Capítulo. XXXIV. Una líder.

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Cristal

¡Duele! Siento mi corazón arder Lucas me ha dejado de lado ¿Acaso me odia? Mis lágrimas recorren mis mejillas. Todo mi cuerpo está caliente y adolorido, me siento tan pesada y sin energía para pedir explicaciones. ¡Esto debe ser una pesadilla, si es así deseo despertar! Pero el roce de las manos de Halk me vuelve a la realidad.

No es un sueño es real tangible y doloroso.

__ Cristal –hace que lo mire, sus pulgares limpian mis ardientes lágrimas –vamos pequeña. Es mejor que salgas de aquí.

__ Déjala para que vea lo que sucede contigo. No estoy jugando; y menos con una persona que me traicionó –dice con una amargada sonrisa –no tolero verte a la cara. Eres una mocosa malcriada que lo único que querías era satisfacer un patético capricho.

¿Capricho? Él nunca fue eso para mí. En ningún momento; sólo deseaba ser feliz; que me amara a mí ¿He hecho algo mal? Lucas es mi todo desde ese día.

__ Lucas –él me observa con desprecio –yo nunca pensé eso de ti, jamás cruzó por mi mente algo tan cruel.

Él sin prestarle atención a Halk llega a mi lado y sostiene mi cara. Cierro los ojos al sentir sus frías manos tocar mi rostro.

__ ¿No? Te revolcabas con ese bastardo lobo o ¿Crees qué no lo sé? Eres una cualquiera. Una ramera –puedo sentir como esas palabras salen de sus labios duramente.

Siento como mi cuerpo es empujado al suelo, mientras mis ojos ven una fría mirada en esos orbes azueles. Mi corazón se desborona, se vuelve nada; sin poder mitigar el terrible dolor que abraza mi alma mis lágrimas salen descontroladamente.

Soy odiada por el hombre que amo.

__ ¡Basta Ya! –La voz de Halk me hace verle – Haz venido por mí, no a molestar a Cristal. Ella no tiene nada de qué ver con esto. El único culpable fuiste tú.

Lucas contrae el rostro y sin decir nada se va contra Halk.  

__ Puede que sea verdad; pero –sus palabras se detiene para mimarme – ¿Quién es el culpable de que olvidara todo? ¿No fuiste tú acaso el que bloqueó mis recuerdos y hasta mis sentimientos?

Halk desvía la mirada hacia mí, sus ojos denotan un terror tremendo. Lucas no miente.

__ ¿Es eso cierto? –logro decir con dificultad. Halk baja la mirada –Halk, responde por favor.

__ Son tan patéticos –dice burlándose de nosotros –así que es mejor que te despidas de él ya que dejará este mundo.

Puedo ver como Lucas va contra él; así que me interpongo entre los dos; de repente siento como el aire sale de mis pulmones nublando mi vista.

Una oscuridad llena mi alma, mi ser. Ya no queda nada ya no siento nada, ¿Qué hay después del vacío?

Nada

Más vacío.

Todo mi cuerpo se siente frío y entumecido. Es como si cayese por un abismo sin final. ¿Por qué todos me mienten, me engañan? Mi Lucas, la persona que más amo… él también me ha dejado. Odio a todos, me vengaré de todos.

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Mis ojos se abren dejándome ver a Halk sosteniendo mi mano, sin pensarlo mucho me librero de su agarre. Él se tensa al ver mi reacción, sin el mínimo cuidado me levanto de la cama. Lo observo con desconfianza.

__ ¿Cómo has podido? –Le reclamo – ¡Me has engañado! Robaste lo que más amaba… dime ¿Por qué? –Sus ojos se desvían a un lado –sólo soy una pieza más en su absurda guerra ¡Ya! Lo adivino. Todo esto tenía que pasar ¿Eh? O ¡Me equivoco!

Sangre y Aullidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora