Capítulo 22

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Dos meses después, luego de recuperarme de todo lo que había hecho, volví a verlos. Ambos discutían en la pieza de Bastian, no entendía por qué. Nanny se veía triste y enojada. Bastian le rogaba que cambiara sus actitudes.

—¿No te acordás todo lo que me hizo él? —Chilló desesperada.

—¡Sí, Nanny! ¡Ya lo sé! ¡Pero es Lucas, dale una oportunidad!

—¡Nunca! ¿Cómo voy a estar con alguien que me arruinó la infancia? ¿Cómo voy a pretender querer a alguien que me trató así todo el tiempo? ¡Se piensa que con esas palabras bonitas voy a caer a sus pies!

—¡Pero Nanny! ¡Yo hablé con él, me lo explicó todo! ¡Está arrepentido, está loco por vos!

—¡No! ¡Mentira!

—¡No es mentira, Nanny!

—Bastian, no quiero hablar más de éste tema. Yo a él no lo quiero, ¿sí? Yo quiero a Julio y estoy con él porque lo quiero. No pienso cambiarlo por Lucas, mucho menos si no siento nada por él. Que se joda.

El timbre musical de la casa sonó.

Nanny salió corriendo de allí.

Rápidamente salí por la ventana y corrí hacia la entrada de la casa. No me llevé la sorpresa de ver al homosexual y al novio de mi prima esperándola.

—¡Nanny! —Tiziano se abalanzó sobre ella y la estrujó con sus voluminosos brazos.

—¡Tiziano! ¡Amigo! —Nanny voló en círculos y le mordió la oreja como de costumbre. Ambos rieron.

Quise quedarme para ver de qué se pondrían a hablar pero el tiempo no me dio. No me sentía bien.

Volví a la noche para dormir en su galpón, pero la curiosidad mató al gato. Tenía hambre, estaba adolorido y mis instintos me gritaban que les robara una porción de pizza.

Ellos estaban ahí sentados en la mesa, jugando a las cartas, riendo, tomando Coca Cola y disfrutando del exquisito sabor de la mozzarella de la pizza que venden a la vuelta.

Si tuviera plata me compraría una entera para mí solo. Pero estoy pelado. Así que aproveché cuando los cinco estaban recostados en los sillones viendo una película de terror; abrí lentamente la ventana, aproximé mi brazo hacia la caja y rápidamente arrebaté una porción. Por un momento me detuve a observar cómo Bastian y su novia se besaban, Nanny y Julio no dejaban de abrazarse y Tiziano se cagaba todo por culpa de El Conjuro.

Quise reírme, fue una sensación linda; pero me descubrirían.

Mientras comía mi porción de pizza, vi que Nanny  y Julio se habían ido del lugar y caminaron hacia la cocina. Ella murmuró algo, él sonrió y la besó.

Por un momento sentí ganas de tener sexo por como él la besaba. Hace mucho no me acostaba con alguien; me apetecía Justina, pero ignoré mis impulsos y seguí observando.

Nanny se alejó lentamente y no se veía contenta.

—¿Te pasa algo, Nanny? —Preguntó Julio, preocupado.

—Te quiero, Julio. Te quiero mucho. —Ella lo abrazó.

El perro de mis primos me gruñó lleno de rabia al verme. Intenté espantarlo, pero éste se me tiró encima y me mordió el brazo.

Intenté no gritar, pero me fue imposible.

Salí corriendo de allí antes de que me vieran.

Maldito Papa Frita, por su culpa no pude saber lo que le dijo Nanny a Julio.

Pájaros en el techo (basada en hechos reales)Where stories live. Discover now