Capítulo 14 1/2

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Rubén caminaba junto a Christian, quien nuevamente se había salido con la suya y lo había tomado de la cintura muy a su pesar. El noruego fingía estar bien con ello, pero siendo sinceros no era nada agradable.

Durante el camino comenzó a pensar en si era correcto lo que hacía con Christian. El no merecía ser tratado mal después de haberle ayudado a olvidar o al menos, intentar olvidar a Miguel. Por un momento creyó haberse enamorado de ese tío, pero su amor por Mangel iba más allá. Después de la cita había decidido terminar su relación, prefería eso a seguir lastimándolo o a romperle el corazón en un futuro. Christian era un chico comprensivo, probablemente lo entendería.

Ya en el cine, ambos compraron palomitas y entraron a una película "romántica" aunque Rubius quería ver aquel estreno de Marvel, pero Christian ni siquiera estaba familiarizado con el tema de los comics. El decía que era demasiado aburrido. A Rubén no le sorprendió, todos decían lo mismo, excepto su grupo de amigos.

Durante la película, Christian intentó acercarse al noruego de otra forma, pero por supuesto Rubius se apartaba lo más posible.
Desde hace tiempo Christian había querido tener algo más con Rubén, pero este le decía que no se sentía preparado para ello. Muy en el fondo no quería tener nada de ese tipo de acercamientos con el, no lo sentía correcto ni mucho menos cómodo.

Christian llevo una mano hasta la pierna de Rubén y este la apartó, pero un fuerte agarre le hizo sacar un gemido de dolor, y entonces observó a su "novio" incrédulo.

-¿Qué coño crees que haces?- Cuando logró apartarse, se levantó de su asiento y decidió salir de la sala sin mirar atrás. Tenía un mal presentimiento y quería alejarse del más alto a como diera lugar.

Cuando estuvo fuera del cine, sacó el móvil para llamar a Alex, no quería que Christian se ofreciera a llevarlo a casa, no después de lo ocurrido. Su mejor amigo no respondía, y Rubén sentía la desesperación en el.

-¿Qué haces, Rubén? ¿Piensas irte así sin más? Eres mi novio, es normal que quiera tocarte.- Christian apareció por detrás suya, haciéndolo girarse y sobre saltarse un poco. Christian tenía una mirada de enojo tan fácil de notar.

-No quiero que me toques de esa forma. Te lo he dicho ya.- Rubén mantenía el móvil en si oreja, esperando que su amigo respondiera, pero este seguía sin hacerlo. Decidió buscar el contacto de Cheeto, el novio de su amigo, seguro el contestaría. -Escucha, Christian... Creo que no estamos funcionando. Cheeto, necesito que vengas por mi, te explico luego.- Comentó cuando el sonido de tono terminó, comenzando la llamada.

Christian rió amargo, sin quitarle la vista de encima.

-No, querido Rubén. Aquí el único que no está funcionando eres tú.- Rubén no entendió aquel comentario, y escuchó la voz a través de su teléfono, preguntándole su ubicación, pero cuando estuvo por responder, Christian se acercó hasta él. -Pero te voy a hacer funcionar.

Seguido de ello, lo jaló del brazo hasta llevarlo a un lugar apartado. Rubén intentó zafarse del agarre pero le era imposible.

-Cheeto, ayúdame joder..- fue lo último que dijo pues Christian le quitó el móvil y lo lanzó lejos.

Y fue lo último que Abraham había escuchado.

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-¡Rubiuh! Joder, ¿Me escuchas? Algo está mal.- Dijo Abraham observando a su novio y a su amigo, Mangel, a quien después de rogarle lo habían convencido de salir de casa por lo menos a cenar.

-¿Qué le pasa a Rubén?- Saltó de su asiento Mangel, preocupándose al ver la cara de angustia de su mejor amigo. Alex se puso igual, estaban hablando de su mejor amigo.

-Me dijo que necesitaba que fuera por él, pero una voz le dijo algo extraño y no pudo decirme su ubicación. Después me gritó que le ayudará y la llamada se cortó.-

Miguel abrió los ojos y salió del restaurante lo más rápido posible, seguido de sus amigos, pero al darse cuenta de que no sabía a dónde tenían que ir exactamente, llevó ambas manos a su cabeza con angustia.

-Joder... ¡Joder! Alex, ¿Sabes donde puede estar Rubén ahora?- el mencionado, bastante nervioso se puso a pensar, entonces recordó lo que Christian había dicho horas antes.

-Iba... Iba a ir al cine con Christian, o algo así.-

-La voz del otro lado se escuchaba como la de Christian.- Mencionó Abraham como si el dato fuese relevante. Pero claro que lo era, todo al respecto en ese momento era de mucha relevancia.

-Ese hijo de puta, si le hace algo voy a matarlo.-

Los tres subieron al auto de Cheeto, y se dirigieron hasta el cine que normalmente era el más concurrido, además que el favorito de Rubén. Miguel y él ya habían ido antes a ese lugar.

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-Déjame en paz, te lo suplico.- lloriqueaba Rubén, manoteando y evitando que Christian siguiera jalándolo.

En un momento el más alto se detuvo y sin que el noruego lo esperara, dio un fuerte golpe en su mejilla, haciendo lloriquear aún con más fuerza.

-Cállate la puta boca, Rubén. ¿Sabes cuantas veces he tenido que reprimirme para tocarte? Solo porque el puto friki no está listo. No me importa si no estás listo, voy a hacerte mío de todas formas.-

En ese momento, Rubén supo que no había escapatoria. Y se venció al miedo que todo le provocaba.

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