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Escuchó el despertador de un teléfono sonando en la mesa junto a su cama la mañana siguiente. Estiró una mano somnolienta para poder apagarlo, rodó bajo su edredón e intentó volver a su apacible sueño, pero el sonido de otro despertador la obligó a volver a abrir los ojos. Se sentó en su cama, en la oscuridad de su habitación donde sólo se podían ver algunos rayos del sol a través de las cortinas, y logró reconocer el teléfono de otro de los muchachos ubicado a un extremo. Pocos segundos después, otro sonó en la esquina opuesta, y luego otro, y otro. Sus cinco compañeros habían decidido programar distintas alarmas a las ocho de la mañana. Malditos babosos, masculló en su mente.

- ¡Muy gracioso! – gritó una vez estuvo despierta por completo - ¡Muy, muy gracioso!

Terminó por levantarse y se colocó sus pantuflas para poder dirigirse a la cocina, donde ellos ya se encontraban desayunando en la mesa, la mayoría intentando contener la carcajada.

- ¿Saben? – comenzó a hablar en una voz amarga y fastidiada – Anoche cuando dije que mañana, no importa qué, deben asegurarse de despertarme temprano, lo que en realidad quise decir fue que mañana, no importa qué, deben asegurarse de que te tenga la opción de despertarme temprano en caso de que, cuando mañana llegue, tenga deseos de levantarme. Lo cual no sucedió.

A medida que parloteaba, Paris se sirvió una taza de café recién preparado.

- No debiste haberte quedado viendo películas hasta última hora con Yoon Gi – dijo Ho Seok con reproche, recordándole a su madre -. Desde aquella vez que Nam Joon y él vinieron, ahora se pasan la mayoría de los días juntos.

No encontró palabras para defenderse después de aquella afirmación.

Al terminar con la noche de cines dos semanas atrás, no había tarde en la que Yoon Gi no le mandara un mensaje de texto para preguntar si podrían encontrarse en algún momento del día, aunque fuese por unos segundos. Incluso si era un detalle al que no estaba acostumbrada de alguien que no fuesen sus amigos, Paris lo encontraba increíblemente encantador, y la aliviaba saber que no era el tipo de persona que se molestaba si tardaba una hora en responderle. Era un muchacho tranquilo que le daba su espacio. Me gustaría decir lo mismo, pensó para sí misma. Después de todo, por más que encontrase molesto y estúpido las relaciones asfixiantes que veía a veces en sus compañeros de clase o en películas como "Sr. Celos", ella no podía evitar querer pasar cada minuto en su compañía. Ya fuese para estar juntos tomando un café o para quedarse toda la noche despiertos viendo películas, en ocasiones junto a Nam Joon y los demás y, en otras, solos. Se cansará de mí, temió al mismo tiempo que su teléfono vibraba en señal de haber recibido un texto.

- Apuesto a que puedo adivinar quién es – comentó Tae Hyung con una mala cara.

- Cállate. – Dejó su móvil sobre la mesa sin abrirlo y siguió bebiendo de su infusión. - ¿Tenemos planes para hoy?

- Hay una excursión de bicicletas en la tarde – expuso Seok Jin, paseándose por la cocina -. Pensábamos en ir todos juntos y luego, en la noche, salir al club del pueblo.

- Sólo nos quedan tres días antes de volver a Seúl – agregó Ji Min con decepción.

Lo había olvidado.

- Paris noona no sabe andar en bicicleta – la interrumpió Tae Hyung antes de que pudiera decirlo ella misma -. Y estoy seguro de que tiene alguna razón demente de por qué.

- Ye – asintió, un poco hastiada de su actitud -, la tengo.

- Eso no puede ser cierto. – Ho Seok se puso de pie y apoyó una mano en los hombros de Ji Min y Jung Kook. – Te enseñaremos ya mismo. Jin hyung, ¿podrías ir a alquilar una?

The one that got away [Yoon Gi - BTS]Where stories live. Discover now