- ¿Mwo? – preguntó ella desafiante, sentándose entre medio de ambos – Pude haber muerto.

- Ne, ne – asintió Ji Min, dispuesto a evitar la discusión y alcanzándole un mando -. Aquí tienes, todavía debes estar algo conmocionada por tu desangrado.

Ocultó una sonrisa, tomó el mando con una mano y miró a la televisión.

- ¿Qué jugaremos?

Tae Hyung se estiró sobre el sofá, meciendo su sedoso cabello rojizo con su movimiento, y se estiró hacia el cajón donde Paris guardaba todos sus juegos para tomar uno en específico.

- Piensas que mi herida de guerra es divertida, ¿verdad? – no pudo evitar hablar la joven al reconocer el juego Bloodstorm entre sus manos - ¿Te crees muy gracioso?

- Creo que soy bastante gracioso, ne – corroboró él encogiéndose de hombros con su enorme y tierna sonrisa en los labios.

- Ya veremos quién ríe al final cuando te patee el trasero.

Estuvieron jugando por lo que quedó de la tarde hasta que Paris supuso que sería tiempo de tomar una ducha y prepararse para esa noche antes de que sus padres regresasen por lo que se despidió de sus amigos, prometiéndoles que los llamaría después de comer, y se dirigió al cuarto de baño. Se tomó un tiempo extrañamente largo bajo el agua, lavándose el cabello tres veces debido a los nervios, y, al salir, tardó media hora en escoger lo que usaría. Si planeaba contarle a su familia sobre su decisión adulta, su camiseta de Peter Pan no sería la mejor opción. Finalmente, y luego de un rápido mensaje de Ji Min aconsejándola, terminó frente al espejo vistiendo una camisa verde musgo que acomodó debajo de sus únicos vaqueros libres de roturas y botas militares marrones. Su cabello lo dejó suelto y ondulado y cubrió su rostro con apenas un poco de maquillaje. Lucía madura. Se apresuró en dirección a la cocina para agradecerle una infinidad de ocasiones a la cocinera y, cuando escuchó la puerta de entrada abrirse, corrió hacia la sala para esperar a que sus padres entraran.

- Eomma, appa – los saludó con una leve inclinación -, ¿cómo estuvo su día?

Ambos compartieron una mirada sorprendida mientras le entregaban sus abrigos a la mucama.

- Muy bien, Paris – respondió su madre con el ceño fruncido -. ¿Saldrás a algún lado?

- Ani, ¿wae?

- No es normal verte vestida tan formal a menos que tengas un lugar a donde ir.

- ¡Eomma, qué graciosa! – dijo ella soltando una carcajada, logrando que la aludida se viera aún más confundida – De hecho, esta noche es muy importante para mí y decidí preparar la cena para ustedes. Un amigo vendrá hoy y me gustaría que lo conocieran, si no es problema.

- ¿Un amigo? – escudriñó su padre serio.

- Ne. – Paris se les acercó y los empujó para que fueran a su habitación. – Así que, prepárense. La comida estará lista en unos minutos.

- Ya, no empujes, cariño.

- Ppalli, ppalli – insistió.

Una vez sus padres estuvieron duchados y sentados en la mesa, la muchacha recibió un mensaje de parte de Yoon Gi diciéndole que llegaría en unos minutos. Ya había pasado por la entrevista de preguntas acerca de quién era el invitado especial, pero se contuvo por responder a cualquiera de ellas porque no quería que su familia se pusiese nerviosa al saber que se trataba de un ser humano masculino. Los conocía lo suficiente para saber que intentarían saber acerca de su procedencia y de sus planes para el futuro. ¿Qué padre quería escuchar que el novio de su hija deseaba dedicarse a la música? Prefería esperar a que él llegase para poder enfrentarse a sus prejuicios juntos y, cuando eso pasara, les dirían su decisión. Y allí, mi padre explotará y mi madre sufrirá un pre-infarto, admitió para sus adentros, tamborileando sus dedos sobre su regazo, inquieta.

The one that got away [Yoon Gi - BTS]Where stories live. Discover now