HIT ME《Yoonmin》

53

JIMIN: Las horas siguientes se me hicieron eternas. Cuando por fin sonó la campana, recogí más rápido que nuncs pero...oh, oh. Ya casi se me había olvidado que mi vida era una mierda.

Los matones de Jungkook me esperaban sonrientes en la puerta de clase.

-No corras tanto, Park. Puede que te hayas librado del marica de Min, pero no lo harás tan fácil con nosotros.

Forcejeé para intentar librarme del agarre, pero era demasiado fuerte.

-Por dios, pensé que esto había acabado. ¿Qué he hecho ahora para merecer esto?

-Has jodido los planes de Jungkook.

El cabecilla miró al otro furioso.

-¡Estúpido! ¡No debías decir eso!

-Pero ha preguntado por qué...

Soltó mi brazo para agarrar a su compañero por el cuello, y aproveché para salir huyendo al exterior.

-¡Mierda! ¡Mira lo que has provocado maldito idiota! -llegué a escuchar antes de irme.

Yoongi ya estaba fuera, recostado contra una pared. Llegué jadeando hasta él.

-Casi...casi vuelven a pegarme, Yoongi. Eran los matones de Jungkook.

Tomé su mano

-Vayámonos antes de que salgan.

YOONGI: Reforcé el agarre de mi mochila para salir corriendo de allí, tirando de la mano de Jimin. Ni si quiera supe a dónde íbamos, si es que teníamos un destino cuando echamos a correr. Lo único que sanía era que mis piernas temblaban cuando dejamos de correr, lo suficientemente lejos de la universidad.

Tiré de la mano de Jimin para atraerlo a mí, estaba agitado, y probablemente perturbado, parecía poder correr kilómetros, a diferencia de mí.

-Ya estamos lejos Jimin -susurré mientras acariciaba su mejilla-, estamos bien, ¿estás bien? -pregunté, quería asegurarme-, ¿qué te han hecho?

JIMIN: Yoongi tomó mi mano y comenzamos a correr como si la vida de ambos dependiese de ello. Él no podía verme, pero durante la carrera, una amplia sonrisa permaneció en mi rostro.

Cuando paramos, lejos de la Universidad, y me preguntó que qué tal, lo único que hice fue sonreir más antes de tomar su rostro y besarle entre jadeos debido a la respiración agitada por la carrera.

-Joder, te amo - En ese momento, necesitaba sentir a Yoongi, de modo que rodeé su cintura y lo apreté contra mi todo lo que pude, sin dejar de besarle agitado.

Cuando me calmé un poco, aunque no sé como pues los besos de Yoongi me excitaban por completo, solté mi agarre y le miré.

-Estoy bien, tranquilo, no han llegado a tocarme.

YOONGI: Nuestros dientes chocaron un par de veces ante la efusividad y urgencia del beso. Enredé mis dedos en los mechones que caían por su nuca y tiré de ellos con suavidad.

-Estoy contigo -susurré al separarnos, pegando nuestras frentes.

Suspiré cuando la segunda ronda de besos comenzó, y correspondí cada uno de ellos, colocando mis manos sobre sus hombros y dando suaves apretones.

-Yo también te amo -dije algo agitado al separarnos. Asentí al escuchar que estaba bien, pero eso no me dejaba del todo tranquilo-. Te acompañaré a clase y te recogeré -afirmé-, no dejaré que te hagan daño Jimin, te lo prometo.

Apoyé la frente en su hombro y cerré los ojos. Ya no sabía qué podía hacer para que no dañaran a Jimin.

JIMIN:

-Parezco tu hijo -dije riendo.

Enterré mi mano en el pelo de Yoongi y le acaricié mientras le miraba.

-¿Crees que Jungkook intentará separarnos? -pregunté de la nada - No...yo no le conozco tanto como tú a el, pero por favor -acaricié su cuello - A partir de ahora creámonos sólo lo que nosotros nos digamos, ¿si?

YOONGI: Asentí contra su cuerpo a la vez que me aferraba a él.

-No sé qué hará, Jimin. No conozco a este Jungkook -gimoteé, quejándome-. Solo sé que estoy cansado de él ya -me relajé entre sus caricias, suspirando-. Solo nosotros, suena bien -reí levemente-. Solo te creo a ti, Jimin. No quiero que nos separemos.

JIMIN: La gente comenzaba a girar su cuello mientras paseaban por la calle para mirarnos. Dos chicos tan cerca contra la pared no era ni demasiado común ni demasiado bien visto.

-Ven -Tomé la mano de Yoongi y comencé a andar - Vamos a algun sitio a comer, te invito yo, y no acepto negativas.

YOONGI: Reí y entrelacé nuestros dedos.

-No iba a negarme, quiero estar más tiempo contigo -confesé sonriendo-, pero me gustaría que pagáramos a medias, o dejame invitar a mí, así me debes una comida.

JIMIN:

-¿Esa es tu forma de pedirme una cita, Min? ¿Hacer que te deba una comida? -dije burlón.

YOONGI: Negué con la cabeza.

-Es mi forma de tener una excusa para verte si nos pasa algo. Mientras tenga algo que echarte en cara, seguiré teniendo una excusa para ir a verte -le guiñé un ojo-.

JIMIN: Miré al suelo antes de apretar su mano

-Pero no nos va a pasar nada, ¿a que no?

Lo miré con una leve sonrisa y le di un corto beso en los labios.

Durante unos segundo estuve pensativo debido a su última frase.

-Yoongi, ¿puedo hacerte una pregunta que quizás te incomode? Es sobre el pasado. -Vi la duda en sus ojos- Nuestro, pasado. -aclaré.

YOONGI: Pude observar cómo algo pasaba por su mente cuando se quedó en silencio.

-Solo lo dije por decir, Jimin.

Contesté tratando de tranquilizarlo. ¿Nuestro pasado? Lo miré de reojo y me encogí de hombros.

-Supongo, pregunta.

JIMIN:

-Cuando venías a pegarme...-observé rápido su reacción. Había tensado la mandíbula. Reí dulce, no quería que se tomase esto mal -¿Lo hacías para desahogarte si tenías un mal día o sólo querías verme? Nunca...nunca me has dicho cuanto tiempo has estado enamorado de mi -me ruboricé, decir esto era embarazoso- Ni por qué lo hiciste.

YOONGI: Aparté la mirada, avergonzado de mí mismo.

-Iba con la intención de hablar contigo, como una persona normal, pero... te veía enfocado en Jungkook, así que me empezó a molestar -suspiré-. Pasé frente a ti un par de veces para llamar tu atención, pero nunca llegaste a notarme -reí algo apenado de lo patético que era-. Cuánto tiempo he estado enamorado de ti... -pensé con detenimiento la respuesta, recapitulando los hechos en mi cabeza-, la primera vez que te vi fue un día que Jungkook y yo pasamos frente a ti, ambos nos dimos cuenta de que él te gustaba, y no sé por qué, supongo que por cómo lo mirabas, empecé a fijarme en ti, pensé que quería que alguien me mirara como tú lo mirabas a él. Todos los días observaba tus gestos al verlo y tu nerviosismo, y un día me di cuenta de que al igual que tú lo mirabas a él, yo te miraba a ti -noté el rubor recorrer mis mejillas y me encogí de hombros-.