Capítulo 17

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RUGGERO

Se dan cuenta que a donde voy, Karol está? Pero que hacía aquí? Por qué miraba aquella casa? Por qué está llorando? Dónde estoy?

Miles de preguntas salían de mi cabeza, estaba muy confundido, no encontraba una respuesta, empezaba a estresarme.

Estaba detrás de un arbusto, observando todo lo que ella hacía.

Su cuerpo estaba inmóvil, no daba ni un paso, ni retrocedía uno, sólo lloraba.

"Joder, me duele verla llorar"

De la nada salió un perro, un labrador para ser exacto, la vio y se lanzó sobre ella.

Karol cayó en la vereda, el perro movía la cola desesperadamente, hasta podría decir que lloraba; le lamía el rostro, se le notaba feliz, como si hubiera visto hace mucho tiempo a su dueña.

- Rufus - reía - basta, amor - el perro seguía sobre ella lamiéndole la cara - me extrañaste?

"Rufus", como lo llamó, al parecer no entendió lo que dijo, giro su cabeza a un costado.

- Yo también te extrañe - le hizo una señal con sus manos para que se acercara, se acercó, lo abrazó y lloró desconsoladamente - no sabes cuanto te hecho de menos Rufus, mi grande Rufus. Te amo tanto, no veo la hora de volver y pasar momentos felices junto a tu lado, como los grandes amigos que somos, somos uno, tú mi compañero fiel, y yo el amo que te da amor sin nada a cambio...

La escena era tan conmovedora que iba a empezar a llorar, tenía una nudo en la garganta.

Karol no dejaba de llorar, me ponía muy mal, nunca había sentido algo así por alguien.

Usualmente suelo estar serio, no decir nada o irme de ese lugar, pero ahora no podía, solo quería ir y abrazarla fuertemente.

El perro levanto su rostro y la miró fijamente, no soy veterinario, ni psíquico ya?, pero creo que se dio cuenta de lo estaba haciendo su dueña y al parecer no le gustaba verla así.

Se alejó de ella, entro a la casa, al regreso, trajo en su boca una pelota de plástico pequeña, la dejo caer en sus manos, el perro corrió a un metro de ella, y se sentó.

Karol se dio cuenta de lo que intentaba hacer, se secó las lágrimas y se paró.

- Atrapala Rufus!!! - gritó y lanzó la pelota.

Empezaron a jugar, estaban en su mundo.

En una lanzada que dio Karol con la pelota, golpeó el auto rojo que se encontraba ahí. La alarma comenzó a sonar, de pronto una señora salió en busca de ver que había pasado.

Apagó la alarma, Rufus se quedó sentado al costado del auto ya que la pelota se encontraba debajo de dicho móvil, y Karol otra vez paralizada observando a la mujer.

- Rufus - dijo aquella señora - cariño cuantas veces tengo que decirte que no juegues cerca al auto de Karol.

El perro solo dedico a sacar la lengua, estaba cesando de cansancio, giró su cabeza hacia la castaña.

- A qué miras Rufus? - preguntó extraña la mujer mirando donde estaba la castaña.

- Ma...mamá - logre escuchar a Karol.

- Y que es todo es este desorden? - miró a su alrededor - con quién estuviste jugando cariño?

"Qué al caso no ve a Karol?!"

- Adentro Rufus - hizo una palmada - tengo que limpiar.

El perro no hizo caso, se hecho mirando el auto rojo, y empezó a sollozar.

- Oh, cariño - se pone en cuclillas - que tienes?

Los sollozos se hacían mas fuertes, Karol empezó a llorar otra vez, y su madre también.

- Rufus corazón - dijo la mujer - se cuanto extrañas a Karol, todos la extrañamos, no hay día que rezo para que vuelva a estar con nosotros - comenzó acariciar al perro - vas a ver que ella des...

Antes de que terminara de hablar sonó su teléfono. Se levantó, vio quien la llamaba y mientras se alejaba le hizo señas para que el perro entrara con ella, él obedeció pero antes de entrar miró a Karol y ladró, ella por su parte hizo una seña de despedida triste.

- Yo también te extraño mamá, adiós Rufus...

"No entiendo nada"

Karol agachó su cabeza, y yo totalmente perdido.

Qué quiso decir de que reza todos los días para que Karol vuelva? Ella se escapó? Qué iba a decir antes de que la llamaran? Por qué cuando miro a su alrededor no notó su presencia y el perro si? Estoy muy confundido.

Sevilla salió desconcertada del jardín, caminaba con la mirada perdida, la seguí sigilosamente.

- No debí venir - dijo mientras se golpeaba su frente - siempre es mala idea venir a la realidad - suspiró - ya bastante le hago daño a mi madre con no des...

Se escuchó el sonido de una piedra rodar. No prestaba atención por donde iba, solo me dedique escuchar lo que hablaba.

"Mierda, mierda y más mierda!"

Giró rápidamente hacia mi, me observó fijamente mientras su cara se ponía de un color pálido. Sonreí nerviosamente.

- Hola...- me acerqué hacia ella.

No respondió, me miró nerviosa, retrocedió y se fue corriendo. Esto no puede estar pasando, en serio se fue corriendo? Empecé a perseguirla, se veía mal, algo me decía que debía hacer algo por ella.

- ¡Karol, no corras más por favor! - grité agitado.

- ¿Qué haces aquí Ruggero? - respondió - ¡no debiste seguirme! ¡Déjame sola!

- ¡No! - me faltaba el aire - ¡no te dejaré sola, Sevilla! ¡Detente por favor!

- ¡No lo haré hasta que regreses por donde entraste! ¡Por favor!

- ¡¡¡Esta bien!!! - respondí agitado mientras dejaba de correr - ¡pero escucha una cosa! - ella se detuvo - no se como llegue aquí tan repentinamente, no se que que estaba pasando en aquella casa - tomé aire - pero cuando te vi llorar, mi mundo se derrumbaba ¡Karol, entendeme que no puedo verte así!

Mientras trataba de recuperar mi postura normal, sentí unos delgados brazos aferrandose en mi abdomen y espalda fuertemente, ella me abrazó. Le correspondí al instante.

- Ruggero, yo...- dijo entre sollozos.

- Shhh...- respondí mientras la abrazaba más fuerte - esta bien,  no digas nada.

My angel hero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora