Capítulo #2

1K 67 8
                                    


Habían pasado algunos días, Camila se encontraba mejor, al tercer día había dejado de comer helado en el desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Ahora sólo comía en su merienda y después de la cena. Sofi la acompañaba con la golosina mientras veían alguna película, juntas.

Sinu y Alejandro le abastecían el congelador cada dos días porque así solía ser cada vez que su hija decaía en su ánimo. Ella generalmente sonreía, jugaba y gustaba de hacer chistes bastantes malos, pero también tenía los días malos de cualquier adolescente, especialmente cuando sufría rechazo de algunos compañeros en el colegio, pero ahora sería diferente cuando ella comenzara a cursar la preparatoria. Se volvía mayor pero eso no quitaba algunas manías que había tomado en su crecimiento, relacionaba la tristeza con falta de azúcar y así lograba sentir más deseos de helado que de llorar, así superaba de una forma más sencilla el dolor y pasando un pequeño tiempo se recuperaba.

Pero no sólo comía helado hasta saciarse y veía películas con su hermana. Mientras estaban juntas frente al televisor también parecía hacer una búsqueda inquietante por internet. Camila estaba obsesionada con la computadora y se veía claramente malhumorada cuando dejaba de buscar, aparentemente sin obtener éxito en lo que sea que se tuviera entre manos. Sus padres comenzaban a cuestionarse, pero la dejaban ser y le daban espacio también, confiando que pronto se le pasaría.

- Hija. – Sinu llamó la atención de Camila, mientras entraba a la sala de su casa, donde estaba enrollada con Sofía en una cobija. - ¿Me acompañarías a hacer algunas compras al súper? Creo que deberías salir a tomar un poco de sol.

- ¡Estamos a media película! – protestó Camila. – Digo, ya sé de memoria que en ésta parte de "Ice age 2" los buitres cantan "Festiiiin celestiaaaaal" dijo entonada y melódicamente, callándose inmediatamente, recordándose no cantar de nuevo. – ¡No puedes llevarme!

- Contaré hasta 3 para que te levantes y vayas a vestirte.

- Mamá, ¿no crees que ya estoy mayor? – dijo mientras Sinu la miró con una mezcla de molestia e ironía, señalando luego con su mano del helado a la tele mostrando lo evidente.

- 1... - comenzó cuando Camila no se movió.

- Oh, vamos mamá, ¿en serio?

- 2...

- ¡De aquí no me levantas ni en grúa!

________

- ¿Entonces qué vamos a comprar? – preguntó Camila llevando el carrito del súper con una expresión aburrida en la cara.

- Necesitamos la despensa de la semana, ya que te dedicaste a acabar con todo lo que teníamos. – dijo girando en el siguiente pasillo.

- ¿Y tenemos que ir de corredor en corredor buscando?

- Sí. – dijo sin más.

- ¿Por qué? – preguntó intentando salir del aburrimiento.

- Porque así no se me escapa nada.

- ¿Y por qué? – comenzó con una sonrisa, mientras su madre volteaba verla fija, sin expresión en su cara.

- Porque no querrás que me falte accidentalmente tu bote de nutella o tus plátanos. – contestó tranquilamente.

Decidió no preguntar de nuevo, cuando de pronto una risa la envolvió, enseguida de una voz ronca que se escuchó detrás de ella.

- Bien hecho.

¿Y si te encuentro? - CAMRENOnde as histórias ganham vida. Descobre agora