Capítulo 17: En realidad nunca te fuiste.

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MinHo podía decir que no tenía enemigos, con excepción de cierta persona, la cual fue causante de su separación con el amor de su vida...bien, si no lo contamos, entonces él no tiene enemigos que planeen venganzas o cosas por el estilo.

No se consideraba así mismo un temerario pero tampoco un cobarde, siempre procuraba ser respetuoso, en el trabajo, con la familia, con los amigos y sus familias...pero siempre que tenía que ir a esa casa tenía que tomar respiraciones profundas para no gritarle a la cabeza dela familia lo injusto que era con su propio hijo.

LuHan no era un hermano de sangre, pero era el hijo de uno de los amigos respetables de su padre. Él siempre supo que los hombres no eran exactamente así como viejos amigos o camaradas, quizás los años y las experiencias les ayudaron a conservar el respeto por ambas familias.

La familia de MinHo si bien no fue ni era perfecta, tampoco fue disfuncional, así que hacia todo lo posible por ser amable y condescendiente con LuHan, porque tener un padre tan estricto como el que él tenía seguramente no significaba una infancia feliz.

Pero todo eran suposiciones suyas.

Por eso, aunque LuHan solía ser un dolor en el trasero, sabía que no era un mal chico y por eso lo mantenía cerca de los Choi, donde era bien recibido y llenado de tanto amor que podría vomitarlo. La razón de este viaje no era solo por esto, LuHan haría una visita corta a su padre y madre, él tenía que hablar con sus padres de un tema de suma importancia.

Miró de reojo a un LuHan meditabundo en el asiento trasero del auto, hasta la noche anterior estaba igual de fastidioso que siempre, pero hoy en la mañana cuando partieron de Seúl a Jeonju ha tenido esa misma deprimida expresión que trataba de ocultar a toda costa.

Como si fuera tan tonto para no notarlo.

MinHo desvió la mirada hacia su hermanos mayor, su expresión relajada de siempre y ansioso por llegar a casa.

—Estás demasiado feliz, me das miedo —rompió el silencio, lo que hizo que LuHan les prestara atención y una sonrisa empezara a formarse de sus labios.

Bien, al menos ahora esta distraído con algo más que su padre controlador.

—A mí me sorprende que tú no lo estés, hace mucho que no vemos a nuestros padres.

—Tú siempre has sido el consentido, ¿qué caso tiene emocionarme?

—Aww mi pequeño hermano esta celoso —dijo quitando una mano del volante para revolverle el cabello. MinHo le dio un manotazo y su ceño fruncido.

—No empieces hyung.

—Nadie te va a ignorar MinHo, además estando el pequeño LuHan con nosotros nuestros padres incluso me desaparecerán a mí.

MinHo notó como las mejillas de LuHan se coloraban ligeramente y no dejaba de sonreír, se alegraba de que MinSeok también fuera consciente del asunto de LuHan y sus padres.

—Estoy ansioso por ver a sus padres —se acercó hasta sostenerse del asiento de MinSeok, su pequeña cabeza asomándose entre ellos—. Seguro hay comida deliciosa esperando en la mesa.

—Listillo —MinHo le sacudió el cabello tal cual lo hizo su hermano con él—. Eres un aprovechado.

Los ojos claros de LuHan lo fulminan y un puchero bastante infantil en sus labios los hace reír.

—Míralo, tan lindo —la voz tonta de su hermano logró que el chico se sonrojara aún más.

Siguieron así el resto del trayecto, todo era risas y juegos, una hora más tarde, todos bajaban del auto, estirando las piernas y más relajados, el sol se estaba poniendo.

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