Sangre y Aullidos.

Capitulo. IV. Ser fuerte.

Cristal

Mi vista esta puesta en la pizarra, sólo puedo oír el eco de la voz del profesor a lo lejos. Me siento tan desolada y desanimada, al recordar las palabras de Lucas.

__ Si piensas seducirme, déjame decirte que ese no es el camino correcto. Además sólo eres una niña caprichosa y no estoy interesado en bebés.

Sin duda sus palabras me causaron un daño profundo en mi corazón, pero que puedo hacer para sacarlo de mi mente, él se va abriendo camino en mi interior sin poder evitarlo; odio este sentimiento me hace tan vulnerable e idiota. El sonido de la campana me despierta de mis pensamientos.

__ ¡Hola! –al alzar la mirada me encuentro con Fran.

__ Hola. –digo con una media sonrisa. Él se acerca más a mí lo cual hace que mi sonroje.

__ Hoy luces decaída, escuché que no habías venido por que estabas enferma. En realidad me preocupe mucho. Me alegra ver que estas bien. –una cálida sonrisa se dibuja en sus perfectos labios.  

__ Sí, bueno ya es la hora de volver a casa y aparte tengo que buscar a mi compañero de física, ya que tengo que hacer un informe con él.

Fran me sujeta del brazo.

__ Yo soy ese sujeto, ¿Así que, vamos a mi casa o a la suya?

Le sonrío abiertamente.

__ Pues le informo que será en la mía, ya que mi padre no me deja ir a la casa de ningún chico. –él toma mis cosas.

__ Yo la ayudo dama, me imagino que la viene a buscar.

__ Sí. Justo a tiempo.

Durante el trayecto a la casa, Fran y yo hablamos hasta no más poder. Al llegar Ann sale a recibirme.

__ ¡Señorita bienvenida! ¡Oh! Trajo visita. –dice ladeando la cabeza.

__ Sí, él Fran un compañero de clase, pues hoy tenemos un informe que hacer.

__ ¡Genial bienvenido! –hace una reverencia. –bueno su tutor la espera.

__Me parece bien, así él nos explicará algunos ejercicios. –digo mirando a Fran.

Ann nos dirige a la pequeña cabaña. Como siempre mi madre con él. Lo odio algunas veces por no mirarme nunca con esa tierna expresión que sólo le dedica a mi madre. Mamá al vernos llega a mí lado.

__ Mi pequeña, ¿Es un amigo? –dice señalándolo.

__ Sí hoy tenemos que hacer un informe de física.

Mi madre lo saluda.

__ Bien les mandare una pequeña merienda para ambos. Me alegra saber que mi hija tiene amigos.

Mi giro hacia donde está Lucas, por su expresión parece conocer a Fran.

__ ¿Tío? ¿Qué haces aquí? – ¿Qué? ¿Cómo le acaba de decir?

Lucas suspira y me dedica una mirada.

__ Soy tutor de tu compañera, al parecer. –Fran me mira y me abraza.

__ ¡Genial! Tengo a dos de las personas más importantes en mi vida. A mi querido tío y a mí chica.

Yo de inmediato me alejo de él.

__ ¡No... no soy tu chica! No es tan fácil. –me defiendo mirando la reacción de Lucas. Pero él sólo está ahí como si nada.

Lucas camina hasta la pizarra.