La chica imperfecta y El desconocido (SIN EDITAR)

Parte 7

Nath POV:

Es lunes, el día que más odio pues significa ir a clases, e ir a clases significa encontrarme con los idiotas que me ponen sobrenombres. Pero también hay algo bueno, podre ver a mi mejor amiga Yamileth, ella a estado ahí para mi cuando tengo quiebres emocionales, al igual que estuve con ella cuando su novio la engaño, ahora conoció a otro y me alegra verla feliz.

Hoy no recibí mensaje de Juanchi, el muy idiota me dejó con la intriga de saber su nombre. No le escribiré pues pensará que me interesa, y supongo estará camino a clases, al igual que yo.

El liceo al que voy queda algo lejos de donde vivo, prefiero caminar, lo malo es que estudio de tarde y al medio día el sol es horrible, típico de Venezuela. Así que uso sombrilla.

Al llegar, ahí estaba Yamileth. ¡Dios! La extrañe tanto, aunque solo no la vi el fin de semana. Pero es como mi hermana.

—¡Yami! ¡Chama! Te extrañe.— La abrace. Ella es de cabello rizado abundante, cachetona, es entre delgada y rellenita y tiene frenillos.

—¡Nath! Yo también te extrañe, aunque solo fueron dos días.

—Obvio, ¿quién no va a extrañar a esta ricura?.—Hice una pose rara y me señale.

—ríe—Definitivo, mi locura se te pego.—Hace una pose rara igual a la mía, nos miramos y empezamos a reír, por cuanto tiempo no lo sé. Pues ella se reía de mi rostro y yo de su risa, por que parece como si se ahogara y la carcajada nunca le sale.

Toda mi alegría se fue, al ver que los idiotas de mi salón se acercaban.

—¡Hey! ¡Gloria! ¿cómo está la ballena fuera del mar?.—Dijo el líder de ellos, su nombre era José y me decían gloria por el hipopótamo de Madagascar.

—¡Ya déjala en paz José! ¿No te cansas de esto?.—Me defendió Yami.

—Mmm... déjame pensar... ¡No!—Comienza a reír al igual que los que lo siguen.—No la defiendas Yamileth, esta gorda tiene boca para hacerlo, ¿No es así, Ballena?.

¿Debería dejarme pisotear así? Me levanté, ya no lo soporto.—Mira idiota, me has estado molestando desde que llegué a este estúpido liceo hace tres años y ya me tienes ¡Harta!—Mis lágrimas querían salir, odio ser de esas personas que lloran por la rabia.

—Gorda cagada, ¡quiere llorar! ¡quiere llorar! Quiere llo...—Fue interrumpido por mi mano en su mejilla. Ya había empezado a llorar y lo amenacé.

—Tú verás que estoy llorando, pero es toda la rabia que tengo hacía ¡ti! Si no quieres que toda esta rabia se descargue en tus bolas en forma de patada será mejor que me dejes en paz ¿¡Oíste!?

—Cla-claro.—dijo con miedo, lo solté de su camisa y se fue con su grupo.

Cuando se fueron, salí corriendo, necesitaba desahogarme, llorar, sacar todo lo que tengo dentro. Escuchaba los gritos de Yamileth pero estaba segura de que me seguiría. Llegue a un lugar apartado, me senté y note que Yami venía. Al llegar se sentó y me abrazo, lloré en su hombro, necesitaba desahogarme.
Cuando por fin me calmé, habló.

—¡Vaya! Nath, nunca te había visto así.

—Lo sé, yo soy calmada pero cuando una persona me molesta me defiendo.

—¿Y por que nunca te defendías?—preguntó.

—Porque creí que al ignorarlos se les olvidaría, ya vez que me equivoque. ¿Crees que hice bien?

—¿En serio? ¡Claro que si! Algún día tendrías que darte a respetar y ese día fue hoy.

—¿Que haría yo sin  ti?

—Nada, obvio soy la mejor.—mueve su cabello hacía atrás y hace pose de diva. Eso provoca que ría.

—Siempre sabes hacerme reír. Vamos que llegamos tarde al salón.

(...)

Ya en el salón, siento mi teléfono vibrar, lo saque con cuidado de que el profesor no lo viera, era un mensaje de Juanchi. Le respondí diciendo que luego le escribía.

—¿Quién es?.—Preguntó Yami a mi lado.

—Nadie importante, luego te cuento.—Dije y seguimos viendo la  clase.

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