Los días pasaban en Brooks, pero no borraban nunca los problemas de nadie. Eso de que el tiempo todo lo cura, lo estaban poniendo a prueba. De momento, ninguno se había librado de nada.

Oh, bueno, de casi nada. Gino se había deshecho de su dolor de cabeza, más o menos. Pero, ¿a qué precio? Fue la misma mujer de sus pesadillas la que le dijo que era ella la que le causaba ese dolor cada vez que Ethan se acercaba. Así que decidió evitarle todavía más. No quería volver a acabar llorando en los brazos de Elliot mientras Noah hablaba con su enemigo. Tal vez aún le guardaba algo de rencor por haberle traicionado de una manera tan horrible...

Ya. Rencor. Gino. ¿Y qué más? Ya iba paseando tranquilamente junto a él y Bailey por los pasillos de la academia. Aunque la conversación no era lo más agradable del mundo, que digamos.

Últimamente estaba en boca de todos. La muerte de la mujer del director, madre de Dafne y antigua profesora de teatro. Todos los alumnos hicieron varios gestos hacia ella, ya que era muy querida por ellos, a excepción de los nuevos, que no llegaron a conocerla pero no se quedaron atrás y colaboraron en todo lo que podían.

Los tres amigos sabían perfectamente que hablar de ello no solucionaría nada. Pero estaban más preocupados por otra cosa.

-Dafne... no ha venido a clase hoy tampoco, ¿no?- preguntó Noah.

-No. Tengo entendido que está en su habitación, pero solo sale para ducharse- contestó Bailey, apenado.

Gino suspiró y continuó el rumbo de la conversación.

-Debe ser muy duro que todo el mundo esté hablando de lo que ella menos quiere escuchar, pero tampoco sería agradable quedarse sola en su casa...

Los otros dos asintieron con la cabeza ligeramente, dándole toda la razón que tenía. Ninguno de ellos era muy bueno en cuanto a palabras y apoyo moral se refiere en estos casos, ya que los tres tienen un miedo terrible a decir algo innecesario que pueda herir a la otra persona. Según Ethan, Dafne estaba en compañía de Julia, así que no debían preocuparse demasiado.

Cuando estaban a punto de llegar a la sala de estudio, la cual era su objetivo, vieron como Elliot, que estaba hablando con el profesor de música, se giraba hacia ellos. Al hacerlo, se despidió rápidamente y se acercó a Gino, con un poco de nerviosismo.

-Hola, chicos- saludó a todos, y ellos saludaron de vuelta. Luego, se dirigió al de cabello azabache-. Gino, ¿estás mejor?

El chico asintió con una sonrisa tranquilizadora. Al fin y al cabo, fue Elliot el que le vio llorar como un bebé y le consoló. No quería que su profesor creyera que le pasaba algo preocupante. Aunque no sabía muy bien si se tendría que preocupar por su problema.

-Bien, me alegro- dijo con una sonrisa-. Bueno, verás... tenía un favor que pedirte, la verdad.

Ante el cambio de tono en su voz, que pasó a uno más relajado pero serio y firme, Gino se extrañó un poco. Pero también sintió curiosidad.

-¿De qué se trata?

El profesor carraspeó, y los dos acompañantes de Gino se miraron extrañados. Si esta confianza era normal entre profesor y alumno, era la primera noticia que recibían.

-Es que, verás, hay un alumno que tiene ciertas dificultades con la extraescolar de teatro. Necesita algo de ayuda y me preguntaba si podrías dársela tú.

Gino se quedó sin palabras. Por un momento se preguntó si realmente le estaba hablando a él y no a Bailey o Noah, que eran realmente buenos actuando. Al comprobar que no era así, a juzgar por sus caras y porque Elliot le estaba mirando a él claramente, consiguió articular palabras.

However (Yaoi/BL) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora