Capítulo 15 2/2 FINAL.

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Después de la comida familiar que habían tenido, los chicos se despidieron de sus padres y en el auto de Miguel llegaron hasta el lugar donde se iba a hacer la fiesta de graduación.

En cuanto estuvieron afuera, escucharon la música a tope, probablemente se escuchaba incluso a kilómetros de ahí. Rubén miró a Miguel, quien le sonrió y le tomó de la mano para entrar juntos de esa forma. Miguel se sentía orgullosos de lograr mostrar a su novio de esa forma.

A los minutos, Alex se acercó hasta ellos junto a Cheeto, quien ya parecía un poco pasado de copas, a pesar de que no les habían permitido bebidas alcohólicas ahí.
Varios estudiantes llevaron botellas de vodka escondidas y las vaciaron en el ponche. Incluso algunos maestros ya estaban un poco mareados, pero no paraban de beber.

Rubén y Miguel bebieron un poco también, logrando alegrarlos lo suficiente como para estar bailando junto a sus demás compañeros.

Decir que la estaban pasando bien, era poco, probablemente era una de las mejores noches de su vida.

La mejor parte había sido cuando anunciaron a la Reina y Rey del baile. Un chico llamado André había ganado como rey, pero como reina ni más ni menos que Beatríz era quien había recibido la corona.
Su discurso fue tan egocéntrico que todos habían terminado abucheándola, y ella en un berrinche se tropezó con su tacón delgado y alto, cayendo del escenario justo hasta el piso, causando la risa escandalosa de todos. La chica se levantó sola y roja como un tomate ya que incluso sus amigas estaban burlándose de ella, y salió corriendo avergonzada. Rubén había sentido pena por ella, pero después de todo se lo merecía totalmente.

El baile no había terminado aún, pero Rubén y Miguel se habían escapado de sus amigos para correr hasta el auto. El asunto era que en toda la noche ambos habían sentido la tensión sexual entre ellos, y no podían soportarlo más. Después de todo, sólo habían estado juntos aquella vez del concierto.

Miguel le abrió la puerta trasera del coche a Rubén, y este entró rápidamente, seguido del andaluz quien cerró con seguro el auto, acercándose hasta el castaño para besar desesperadamente sus labios.

Rubén correspondió sus besos pasando las manos por sus brazos, por encima de la camisa de vestir azul claro que llevaba debajo del saco del elegante traje. Llevó las manos hasta el inicio de los botones de la camisa ajena y comenzó a desabotonar uno por uno, lo más rápido posible gracias a la desesperación que sentían. Cuando logró hacerlo se la quitó por completo, notando como la piel del andaluz comenzaba a sudar ligeramente debido al calor que comenzó a impregnarse en el auto por sus cuerpos calientes.

Miguel se deshizo rápidamente de la ropa del castaño, dejándolo sólo con su ropa interior, y se acercó a besar su cuello mientras al mismo tiempo posaba la diestra sobre el bulto en sus interiores, escuchando de inmediato un jadeo procedente del noruego.

- Mangel...- Aquel simple murmuro había encendido por completo al andaluz, haciéndolo meter la mano dentro de su ropa interior y comenzar a masturbarlo lentamente.

El noruego, a pesar de estar disfrutando por completo de las caricias que su novio le daba, no quiso quedarse atrás, y terminó por desvestir a Miguel, quien no opuso resistencia alguna. Lo obligó a separarse de él, y en un movimiento rápido ya tenía la erección ajena cerca de sus labios.

Miguel se mordió el labio cuando sintió el aliento sobre su polla, pero un gemido salió en cuanto la cálida boca del mayor estuvo tocando directamente aquella zona. Su diestra se posó inmediatamente sobre el cabello ajeno y lo acarició, tirando ligeramente de este, sin intensiones de lastimarlo.

La lengua de Rubén rodeaba toda la extensión, mientras que subía y bajaba la cabeza, metiendo y sacando la polla de su boca. Los gemidos que Miguel dejaba salir simplemente lo incentivaban a continuar con lo que hacía, hasta que la mano de su novio lo detuvo e hizo que lo sacara de su boca.

- Detente... No quiero terminar así.- Y está vez fue él quien se movió rápido dejando a Rubén debajo suyo, y quedando él entre sus piernas, rozando sus erecciones en un toque totalmente delicioso para ambos.

Rubén gimió y se retiró el cabello de la cara, el cual comenzaba a pegarse en su frente por la fina capa de sudor que cubría su piel.

Miguel besó sus labios una vez más, pero se separó para meter dos dedos en su boca, dedos que el castaño lamió con gusto, sólo empalmándolo aún más de lo que ya estaba. Sus labios volvieron a tocarse, y el andaluz llevó ambos dedos hasta la entrada estrecha del noruego, quien se removió primero incómodo al sentir un dedo entrar en él, pero después desesperado por sentir más contacto en ese lugar.
Mangel metió el segundo dedo, metiendo y sacando ambos, y haciendo un movimiento de tijera que sólo calentaba más a Rubén.

Rubén detuvo la mano del menor y le miró directamente, besando sus labios.

- Estoy listo, Mangel.- Esas palabras fueron suficientes para que Miguel se detuviera.

Se masturbó por unos segundos así logrando que el pre semen cubriera toda su polla, y alineó está en el culo del castaño, comenzando a introducirse muy lentamente dentro suyo. Sabía que el castaño no había tenido sexo desde la última vez que ambos lo habían hecho.

Rubén rasguñó los brazos de su novio y jadeó con los ojos cerrados fuertemente, hasta que un suspiro salió de sus labios al notar que había entrado por completo en él. Pronto se vio a si mismo moviendo la cadera para sentirlo más.

Las embestidas comenzaron lentas, en el auto sólo se escuchaba el sonido de sus respiraciones, sus jadeos, suspiros y gemidos inhundaron el ambiente haciéndolo aún más íntimo de lo que ya era.
Miguel comenzó a moverse un poco más rápido cada vez a petición del noruego, quien tiraba la cabeza hacia atrás, arqueando la espalda del placer.

Las penetraciones se hicieron cada vez más continuas, hasta que lo que más se escuchó en el auto fue el sonido de sus pieles chocando entre cada embestida, y los lloriqueos de placer por parte del mayor, el cual había comenzado a masturbarse para alcanzar su propio climax.

No bastaron tantos minutos para que al final el castaño terminará corriéndose en finas y largas tiras sobre su pecho y el de su novio, gimiendo su nombre fuertemente, ya que sabía que nadie podría verlos pues todos estaban en aquel ruidoso lugar bailando y bebiendo.
El andaluz golpeó con más fuerza con las embestidas hasta que al igual que el otro chico, se corrió, pero dentro de él.

Sus respiraciones agitadas eran ahora lo único que se escuchaba, Mangel ahora descansaba sobre el pecho de Rubén, exhausto, pero demasiado satisfecho. Y el noruego se encontraba en la misma situación.

- Te amo..- Murmuró el andaluz, dejando un beso en la barbilla de su chico, quien sonrió abrazándolo con fuerza.

- Y yo te amo a ti, Miguel.- el noruego acarició el cabello de su novio, y suspiró. -¿Quién diría que todo comenzaría por sólo un juego?-

- No lo sé. Pero sin duda ha sido al mejor juego que he jugado. Y lo jugaría muchas veces mientras sea contigo.-

Ambos sonrieron. Este era el inicio de una nueva historia.

Juntos.

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Mierda de smut, pero lo intenté¿?

POR FIN SE HA TERMINADO.
OMG, no saben lo feliz que me hace por fin terminar esto, creo que ha sido algo de lo que mas orgullosa me he sentido al escribir.

Muchas gracias a todas las personas que apoyaron ésta historia desde el principio hasta el final. O quienes apenas están pendientes a leerla, no importa. Muchas gracias de verdad.

No crean que este es el final, todavía falta un epílogo y algunos extras. Y en estos días les diré mi nuevo proyecto con esta pareja, seguro les va a gustar.

Esto casi llega a 20K, de nuevo, gracias :)

Esto es un hasta luego💜.

It's Just A Game ; RubelangelWhere stories live. Discover now