Sangre y Aullidos.

Capítulo. XXII. Ser fuerte.

Cristal

__ ¡Responde Cristal! –dice alterado mi padre.

__ ¡Arán para! –reclama mi madre, mientras sujeta mis hombros.

No puedo dejar de temblar y mi madre lo nota, ella sabe que si él se entera de la verdad aquí correrá sangre. No quiero que mi padre lastime a Lucas. Cierro los ojos preparada para articular mis palabras cuando Andrea interviene.

__ Señor Towsend hablemos.

Mi padre lo observa dejando salir un suspiro. Sin decir nada los dos se van a la biblioteca. Puedo sentir como mi cuerpo se relaja al ver que no tendré que responder a nada.

__ Cristal. Es mejor que hablemos –dice ella más seria que de costumbre. Ella me indica que la siga hasta el jardín y lo hago sin protestar, al ver que estamos solas se acerca a mí –hija ¿Cómo pudiste hacernos esto? –Expresa triste – ¿Qué sucede contigo?

Bajo la mirada para luego verla más calmada. La verdad no sé qué decir, no puedo inventarme nada. Lo que siento por Lucas es verdadero.

__ Madre... yo amo a Lucas. Él es mi todo.

__ ¡Cristal, ya basta con eso! Lucas es sólo un capricho hija. –Grita, puedo ver la angustia en sus ojos – ¡Hija tantos hombres tuviste que fijarte en Lucas!

Sus palabras me dejan dolidas ¿Cómo puede creer que él es sólo un berrinche? La miro firme.

__ ¡Estas celosa porque él me mira ahora a mí! –digo sin pesar.

Ella al escucharme hablar se sobresalta y me da una bofetada. Las dos nos quedamos sorprendidas.

__ Mamá...

Mi madre se acerca a mí con sus ojos casi al borde de las lágrimas.

__ Lo siento hija.... Yo no quería –me doy la vuelta.

__ No madre es mi culpa yo no debí a ver dicho esas cosas. –las lágrimas salen in poder evitarlo.

Al girarme las dos nos damos un abrazo, en verdad me siento mal por lo que dije. Fue cruel.

__ Te amo hija, si algo pasa puede contar conmigo. No lo olvides.

Me aferro a sus brazos.

__ Por favor madre no le digas nada a papá de Lucas. –ella me sonríe.

__ Tranquila que no le diré nada ¿Sí? Así que no te tortures con ello. Vamos adentro.

Al entrar veo a Andrea y mi padre dándose la mano. Andrea me dedica una mirada que me dejó helada, ¿Qué demonios pasó aquí? Papá camina en nuestra dirección.

__ Todo está solucionado. En verdad que Andrea es un buen chico y decidió continuar con el compromiso, así que Cristal puedes volver con él.

¿Qué? Mi piel palideció al oírlo hablar ¿Volveré con él? ¡No, no, no, no quiero! mi madre llega a mi lado y me abraza.

__ ¡Ves cariño todo está solucionado! Él como tu pareja decidió olvidar lo que pasó. Eso es amor –llega al lado de Andrea y sostiene sus manos –cuida bien a mi pequeña.

__ No se preocupe cuidare de ella muy bien –indica mirándome de una manera aterradora.

¿Dios acaso hice algo terrible para merecer esto? al lado de este hombre sólo me traerá dolor y desgracia. ¡Lucas ven por mí! la voz de mi padre me saca de mis pensamientos.

__ Bien, es mejor que los chicos vuelvan a su casa, ya las cosas están solucionada. En cuanto a ti Cristal, lo dejaré pasar, ya que a tu prometido no le importa la manera en la que le faltaste el respeto. Se buena, es un chico muy comprensible.