Capítulo 15 1/2

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La canción no tiene nada que ver, sólo que me gusta mucho xd
Si no quieren , no la escuchen¿?


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Por fin las clases habían concluido de forma oficial. Rubén como siempre había obtenido excelentes notas, y Miguel con suerte pasó todas sus materias con un ocho. Alex al igual que Abraham habían concluido sus estudios también, mientras que Willy, Celia e Irina se preparaban para sus últimos seis meses en ese lugar.

Después del incidente del cine, la policía llegó al hospital y  había arrestado a Christian por intento de violación y uso de violencia, además que se había resistido golpeando a un oficial también, lo cual aumentó aún más sus cargos contra la justicia. Su caso aún estaba en la corte, pero era más que seguro que terminaría en la cárcel, después de todo era lo que realmente se merecía. Miguel había pagado el abogado de Rubén con tal de ver refundido en la cárcel a ese estúpido humano que había intentado abusar del amor de su vida.

Rubén no podía creer que después de mucho tiempo, por fin estaba con aquel traje negro para la ocasión, encima su toga y su birrete, a un lado del chico con el que estaba seguro quería pasar el resto de su vida. Miguel se sentía excelente por que al final sus esfuerzos de último minuto habían válido la pena, y aunque sus padres no se encontraban en ese momento tan especial para él, con la presencia de Rubén y su abuela era suficiente. Sí, había llamado a su abuela quien con gusto aceptó ir a acompañarlo a esa ceremonia.

Poco a poco el director de la escuela fue llamando por el micrófono a los alumnos uno por uno para recibir su diploma y felicitarlos por su gran esfuerzo. Rubén observaba como cada integrante de su generación pasaba con una sonrisa en sus labios, pero cuando pasó su amigo Alex su sonrisa se hizo incluso más grande y comenzó a aplaudir y a gritar, al igual que Miguel con Abraham.

Pronto mencionaron el nombre de Miguel y Rubén no pudo sentirse más orgulloso de su ahora, nuevamente, novio. Después de todo lo que había hecho por él, sin dudas lo había perdonado. Antes de que este se levantara, se acercó a besar sus labios mientras dejaba una caricia en su mejilla.

- Me siento orgulloso de ti, cariño.- Miguel sonrió bastante amplio dejando un beso más sobre los labios del noruego, y se levantó con prisa para acercarse hasta el escenario y recibir su diploma.

Rubén aplaudió manteniendo la sonrisa de completa alegría, y rió al notar lo nervioso que el menor se veía agradeciendo y saludando a todas las personas que se encontraban ahí.

Antes de que Miguel pudiese llegar nuevamente a su asiento, Rubén fue llamado y se levantó con una gran sonrisa. A lo lejos pudo ver a su mejor amigo, Alex y su novio Abraham, aplaudir con energía y gritar un par de cosas que a esa distancia no entendía muy bien. Por otro lado estaba su madre, quien llevaba un elegante vestido y no podía dejar de llorar de la emoción, junto con su padrastro y su hermana pequeña. Y antes de subir al escenario notó a Miguel parado al final de este, aplaudiendo y con una sonrisa también. Se notaba su orgullo por él.

El noruego se acercó hasta el director y este le felicitó entregándole su diploma y tomando una foto, así con todos los presentes.

Pronto la ceremonia dio por terminado, y después del típico lanzamiento de birretes hacia el cielo, todos comenzaron a irse. Probablemente preparándose para el baile que venía ahora.

Rubén y Miguel caminaron de la mano hasta donde se encontraba la familia de Rubén, junto a la abuela del andaluz.

- Felicidades, me siento muy orgullosa por ustedes.- Bente, la madre del noruego abrazó a ambos. Obviamente ya sabía de la relación que mantenían, puesto Miguel insistió en conocerlos para demostrarle a Rubén que iba muy enserio en su nueva oportunidad. - Miguel, ¿Te gustaría venir a comer con nosotros? Su baile es hasta las 9:00p.m, tienen tiempo de sobra.

Cuando Miguel estuvo por responder, observó a una pareja que se acercaba a las espaldas de la madre de su novio. Eran sus padres, ambos con una gran sonrisa. Miguel, primero se desconcertó, pero una sonrisa se dibujó en su rostro. Se acercó hasta ellos y abrazó a su madre con fuerza.

- Creí que no vendrían.- Murmuró, realmente impresionado por la presencia de sus padres.

- No podíamos perdernos la graduación de nuestro hijo.- Dijo su madre, devolviéndole el abrazo. A lo lejos la familia de Rubén observaba todo sonriente. Al igual que el noruego.

- No hemos sido los mejores padres, Miguel, y lo sabemos. Pero de ahora en adelante queremos hacer las cosas bien. No queremos perder a nuestro hijo. - Habló está vez su padre dando unas palmadas en su espalda. - Nos han dado un trabajo fijo aquí en Madrid, por lo que ya no habrá más viajes, a menos que sean familiares. - Todos rieron, y Miguel abrazó a su padre fuertemente. Lo había necesitado tanto en los días anteriores, que no perdería la oportunidad de pasar tiempo con él, y su madre. - Por cierto, debes presentarnos a tu novio.- El andaluz asintió y llamó a Rubén con la mano, quien se sorprendió pero caminó hasta ellos, con sus padres a se espalda, acercándose para saludar también.

Rubén llegó hasta un lado del menor y entrelazó sus manos, con una sonrisa tímida.

- Él es Rubén. Es mi novio, y la persona que más amo.- Rubén río nervioso, bastante avergonzado con la descripción que había dado, y con su mano libre saludó a los padres del menor.

- Mucho gusto, tenía muchas ganas de conocerlos.-

Ambas familias comenzaron a conversar esta vez, y la madre de Rubén los invitó a todos a merendar. La familia Rogel aceptó encantada, al igual que la abuela.

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La comida fue una cosa realmente agradable. Todos conversaban y reían por algunas anécdotas que las madres contaban sobre sus hijos. Estos por supuesto, pasaban a estar rojos de vergüenza esperando que dejaran de exhibirlos de esa forma.

Todo parecía ser que la familia Rogel y la familia Gundersen pintaban para llevarse bien entre sí. Las madres habían quedado para salir de compras y los padres para algún día ver algún partido de fútbol juntos, lo cual terminaría en caos ya que el señor Rogel era del Barcelona y el padrino de Real Madrid.

Rubén ignorando toda la plática familiar, miró a Miguel y este lo hizo de vuelta. Entrelazaron sus manos por debajo de la mesa y el andaluz acarició con su pulgar el dorso de la mano ajena. Sonriéndose entre si, de forma sincera.

Por fin todo estaba yendo como en un principio todo debía ir. Ésta vez, sin una apuesta de por medio.
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Esta es la primera parte del final. Pero no se preocupen, incluiré un epílogo y algunos extras.

Esto ya se acaba, babes skfnsjd.

Subiré la segunda parte en estos días. Estén atentas💜.

It's Just A Game ; RubelangelWhere stories live. Discover now