Capítulo 5

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—Hola Nanny, mi mamá nos va a preparar la leche. Justina está en la casa de su amiga, pero podemos jugar nosotros, ¿no? —El niño castaño de impresionantes ojos celestes observó a la niña sonriente e insegura entrar a su casa— ¿Y Omar?

—Omar se fue a natación con Nicolás. —contestó la niña, siguiendo el paso de su amiguito de seis años.

—¿Y tu hermano? —le preguntó el niño.

—Pintando con mi tía Laia. —Lucas y Nanny caminaron hacia la cocina y se sentaron sobre unas sillas de la mesa.

—¿Querés leche con chocolate? —Preguntó el niño con una sonrisa.

Nanny asintió tímida.

 —¡Mamá, leche chocolatada para los dos! —exclamó entusiasmado. —¿Qué te gustaría ver, Nickelodeon o El Hombre Araña? —el niño agarró el control de la televisión en sus manos y comenzó a cambiar de canal.

—¿El Hombre Araña?

—Sip. Mi película favorita ¿La viste?

—Creo…

—¿Te gusta Nickelodeon? —preguntó el niño.

—Sí, pero veo más Cartoon Network.

—¿Cartoon Network? A sí, pero yo veo más Nickelodeon… no sé por qué pero me gusta.

Nanny comenzó a observar la pantalla de la televisión en donde se encontraban los dibujitos animados.

—No. Ya sé. Veamos El Hombre Araña, es la mejor película. —El niño se puso de pie, caminó hacia el televisor, y con apenas tocar unos botones, la pantalla se volvió azul seguido por la portada de la película.

Nanny se sorprendió.

—¿Sabés qué? Yo cuando sea grande quiero ser como el Hombre Araña.

—¿En serio? —Nanny sonrió al verlo.

—Es mi héroe favorito, encima él tiene a una chica.

—¿Tiene a una chica?

—Sí. Y es re linda. Se parece a vos.

—¿A mí?

—¿Querés verla?

Nanny se encogió de hombros.

Dos tazas de chocolatada fría aterrizaron perfectamente sobre la mesa de roble. El niño sorbió un trago y le sonrió a su amiga, mostrando un bigote de leche sobre su labio superior.

—Ella y vos se re parecen. Salvo por el color de pelo. El tuyo es más lindo. —Lucas aproximó sus manos hacia el cabello de Nanny y lo acarició suavemente. La niña con las mejillas sonrojadas se alejó tímidamente de sus manos y observó la pantalla del televisor. La película había comenzado.

—¿Qué decís si después jugamos a que yo soy Peter Parker y vos Mary James?

—¿Qué?

Nanny se sentó sobre la silla para desayunar. A su lado estaba su hermano y Omar, su primo, tomando un café preparado por la tía Laia. Un dolor de cabeza había provocado unas grandes ojeras debajo de sus ojos, y cantidades de recuerdos de su pasado habían vuelto a reproducirse en su mente una y otra vez, atormentándola.

—¿Cómo descansaron? —preguntó Laia, masticando un pedazo de budín de vainilla.

—Tan fresco como siempre. —Suspiró Omar, peinando su pelo con sus manos.

—Bien, creo. —dijo Bastian, con su típica cara de dormido.

—Bien. —agregó Nanny, con una expresión fría y seca en su rostro.

Pájaros en el techo (basada en hechos reales)Where stories live. Discover now