-Yo soy Julia. Encantada. Bueno, no es como si no te conociera. Llevo como... ¿dos meses? Siendo tu compañera de notas en la taquilla.

Gino dejó de sonreír en ese momento. Pasó a una expresión seria, analizando la información, intentando relacionar conceptos. Esa chica era la chica a la que le había contado gran parte de sus secretos, era con quien había estado hablando día sí y día también por mensaje, era quien le ayudaba a tranquilizarse cuando sus amigos no estaban cerca y esa mujer de su cabeza le incordiaba, aunque eso último se lo hubiera reservado para él... era ella.

Sus ojos se abrieron como platos, aún sin soltar su mano.

-¿¡E-e-en serio eres tú!?

-Mhm- afirmó ella, asintiendo con la cabeza como si fuera algo de lo que estar orgulloso, aunque aún con ese mal sabor de boca.

Gino sonrió ampliamente. Al parecer, tenían mucho de lo que hablar. Y lo hicieron. Como estaban solos, se sentaron y comenzaron a hablar de lo increíble que había sido la forma de conocerse y de lo extraño que sonaría realmente si se lo contaran a alguien. Julia estaba algo nerviosa, pero de momento todo parecía ir bien. Nunca le había costado tan poco abrirse con alguien, ni siquiera con Dafne, y creyó que tal vez aquello que le haría aborrecerle y odiarle no existía en realidad. Y eso le hacía estar más animada, hablar mucho más y no decir cosas que podrían perjudicar a su relación. Y así pasaron bastante rato. Ellos no lo veían, ya que las ventanas era algo de lo que ese cuarto oscuro no disponía, pero ya estaba bien entrado el atardecer.

-... pero yo no hablo tanto de Ethan, que te quede claro- afirmó Gino con un leve puchero, al Julia afirmar lo contrario en algún punto de la conversación.

-¿En serio? Estás hablando de él ahora mismo- le contradijo ella, apoyando la cabeza en su mano para mirar hacia él con una sonrisa ladeada y una ceja alzada.

-¡Pero eso no vale! ¡Has empezado tú!- contestó como si fueran injustas sus palabras.

Julia se rió un poco, y luego transformó su sonrisa en una algo triste. Parecía que el tío estaba muy empeñado en odiarle, ¿tendría Ethan alguna oportunidad? Tal vez ella podría darle un pequeño empujón.

-No, pero, en serio, mi hermano no es tan malo como crees.

Gino la miró, extrañado, ante tal afirmación. Inclinó la cabeza y frunció un poco el ceño por el cambio radical de tema. ¿Desde cuándo estaban hablando del hermano de quién?

-¿Qué hermano?

-Ethan. Es mi hermano.

Toma ya. Sin avisar. De nuevo, otra sorpresa para Gino le golpeó en la cara con fuerza. Pero esta vez le dolió más adentro. Un malestar empezó a causarle ardor en el pecho. Pensó que la mujer de su cabeza no estaría contenta con esto. Aún así, decidió ignorarla a duras penas y seguir con su propia incredulidad.

-¿¡T-tu hermano!? ¿¡En serio!?

-¿Por qué iba a mentir?- contestó como si nada, encogiéndose de hombros.

Gino se tomó entonces la libertad de analizar a la chica. Con esos ojos oscuros, ese pelo castaño y liso, esa tez pálida y esa expresión relajada, no se parecía en nada a Ethan con sus ojos verdes, su pelo rubio y ligeramente ondulado, su piel lo suficientemente tostada como para tener algo de color y su estúpida sonrisa permanente. Sin mencionar la diferencia de estatura. Eso podría ser culpa de la genética, claro. Pero...

-Pero estáis en el mismo año... ¿no?

-¿Has oído hablar de los mellizos? Ya sabes, eso de compartir barriga pero cada uno por su cuenta. No tenemos por qué parecernos en absoluto.

However (Yaoi/BL) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora