—¿Algo que se te ocurra? —parecía que no dejaría de insistir y buscara respuestas.

—No me gusta entablar una conversacion mientras manejo Tyler —mencione apretando el volante de mi auto de manera un tanto nerviosa.

—Solo son preguntas —defendió.

—Pues no lo sé —respondí—: Sólo sé que le gustaba la aventura —me encogi de hombros—.Tal vez tomó un rumbo distinto —estacione el auto. Tyler fue el primero en bajar—. ¿Cómo le digo que mi hermano atravesó su mano sobre el pecho de su tío y arranco su corazón? —mire por el retrovisor a Caroline, está sólo encogió un poco los hombros al no saber la respuesta a mi petición de ayuda.

—Tal vez se detuvo en algun lugar —menciono la rubia apoyándome un poco en ocultar la verdad—. ¿No es algo que Mason haría?

—Tal vez —dijo Tyler sin muchos ánimos—, pero Jules dijo que hubiera llamado.

—Igual y no quería hacerlo —mencioné—. Perderse por un momento. La muerte de su único hermano lo pudo haber afectado. Cada quien reaccionamos diferente a la pérdida de quien amamos.

—Como sea —suspiró—. Hay que hacerlo —asentimos y caminamos hacia la tumba.

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Tyler acomodaba cadenas por el lugar mientras Caroline solo lo veía atenta y yo miraba los seguros de las cadenas.

—Dime que trajiste el instrutivo —mencionó la rubia.

—Dime que trajiste matalobos —respondió Tyler.

—Si —contesto ella sacando lo requerido—. No es fácil de conseguir. Aquí esta —entregó ella. Tyler lo tomó con su mano sin protección alguna llevándose una quemada instantánea.

—Traigo botellas de agua —menciono Tyler yendo a su mochila—. Hay que mezclarlo.

—Claro —la rubia tomo la planta para mezclarla con el agua embotellada.

—El de la ferreteria dijo que aguantaria dos tonelas o mas —mencionó Tyler refiriendose a las cadenas, pues este la jalaba un poco.

—¿Y cuánto puede cargar un licantropo? —preguntó Caroline.

—No tengo idea —contesto Tyler, camine hacia una cadena, pues si bien, las cadenas resistian el jalar de Tyler, Tyler seguía siendo un humano todavia, nada comparado con la fuerza de un lobo. Tomé la cadena que instalo hace unos segundo y esta volo como si nada

—Esta está floja —Tyler giró a verme mientras yo tenía la cadena en mi mano—. Hay que ejercer más presión.

—Oye Tyler —mencionó Car—: ¿Cómo te sientes?

—Sigo humano —contestó sarcástico.

—Ay Dios —pronuncio Caroline—. No te desnudes —gire a ver a Tyler, el cual se encontraba sin playera, después mi vista fue hacía Caroline quien cubría sus ojos evitando ver al chico con nosotras.

—Que buen cuepo lobito —mencione mirándolo de arriba abajo con una sonrisa torcida y divertida al mismo tiempo. Tyler me guiño el ojo de manera coqueta—. Caroline por favor —me coloqué frente a ella—. No me digas que sigues siendo virgen.

La rubia tan solo abrió los ojos mirándome con esa típica mirada de querer asesinar.

—Gracias Ana —respondió el casi perro salvaje de Luna llena—. Y es licra Caroline, si no ¿que me pongo? Eso de Hulk con los pantalones es un cuento.

Caroline volvió a girar su rostro apenada. Le di una mirada divertida y lleve mis dedos a mis labios dejando un beso, como degustando algo sabroso.

La Tercera Salvatore - Libro I [En edición]Where stories live. Discover now