pero antes nunca fue un problema, porque estaba seguro que nada lograría separarlos.

Hasta que metí la pata y estropee todo.

Desvió la mirada de la figura de MinHo unos instantes para dejarla sobre sus blancas manos, sabía que si quería una relación con él, tenía que ser absoluta y totalmente honesto. Pero estaba muriéndose de miedo, tenía las de perder, MinHo...él podía no creerle, y no lo culparía.

Pero es necesario.

Cuando la sombra de alguien se posó sobre su rostro palideció, su primer día en la coma'ñia no debía comenzar así, era una persona responsable, nunca había tenido problemas en sus otros trabajos, ¡rayos! No debía tenerlos ahora mismo.

—Señor Lee —el toqueteó de la zapatilla en el piso le erizó la piel. Cuando miró a la encargada del curso de capacitación sonrió un poco nervioso—. Le recuerdo que esta no es la escuela, no es un adolescente en su primer año, está a punto tomar su vida laboral, así que por favor ponga atención.

¿Podría alguien tan atractiva como ella mirar como si fuera a lanzar fuego por la boca?, si esta persona podía.

—Lo lamento, no volverá a ocurrir —dijo sinceramente apenado.

L a chica lo miró de arriba abajo. Aunque era un poco baja, su mirada y presencia la hacían verse inmensa, con poder y muy inteligente. De cierta manera, intimidante.

—Tengo entendido —se cruzó de brazos—, que alguien muy cercano al señor Jonghyun lo recomendó.

Ese comentario fue innecesario, sobre todo cuando había un par de personas más en la habitación que como él eran nuevos empleados. No planeaba que en su primer día tendría que soportar este tipo de situaciones incómodas.

—Será mejor que se concentre, no quiero mandar un reporte negativo de alguien que ni siquiera ha comenzado realmente a trabajar en la compañía.

—Discúlpeme.

Los ya felinos ojos de la chica, se ensancharon todavía más a dedicarle una mirada de advertencia, el castaño no dijo nada, ¿qué podía decir? Había hecho mal en distraerse, pero es que al ver a MinHo caminar por el pasillo no pudo evitar apartar la mirada de la instructora y sentir que debía correr hacia él. La visón de MinHo, era la de un hombre joven exitoso, fresco...imparable.

Dios, ¿era tan malo querer a alguien así? No había realmente comenzado a trabajar y ya estaba causando problemas, así que tenía que calmarse fuera como fuera; a pesar de la aparente admiración también sentía un poco de envidia, sus vidas habían cambiado tanto que dolía, TaeMin se preguntó cómo sería su vida si no hubiera obligado a MinHo a irse.

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