2. Nuevo vampiro.

5.3K 310 8
                                    

—Bueno —conteste el celular sin ver quien era. Con voz somnolienta y los ojos cerrados, apenas y se entendía lo qué salió de mi boca.

—¿Mal momento? —preguntaron del otro lado de la línea telefónica.

—No, no. Estaba durmiendo eso es todo —tome asiento en mi cama aún con todas las cobijas encima de mi cuerpo—. ¿Cómo estás?

—Muy bien, gracias —aquella tranquilidad en la voz logró sacarme una pequeña risita—. ¿Cómo estás tú?

—Quiero irme de aquí cuanto antes —anuncie. Deje caer mi cuerpo de espaldas en el colchón hundiéndome entre mis almohadas.

—Eso no suena bien —acordó soltando una risa.

—No, no lo es. Creo que tengo más problemas con mi familia de los que tenía con ustedes —suspire de manera dramática—. Elena. Mis hermanos y ahora llegan más problemas. Parecen nunca acabar.

—¿Que problemas? Sabes que te puedo ayudar siempre en lo que necesites.

—Problemas sin importancia. Gracias —agradecí por el ofrecimiento de su ayuda—. Pero no importa seguiré como siempre, adelante. Fue lo que me enseño alguien una vez.

—Así es —mencionó seguro.

—Te extraño demasiado —solté sin más.

—Y yo a ti, pero te veré pronto.

—¿Cómo lo sabes? —volví a sentarme en mi cama.

—Lo presiento —negué de manera divertida con una sonrisa.

—Eso me alegra en verdad. Casi lo olvido —mencione recordando lo que había pasado—. Alguien amenazo con venir.

—¡¿Qué?!

—Si. Tal como lo escuchas —asentí a mi propia respuesta—. ¡Oh! También. Por poco y te quedas sin mí para siempre. Estuve a punto de morir.

—¿Qué? ¿Cómo?

—Un invento de brujas —comencé a explicar—. No me pasó nada más allá que un horrible dolor de cabeza, pero a mi hermano no le fue tan bien y casi morimos calcinados por ir en su ayuda. Odio a las brujas con todo mi corazón.

—Ellas te dieron poder —recordó.

—Cierto. Entonces solo a una bruja —solté una pequeña risita—. Me alegra poder hablar con alguien. Así. Sin secretos ni nada, solo con la verdad y ya.

—¿Estas bien? —de nuevo su preocupación se hizo evidente.

—Si. Ya te lo dije.

—Ana debo irme.

—Claro, cuídate.

—Tu más por favor.

—Por supuesto.

^^^

La feria de la escuela, esta linda, pero le hace falta el toque de Caroline. Juegos por aquí juegos por allá, pero lo mío son las cosas rudas así que allá voy.

—¿Espiando a la gente? —me posicione a lado de mis hermanos. Ellos parecían muy entretenidos mirando algo.

—Para nada —hablo Damon—. Solo viendo a tu pretendiente —lo mire mal.

—Tyler y yo somos amigos, pero claro, tú que vas a saber de amistad —sonreí.

—Es fuerte —comentó Stefan.

La Tercera Salvatore - Libro I [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora