However (Yaoi/BL) [PAUSADA]

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Bailey Parker no es una persona interesante, a simple vista. Vale, es muy atractivo, y esa actitud de "me da igual todo" le da algunos puntos. Pero Bailey, lo que viene a ser él como persona... no suele llamar la atención. Aunque a veces se tiene que mirar en el fondo de una persona para conocerla de verdad. O, a veces, en el pasado.

Bailey nació en una familia muy desgraciada. A veces estaba llena de amor y de recuerdos felices para conservar toda la vida... pero la mayor parte del tiempo era una pesadilla. Su padre era un hombre con muchos problemas mentales, algunos de ellos tenían que ver con su agresividad. Agresividad que solía descargar en su pobre mujer y su confuso hijo. A penas tenía capacidad para pensar: "¿Por qué me hace esto?". Pero a él poco le importaba. Solo le preocupaba que nadie le viera los moratones y que le montaran algún follón innecesario. A veces Bailey pensaba que deberían dejar a su padre y vivir juntos los dos, su madre y él, solos. Siempre creyó que serían más felices. Cada vez su padre les aportaba menos cosas buenas.

Su madre, desesperada, le solía pedir a un buen amigo suyo que cuidara de él una temporada. A veces eran días, a veces semanas. Pero Bailey estaba muy a gusto en esa casa. Mucho más que en la suya. En esa casa vivía un niño de su edad con el que solía jugar desde antes de saber andar. Era un niño muy sonriente, aunque bastante enfermizo. Sus padres nunca le dejaban salir a la calle ni que le diera el sol, pero Bailey lo entendía, ya que parecía que se podía romper en cualquier momento. Cuando le preguntaba "¿Por qué tienes el pelo blanco?" él siempre se reía y le preguntaba "¿Por qué lo tienes tú castaño?". Le encantaba ese niño.

A parte, en esa casa también estaban sus padres. También le parecía raro que Noah no se pareciera ni a Nil ni a Michael, igual que él tenía los ojos de su padre y los labios de su madre, pero no recuerda haberle preguntado nunca. El caso es que los señores White eran muy amables y atentos. Siempre le daban muchos dulces, Nil les cantaba para dormir y Michael les leía muchos cuentos. Aunque Michael podía dar un poco de miedo, a veces, cuando se enfadaba. Pero esa sensación se disipaba en un abrir y cerrar de ojos y volvían a ser una familia feliz.

Pero Bailey nunca terminaba de estar a gusto del todo. Ellos no eran sus padres. Bueno, ellos no eran su madre. Así que seguía poniéndose extremadamente contento cuando su querida madre le venía a buscar. Pero, un día, nunca volvió.

Recuerda perfectamente cuando, teniendo 5 años, vio llorar a Nil poco después de coger el teléfono. Le preguntó qué le pasaba, Nil se sentó y le sentó a él en su regazo. Le explicó que su madre había subido al cielo y su padre había bajado al infierno. Les prohibieron ver la tele durante dos semanas. Tenían miedo de que Bailey y Noah vieran en las noticias ese horrible caso del hombre que mató a su mujer y se suicidó después. Aún sin saber del todo la verdad, Bailey se deprimió mucho al pensar que no volvería a ver a su madre.

Bailey no recordaba tener más familia, pero tal vez la tenía y no se querían hacer cargo de él. Necesitaba una nueva familia. Nil y Michael no pensaban dejarlo en ninguna casa de acogida, así que estuvieron a punto de adoptarlo ellos mismos. Pero alguien se les adelantó.

Ellos les habían contado los hechos a sus amigos más cercanos, y dos de ellos se decidieron a cuidar de Bailey por el resto de sus vidas. Así fue como Bailey adoptó el apellido Parker y pasó a formar parte de la familia de Brad y Jake.

Ya los conocía de antes, a ellos dos. A veces se presentaban en casa de los White para que Brad se acostumbrara a los niños. Al parecer tenía una escuela de boxeo e iba a empezar a darle clases a niños más pequeños de lo que estaba acostumbrado, así que Jake le incitaba a ir para familiarizarse un poco con ellos.

En realidad, esa familia era la mejor del mundo. En su casa siempre había sonrisas, amor, cosas que hacer... era bastante más animada que la de los White. A ver, que los White también eran geniales, pero... es como si estuvieran hechos para Noah, no para él. Con Jake y Brad se sentía como en casa. Sin olvidar nunca a su madre, claro.