Toda la semana continuó su curso, girando alrededor del mismo tema: el baile. No todo el mundo participaba plenamente, pero era imposible no pensar en ello, ya que se escuchaba por todos los rincones, a todas horas. Los delegados y el director, junto con los profesores más participativos, reunían ideas y propuestas de los alumnos, mientras lo organizaban todo al detalle para que saliera todo a la perfección.

Por las tardes, el alumnado debía asistir a clases básicas de baile. Dafne, por supuesto, estaba encantada, ya que hacer lo que más le gustaba obligatoriamente era un lujo. Lo malo era que estaban divididos por cursos, y Gino no pudo ensayar con su pareja. Aunque, sin duda, el más indignado de todos era Noah. Cada vez que veía cómo Bailey tenía que coger de la cintura y de la mano a alguna chica cualquiera, y no necesitaba gafas para ver claramente cómo ellas se aprovechaban de la situación, le hervía la sangre de todo su cuerpo. Por supuesto, le había comentado a la profesora de baile que podrían hacer las clases independientemente del sexo, pero ella se negó, diciendo que esos bailes estaban pensados para tener una figura masculina y una femenina, pero que en el baile eran libres de hacer lo que quisieran. Noah no se quedó para nada a gusto con esa respuesta, ¿en qué año se suponía que estaban? Y, a eso, se sumaba su situación con Bailey. Estaba claro que se sentía en el décimo cielo al conseguir estar con él tras años deseándolo, pero, ahora, cada vez que se quedaban a solas... alguien interrumpía. Igualito que cuando quería pedirle salir. El destino, al parecer, decidía no dejarles intimidad para nada. No pedía demasiado, solamente esos ratos a solas que necesitan las parejas a veces... y ya estaba empezando a cansarse de que todo siempre se pusiera en su contra.

Gino, por su parte, seguía teniendo demasiados problemas con el sueño por culpa de cierta loca de vestido rojo. Cada vez que dormía veía más de esas pequeñas lucecitas que le dejaban ver más claramente aquella figura, y cada vez ella parecía más desesperada por que le obedeciera. Había encerrado bien cualquier cosa que pudiera hacer daño a sus compañeros de habitación, pero más de una vez se despertó en el baño, metido en una ducha, en la azotea, o en las escaleras... todo eso mientras era torturado sin piedad en el interior de su propia cabeza. Pero no pensaba dejar que controlara su vida, costara lo que costase. Aunque sabía bien que todo eso era a causa de la proximidad que se estaba creando entre Ethan y él, al igual que sabía perfectamente que controlaba sus pensamientos y que hacía todo lo posible por reprimir su corazón. Él sólo quería saber qué sentía realmente.

Pero así, sin que ninguno de ellos se diera a penas cuenta, llegó el día del baile. Todo el mundo, después de comer, se fue a sus habitaciones para prepararse. Gino tuvo que insistir mucho a Julia para que accediera a cambiarse en su habitación con Noah a solas, ya que ni él podía verla ni Bailey podía ver a Noah, según Ethan. La chica no entendía por qué le interesaba tanto que hiciera eso, pero Gino usó la excusa de que Noah la ayudaría, ya que ella no tenía ni idea de cómo ponerse "guapa". Así que se salió con la suya y le informó a Ethan de inmediato.

Julia no podía estar más nerviosa. A penas conocía a Noah. No parecía mal tío, pero no podía quedarse tranquila. Sin necesidad de que le dijera nada, Noah salió de la habitación para que ella se pusiera el vestido, cosa que agradó bastante a la chica. Cuando el albino escuchó su voz desde el interior, avisándole de que ya podía entrar, se quedó sin palabras. Bailey no exageraba, ese vestido había sido creado para ella. Era un vestido largo, de hombros abiertos, con mangas que le cubrían los brazos, ceñido hasta la cintura, a partir de donde se formaban pequeños pliegues curvados, con una raja a la izquierda para que no tuviera problemas al andar, de un tono verde oscuro que le favorecía mucho con su pálida piel. Hecho para ella.

-¡Vaya!- no pudo evitar exclamar-. ¡Estás preciosa, Julia!

La chica se sonrojó y desvió la mirada, sintiéndose muy cohibida por esas palabras. No estaba acostumbrada a que le dijeran esas cosas. De hecho, no estaba acostumbrada a que le dijeran nada. Así que le contestó con un fino hilo de voz tartamudeante.

However (Yaoi/BL) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora