Extra 3.

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Después de la graduación, todo había sido distinto para Ismael. Pasó de ser uno de los chicos populares, a simplemente una persona común y corriente, que nadie prestaba atención y que usualmente era repelida por todos.

Al principio creyó que sólo era una racha de mala suerte y que pronto pasaría, pero eso nunca ocurrió, de hecho siguieron cosas peores. Su padre había quedado en banca rota y toda su fortuna se había perdido, tuvieron que cambiarse a una casa mucho más económica que la gran "mansión" en la que vivían y lo peor de todo, se vio en la necesidad de comenzar a trabajar aunque no era su principal meta en la vida. Contaba con ser mantenido por su padre hasta el final de sus días, pero ahora todo había cambiado y no para bien.

Primero estuvo en un súper mercado siendo un cajero, aprendió bastante rápido la verdad. Pero con el pasar de los días, el trabajo se hacía mucho más pesado, su irritabilidad aumentaba y llegó el día en que sin querer simplemente ya no soportó más y terminó gritándole a un cliente hasta de lo que se iba a morir. El gerente al enterarse no dudó en despedirlo.

Su segundo trabajo consistió en atender una heladería. Muy bien, un trabajo mucho más fácil, pero a la vez humillante para él. Terminó harto de todos los niños que visitaban el local y no callaban su boca ni un instante, así que renunció.

Ahora se encontraba por su tercer trabajo, el cual al menos era mejor pagado, a pesar de que era muy pesado. Con ese dinero podía mantener su casa y pagar algunas cuentas junto a su padre. Una de las cosas malas era que era mesero en un bar y algunos clientes solían pasarse mucho de copas y gritarle groserías o perversidades. Aún así lo aguantaba por el bien de su casa.


Faltaban aproximadamente 15 minutos para que su turno terminará por fin, estaba totalmente asqueado del olor a alcohol y cigarrillo que el lugar impregnaba, y lo único que quería en ese momento era volver a casa y darse una ducha de agua caliente.
Terminó de servir sus últimos tragos, y en cuanto estuvo por alejarse la mesa, un viejo asqueroso lo tomó por la cintura acercándolo a él mientras le decía cosas obscenas al oído. Ismael sintió ganas de vomitar y miedo al mismo tiempo, el tipo era notablemente más grande y fuerte que él ,y por más que intentaba zafarse de su agarre no lo lograba.
El viejo estuvo a punto de besar su cuello, pero Ismael logró removerse y evitarlo. El tipo indignado movió su brazo esperando una bofetada pero el golpe nunca llegó.

Una persona de estatura promedio detuvo el fuerte brazo de el tipo y le dio un empujón, haciéndolo perder el equilibrio y caer. Después de todo estaba demasiado ebrio para darse cuenta.
El ruido alarmó a algunas personas, y el gerente se acercó hasta la escena.

ㅡ ¿Qué mierda está pasando aquí? ¿De nuevo estas causando escándalo, Ismael? ㅡ Ismael se encogió a si mismo ante los gritos ajenos. Esa era su verdadera forma, un chico tímido. No pudo siquiera dirigirle la mirada.

ㅡ Disculpe señor, pero no ha sido él. Este hombre de aquí lo estaba tocando.- Recriminó aquella persona que lo había defendido y ayudado, pero el gerente parecía ni siquiera prestarle atención.

ㅡ Estás despedido, Ismael. Ahora lárgate.ㅡ El mencionado abrió sus ojos pero no tuvo el valor de recriminarle nada. Simplemente fue por sus cosas y salió de él local casi con lágrimas en los ojos.

Caminaba a prisa, maldiciendose por no haber llevado algún abrigo pues la noche estaba más fría de lo normal. A la esquina de la calle simplemente ya no aguantó y se largó a llorar como si fuera un niño pequeño, hacia años que no lloraba y verdaderamente lo necesitaba.

¿Por qué la vida estaba siendo tan injusta con él? ¿Por qué no podía simplemente mantener un trabajo estable más de un mes? Necesitaba el dinero, si no fuera por eso no siquiera se dignaría a aparecer en ese barrio que por cierto era todo lo contrario a su antiguo vecindario. Mucho más peligroso y no privado.

It's Just A Game ; RubelangelOù les histoires vivent. Découvrez maintenant