¿Y si te encuentro? - CAMREN

Epílogo. Parte #2

Es un cierre para esta etapa, para esta historia,

Ha sido maravilloso todo, de verdad, tuve lecturas que jamás pensé lograría y todo es gracias a ustedes.

Ni escribiendo mil capítulos. No. Ni escribiendo mil historias podría llegar a expresar la alegría que siento ahora mismo. Son grandiosos.

Les dejó la segunda parte del epílogo y espero les guste.

******

Una castaña despertaba y se estiraba para alcanzar a la ojiverde al otro lado de la cama, pero no la encontró.

Abrió los ojos y frunció el ceño confundida hasta que escuchó la ducha tirar agua y sonrió, no la había sentido despertarse.

Habían pasado un tiempo desde que había pasado el incidente y desde que Lauren había despertado. Ella seguía en recuperación, pero había insistido mucho en que quería compartir la habitación con Camila porque necesitaba que le explicara muchas cosas, pero por supuesto que fueron verdades a medias.

Lauren no recordaba nada de lo sucedido, sus únicos recuerdos eran hasta antes de su audición; pero, había uno más, uno que nunca había sucedido en esa línea y era la forma en que Lauren había conocido a Camila en un supermercado.

La morena sabía esa historia por las veces en que le pedía a Lauren que le contara historias de su vida lejos de la fama en la otra línea; sin embargo, no lo confesaría nunca, era algo que guardaría toda su vida para ella.

Camila viviría sabiendo que Lauren de alguna manera había logrado quedarse a su lado, aunque todo lo que pasara hubiese sido borrado de su mente. No quiso pensar en los motivos, sólo decidió respetar al Universo, ya mucho se habían enredado las cosas desde el momento en que se cambiaron los papeles. Todo había cambiado.

No se dio cuenta cuánto tiempo estuvo pensando, pero reaccionó cuando Lauren abrió la puerta de la ducha y salió vestida con un short ligero y una playera ancha, no llevaba sostén y su cabello caía húmedo por sus hombros.

- Buenos días, Camz. – sonrió con dulzura. – No quise despertarte.

- Está bien, Lern. – correspondió la sonrisa y suspiró.

Habían decidido posponer su relación, dado a lo confuso que fue para Lauren no recordar nada, pero los sentimientos existían y eso no lo podían negar.

- ¿Cómo dormiste? – preguntó Lauren dejándola de ver, porque juraba que podía perderse en esos ojos.

- Bastante bien. – reconoció y sonrió. – ¿Y tú?

- Eres como un koala mientras duermes. – Camila se alarmó.

- Dios mío, ¿te lastimé? – se llevó la mano a los labios y Lauren rio.

- No, para nada. – la tranquilizó. – Eres muy cómoda.

- Lo siento. – dijo y Lauren la miró confundida.

- ¿Por ser cómoda?

- No, boba. – rio. – Por no poderme alejar de ti ni dormida.

- Oh... - Lauren se sonrojó y se mordió el labio.

- Lo siento. – Camila bajó la mirada. – No debería decir esas cosas así como así, sé que es confuso.

- No, no... - la detuvo. – Realmente no me lo pones fácil. – suspiró. – Eres muy guapa, sexy, dulce, interesante, divertida, inteligente, talentosa y haces latir como loco mi corazón. – era lo más profundo que Lauren había confesado. – Pero siento que no he hecho nada todavía para merecerlo.