c a t o r c e

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Paris se paseó por toda la habitación esa mañana, vistiendo sus pijamas, mientras sostenía un cepillo del cabello en sus manos, pretendiendo que se tratase de un micrófono. Con todo lo que daban sus pulmones, vociferaba la canción I'm thru with love de Ella Fitzgerald por séptima vez después de las eternas y duras semanas por las que había pasado desde la visita de Yoon Gi. Sus primeros días los había pasado llorando bajo el edredón de su cama, sin siquiera comer, lo cual se trató de una seria preocupación para sus padres. Pero fue obligada a volver a ingerir alimentos al sufrir de una leve gripe debido al descuido de su salud, por lo que su cocinera se esmeraba en prepararle platos ligeros que sabía que eran sus favoritos. Después de todo, llevaba trabajando para ellos desde que era una niña y conocía sus preferencias. Sin embargo, la muchacha sólo aprovechó su situación como enferma para recluirse en la oscuridad de su cuarto por las siguientes semanas, recibiendo la visita de sus amigos. Mientras que sus compañeros habían comenzado ya con las clases, ella todavía estaba preparando los últimos arreglos para viajar a Estados Unidos, distrayéndose con su colección de películas y series de televisión hasta que tuviese que tomar su avión a América. Menos "Casablanca", admitió para sus adentros. No podrá volver a ver esa película en ningún momento cercano, no aún.

- I'm through with love – cantó, estirando una mano dramáticamente hacia la ventana de la habitación, haciendo lo posible porque su voz no desafinara demasiado -. I'll never fall again. – Fingió su mejor acento francés mientras exageraba su expresión. - Said adieu to love. Don't ever call again – continuó. Pudo escuchar la voz de su madre pidiéndole que bajara el volumen pero, en su lugar, se subió sobre la cama y abrió los brazos al cielo. - ¡For I must have you or no one! – En ese instante, vio la puerta abrirse para mostrar a su padre y ella bajó de nuevo al suelo para caminar en su dirección. - And so I'm through with love...

Su progenitor la observó con seriedad para luego dirigirse a su estéreo y apagarlo antes de que pudiera seguir cantando, cortándola a mitad de la siguiente oración. Ella arrojó el cepillo sobre el colchón.

- ¡Ya, appa!

- Tienes que salir – ordenó el hombre.

Quiso negarse pero su padre no le dio tiempo ya que el aludido se dirigió a su ropero para tomar una muda de ropa cualquiera, dejársela en los brazos y salir, dándole una última mirada de advertencia. Regresará si no hago lo que dice, supo, así que Paris se dio una ducha rápida, se vistió con los pantalones de algodón y la camiseta amarilla con el rostro de Pikachu y desayunó acompañada por sus padres en un silencio incómodo que prefería no romper. En verdad no tenía deseos de intentar entablar una conversación con ellos, no todavía, ya que sabía que debería responder a sus preguntas sobre lo ocurrido con el misterioso muchacho de Daegu que nunca llegaron a conocer. El viaje a Estados Unidos los mantenía lo suficientemente distraídos para no inmiscuirse en sus asuntos.

- ¿Puedes hacer eso conmigo? ¿Puedes rendirte? – recordó a Yoon Gi diciéndole esa noche, provocando que dejara caer la cuchara dentro de su cereal y hundiera el rostro en sus manos.

Pudo sentir la mirada de los adultos puesta en ella.

Sus padres se despidieron de ella poco después - su padre debía ir a trabajar y su madre tenía una organización benéfica en la cual era voluntaria – por lo que Paris terminó de desayunar por sí sola, en parte obligada por su mucama, y luego se levantó para salir al jardín de la casa en busca de algo de aire libre. Pero, al abrir la puerta que la conectaba al exterior, la figura de un gato blanco la detuvo en seco. Se quedó observándolo por unos segundos, como si quisiese confirmar que no se trataba de su imaginación, y tomó su teléfono para marcar rápidamente el número de Tae Hyung.

The one that got away [Yoon Gi - BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora