Capítulo 14 2/2

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Abraham conducía el auto a toda velocidad, esquivando como si fuese un profesional a todos esos que estaban en la carretera, aún cuando recibía groserías no le importaba. Miguel iba del lado del copiloto y Alex en el asiento trasero.

Ninguno hablaba, sólo esperaban el momento a llegar y salvar a Rubén de lo que fuese que tuvieran que salvar.

Miguel estaba demasiado angustiado, si dejaba que lastimaran al noruego no se lo perdonaría. Mataría a todo aquel que quisiera hacerle daño, aunque eso fuese un poco irónico ya que él mismo le había hecho daño antes.

Al llegar al cine se aparcaron y todos salieron casi al mismo tiempo, pero entonces Alex se percató de que no sabían exactamente donde debían ir, pues el perímetro era largo, y sabían que no podían haber ido muy lejos.

- A ver, chicos, tengo una idea. Deberíamos separarnos para cubrir toda el área, así podremos encontrar más fácil a Rubén.- Alex hablaba con toda la seguridad del mundo, pues estaba totalmente angustiado por su mejor amigo. - Abraham y yo iremos por el lado izquierdo y central del cine y sus al rededores, Miguel, tú encargate del lado derecho. - Los chicos asintieron y sin perder más tiempo, comenzaron a buscar.

Alex por su lado buscaba en cada rincón, en todo lo que pudiese esconderse o algo por el estilo, mientras gritaba su nombre repetidas veces. Abraham iba por los autos, cerciorándose de que en ninguno hubiese actividad sospechosa o algo por el estilo, y Miguel cubría la parte de los callejones oscuros llenos de basura, los lugares ideales para encontrar algún asaltante o violador.

Miguel siguió caminando hasta que escuchó un ruido, seguido de un sollozo que podría jurar era la voz de Rubén. Por lo que intentó agudizar su oído para seguir ese sonido.

-

Rubén había intentado quitar la mano que envolvía su muñeca con fuerza dejándole una marca, pero simplemente no podía. No sabía si era el miedo, o la desesperación que lo hacían ser aún más torpe de lo normal.

Christian lo había arrojado hacia una pared sucia de un callejón, y tapó su boca mientras con su mano libre subía su camiseta para tocarlo descaradamente, Rubén se removía pero era imposible quitárselo de encima. Christian era ligeramente más alto que él y por ende tenía más control en la situación.

Empezó a sollozar cuando Christian había arrancado su camisa, rasgándola totalmente de la parte del frente, y con todas sus fuerzas trató de apartar la mano de su entrepierna, pero nuevamente no podía. Estaba resignándose a simplemente ser violado mientras este no lo matara.

Cuando escuchó un ruido giró el rostro y a lo lejos vio una figura conocida. Hizo sonidos con su boca y se retorció, llevandose está vez un golpe por parte del más alto, que no se había percatado de la persona tras suya.

- ¡Rubén! .- Gritó aquella persona, y de inmediato el chico reconoció la voz.

Christian se distrajo en ese momento, girando el rostro, a lo que Rubén aprovechó y pateó su entrepierna con toda la fuerza que su cuerpo le permitió, haciéndolo doblarse de dolor y caer de rodillas.

Inmediatamente Rubén comenzó a correr, pero Christian tomó su pierna haciéndolo caer también.

- Hijo de puta, ¡Mira lo que me has hecho! Vas a pagar por esto - Christian dió un puñetazo en su mejilla, y Rubén gritó de dolor, pero cuando estuvo por cubrirse el segundo golpe no llegó.

Miguel había pateado el estómago del chico haciéndolo pegar contra la pared, y entonces no pudo parar, dio puñetazos hasta que sus nudillos dolieron y comenzaron a sangrar, por suerte Christian sólo había quedado inconsciente o Miguel se hubiese metido en un gran lío.

Rubén estaba sentado en el suelo llorando, abrazando sus piernas no queriendo ver lo que pasaba a su al rededor. Estaba totalmente abrumado, asustado, nunca había pasado por una situación así, y esperaba jamás volver a pasarla.

- Rubén... - El mencionado levantó el rostro, encontrándose con el de Miguel a un metro de él. Sus sollozos se intensificaron y sin dudarlo se lanzó a sus brazos, rompiendo totalmente en llanto.

El andaluz lo abrazó con toda la fuerza que pudo, haciéndole sentir que estaba protegido entre sus brazos, y que no iba a dejar que lo volvieran a lastimar de ninguna forma.

Nada existía al rededor de ellos en ese momento, ni siquiera se habían dado cuenta que había comenzado a llover bastante fuerte.
Miguel tomó delicadamente el rostro lastimado de Rubén, y lo miró fijamente a los ojos. No pudo aguantarlo más y dejó un beso en sus labios, uno simple pero lleno de sentimientos.

- No me dejes, Mangel.- Murmuró el noruego sobre sus labios, aferrando las uñas a la prenda de su compañero. - No me dejes por favor, te necesito.
Te amo.- Miguel sintió su corazón acelerarse con solo escuchar eso, y volvió a envolverlo en sus brazos con fuerza, pero delicadamente de igual manera.

- No lo haré... Yo estaré siempre para cuidarte, te lo prometo. Te amo, Rubén.- Cuando el andaluz quiso volver a besarlo, se escuchó un grito por parte de su amigo.

- Miguel, encontraste a Rubiuh. Joder, nos preocupaste mucho.- Abraham habló, pero al observar a su al rededor, y notar al cuerpo inconsciente a un lado, su semblante se endureció. - ¿Qué es lo que ha pasado?

- Ese hijo de puta intentó abusar de Rubén, pero llegué justo a tiempo.- Habló Miguel, levantándose con Rubén aferrado a él todavía. - Debemos llevar a Rubén al hospital, y también a ese cabrón, para que de ahí lo lleven a la puta cárcel que merece.

Alex llegó corriendo hasta ellos, y al percatarse de la escena hizo la misma pregunta, a lo que Miguel volvió a responderle.

- Hay que aprovechar que aún está inconsciente.- Dijo el enano, acercándose para dar una patada en su estómago, haciendo reír un poco a Rubén y Abraham.

Con cuidado, Miguel acompañó a Rubén hasta el auto y lo subió a este, importándole poco lo mojados que estaban.

- ¿Dónde metemos a este cabrón?- dijo Cheeto, quien casi arrastraba a Christian, que seguía inconsciente. Si alguien más hubiese visto la escena sin saber nada de la historia, hubiera pensado que eran unos asesinos.

- Me da igual, por mi llévalo en el maletero.- Contestó Alex, sentándose en el asiento del copiloto está vez, pues Miguel no quería separarse de Rubén.

A los minutos llegaron al hospital y bajaron con cuidado. Explicaron la situación al personal, quien de inmediato entendió y llamó a la policía, trasladando al inconsciente a una habitación, y a Rubén a urgencias para mirarle el rostro. Su ojo estaba morado y su labio roto, además de un gran moratón en su abdomen, pero eso era poco a comparación de como había quedado Christian. También curaron las heridas en los nudillos de Miguel.

Los médicos dejaron solos a Rubén y Miguel, quienes permanecían en silencio, hasta que el noruego habló.

- Miguel... Esto que has hecho por mí, no tiene punto de comparación. Me salvaste de ser violado por alguien que siempre fingí querer. Quería convencerme a mi mismo de que podía funcionar, pero siempre estabas tú en mi mente. Sentía que de cierta forma te traicionaba. Gracias por esto, gracias por lo que has hecho. No mentía cuando dije que te amaba. - Miguel quiso hablar, pero Rubén no lo dejó.- Espera, quiero terminar... Esto no quiere decir que te haya perdonado del todo. - El semblante de Miguel cambio a uno más duro. Pero entonces el noruego tomó su rostro suavemente. - Pero estoy dispuesto a darte otra oportunidad. Te la has ganado. No me decepciones está vez.-

Miguel volvió a sonreír y colocó la mano sobre la de Rubén, acariciándola suavemente.

- Nunca desperdiciaría la oportunidad de volver a estar contigo. Prometo no decepcionarte más. Gracias por esto.- Ambos se miraron con una sonrisa, hasta que sus labios volvieron a juntarse.

Esta vez ambos pudieron sentirse realmente. Ambos pudieron darse cuenta de lo mucho que se amaban y que a pesar de las cosas que habían pasado entre ellos, estaban dispuestos a dejarlas atrás. Por otra oportunidad.

Una nueva y real oportunidad.

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Espero que les haya gustado, aún no termina, ¿Eh? Pero ya casi.

Las amo❤

It's Just A Game ; RubelangelWhere stories live. Discover now