Parte 2

12.3K 615 102
                                    

Inicia un nuevo día, y mi vida sigue siendo de lo más aburrida.

Reviso mi teléfono, solo mensajes de un grupo de whatsapp y unas notificaciones de facebook.

Me quedo en cama otro rato leyendo "El chico fantasma" mientras mis hermanos duermen.

Y si se preguntan, ¿duermes con tus hermanos en un mismo cuarto? pues si, nuestra casa es muy pequeña, y es horrible. Mi hermoso momento de paz es interrumpido por mi madre.

—¡Nath! ya levante, que me voy a trabajar —Dijo medio susurrando.

—Ma, ¿Por qué tengo levantarme? yo estudio de tarde.—Ahg odio levantarme.

—Porque tu hermana ya se despertó, por si no lo notaste por andar pegada a ese teléfono todo el día—Giro mi cabeza a la cama de al lado y es cierto, no la escuche.

—Bueno, ya voy. —siempre interrumpen mi momento de lectura.

—¡Ya voy, no. Levántate ya!—Y se fue sin importarle despertar al otro mocoso.

Las madres nunca entienden lo que significa "Ya voy"

(...)

Luego de que mi mamá se fue, la mañana transcurrio de lo más normal.

Mi hermano en su computadora.

Yo en mi teléfono.

Y mi hermana, pues... destruyendo la casa, naah mentira. Ella siempre mientras leo, esta a mi lado viendo "Peppa"

Cuándo llegó la hora de llevar a mi hermana, que es quince minutos para las once, la comencé a vestir o un intento de ello, ya que ella empieza a correr por toda la casa, cuando por fin la atrape, le hice unas coletas y le di un poco de comida que mi mamá dejo para el almuerzo.

Cuando salimos he íbamos caminando por la calle, cuando recordé al idiota de ayer, ahg espero no este ahí.

Y como el infinito me adora, él esta ahí, afuera, ¡esperándome!

—¡Hermosura!, ¡buenos días querida! me tienes abandonado—dijo haciendo un puchero. ¿Pero que...?—Aun sigo esperando tu número.

Pues muere esperando, ni siquiera le hable y seguí mi camino, los tipos como el no me dan buena espina.

Y así fue durante una larga semana, hasta que me harte, quería saber lo que en realidad ese idiota quería.

Al dejar a mi hermana, fui hasta él.

—Hola amorsíto, ¿al fin me darás tu número? —dijo él con una mirada desafiante, y sonrisa de pendejo, perdón, arrogancia.

—¡YA DEJA DE LLAMARME AMORISTO IDIOTA! NO ME CONOCES, Y POR DIOS, ¿QUE YO TE PAREZCO HERMOSA? POR FAVOR ¡MÍRAME!—Dije, y me miro de arriba a abajo-SIEMPRE QUE PASO POR ESTA INMUNDA CALLE, ¡TRAIGO MI ROPA DE DORMIR!, Y MI CABELLO SEMI-RECOGIDO, ¡PUES ME DA FLOJERA PEINARME!, ADEMAS YO CONOZCO A LOS DE TU TIPO, Y NO LOS SOPORTO. Y NO CREAS QUE POR SER GORDA, ME LO CREO TODO MUY FÁCIL, Y SI ASÍ LO PENSABAS, PUES, BÁJATE DE ESA NUBE —gracias a Dios no había nadie por la calle. Y no, no es el primero en intentar "Conquistarme"

Yo a veces me pregunto, que le pasa a los tipos como él, creen que porque están buenos, todas caen.

—Querida, yo...

—No me llames así—interrumpí.

—¿Cómo te llamas? amor...chica.

—Dolores Delano querido, un gusto—respondí sarcástica

El empezó a reír, y su risa es más graciosa que mi comentario, y eso causó que yo riera uno poco

—Entonces, yo me llamo, Juanchito el marrano—Respondió de la misma manera.

—Bueno "Juanchito" ya me voy, se me hace tarde—dije mientras me alejaba.

—¡HEY! ¡¿cuando sabré tu nombre real?!—gritó 

—Algún día Juanchi, ¡algún día!


La chica imperfecta y El desconocido (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora