Sangre y Aullidos.

Capítulo. XVIII. ¡última oportunidad!

Lucas

¡No, no... no! Esto de debía ser así ella no podía enterarse de esa parte tan vergonzosa. Sujeto a Sabrina del brazo sacándola de la casa, al salir cierro la puerta dejando a Cristal dentro, no quiero que escuchara más de lo que nos depara el destino.

__ ¿Se ha vuelto loca? Nunca debió decirle eso a Cristal, traté de alejarla de saberlo.

Ella me dedica una mirada compasiva.

__ No me parece justo que ella sufriera más, lo que la asecha tiene que ver contigo y su familia. Esa chica que tanto cuidas no es lo que parece... Cristal será la mujer que destruya a todos los de tu raza. Esa chica es tu perdición y destrucción. Ten cuidado con lo que haces.

Después de sus palabras se marcha.

Una extraña sensación invade mi cuerpo ¿Tal vez miedo? En verdad no lo sé, pero sea lo que sea es mejor ser cuidadoso. Al entrar ella está paseándose de un lado a otro, al notar mi presencia se acerca.

__ ¿Por qué no me dijiste nada? –Sus ojo me miran con dolor – ¿Acaso me crees capaz de hacer tal cosa? ¿No confías en mi amor? –puedo ver como su cuerpo tiembla –ya veo.

Mis labios se quedan sellados ante sus preguntas, Cristal sube y baja con sus cosas, me da una mirada llena de dolor.

__ No puedo vivir en el mismo techo con el hombre que duda de mí. Desde hoy los dos somos libres.

Ella sale sacudiendo la puerta. –en verdad lo siento, pero no puedo soportar otro dolor similar. – suspiro y me dejo caer sobre uno de los sillones.

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Me preparo un tazón de cereal con leche para el desayuno y un café fuerte, necesito fuerzas para afrontar el día de hoy, las cosas no serán nada fácil, no después de lo de Cristal, de seguro no quiere ni verme.

Tal vez he sido un tonto, armando un drama con todo esto, pero soy vulnerable cuando se trata de amor. Algo dentro de mí no lo logra asimilar, se vuelve un tremendo dolor en mi pecho. La voz de mi secretaria me saca de mis tortuosos pensamientos, ella me dedica una mirada de confusión.

__ Señor su cita de las dos cambió el lugar de encuentro él dijo –dice mirando su agenda –que el restaurante del hotel donde se hospeda es mucho más cómodo para ambos.

__ Gracias, llama y confirma la cita.

Cierro los ojos, me siento un idiota por todo lo que he hecho, aleje a la mujer que amo, pero no quiero verme vulnerable ante ella. Esas palabras de Sabrina me dejaron un poco temeroso... ¿Cómo puede ser ella, Cristal la mujer que acabe con todo lo que soy? Se supone que soy lo más importante para ella.

Paso las manos por mi rostro, la desesperación domina mi cuerpo, ella se casará con ese tipo ¿Estaré haciendo lo correcto? El sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos.

Veo el nombre de Ana, mi dedo aprieta el botón de apagado. No deseo hablar con ella, estoy molesto por la manera tan hiriente que fue conmigo. Sé qué es mi hermana mayor, pero meterse en mi vida es un abuso, cuando los dos sabemos que su hijo está a punto de casarse con una chica lobo.

Un suspiro escapa de mis labios. Nada de lo que haga hará que Cristal vuelta a mí y ahora menos que sabe de mi desconfianza... en verdad no tengo excusa para ello, y no sé qué decirle como me siento. Dejo caer mi cuerpo sobre el sillón tratando de calmar mis sentimientos encontrados por las curdas palabras de Sabrina, no sé hay algo raro en ella que no termina de conversarme, primero me alienta a seguir con ella y ahora la aleja de mi lado. esto es frustrante.