"... PD: ¿Tú qué opinas sobre el odio?"

"¿El odio? Hum... es una pregunta un poco rara. Supongo que es un sentimiento como cualquier otro... ¿No? ¿Tú qué crees? ¿Por qué lo preguntas?"

"No es nada en especial. Es solo que... bueno, el odio puede ser un poco confuso a veces. Quiero decir, si odias a alguien... es molesto verle o hablar con esa persona, ¿no? ¿No sería mejor un mundo sin odio?"

"Bueno... a veces tenemos motivos para odiar a la gente. Aunque muchas veces son motivos... egoístas. Seguramente si alguien perfecto existiera, encontraría la forma de no odiar a nadie nunca. Eso es lo que yo creo. Pero odiar no es nada malo para alguien corriente como nosotros."

"Pues yo creo que es mejor odiar de vez en cuando. Si te lo guardas, acabas explotando. Creo que eso es lo peor. Sí, retiro eso de que un mundo sin odio sería lo mejor."

"Oye, ¡estaría muy bien que te aclararas las ideas! Solo te conozco por notas de papel, pero creo que eres una persona muy... indecisa. ¿Te cuesta identificar los sentimientos?"

Gino estaba en su cama, recordando la última conversación que tuvo con esa persona al otro lado de la taquilla. Estaba intentando dormir. Bueno, en realidad, se estaba planteando si dormir o no. La noche después de despertarse frente al ordenador, no lo hizo. Tenía miedo de que le volviera a pasar, creía que no sería capaz de volver a escuchar todas esas voces en su cabeza, de sentir ese dolor insoportable...

Esa fue la primera noche. A la segunda, Noah le descubrió despierto de madrugada y supo en seguida por su expresión que algo no iba bien. Con lo cual, fue prácticamente forzado a contárselo todo. A él y a Bailey, al que no dudó en despertar. El sentimiento de culpabilidad por preocuparles- bueno, al menos a Noah- no le abandonó en todo el rato. Les contó todo: las voces, el que se despertó sentado cuando aseguraba haberse acostado en su cama, y el artículo que le apareció en la pantalla.

Tal y como Gino pensó que pasaría, Noah se preocupó. Le presionó hasta que, finalmente, accedió a contárselo todo a su madre. Y agradeció que lo hiciera, la verdad, ya que sus palabras tranquilizadoras fueron las que le ayudaron a dormir como un lirón. También se sintió culpable por despertar a su madre tan tarde. Pero, al final, todo se solucionó. Su madre le dijo que no dejara de tomar las pastillas y que seguramente se durmiera frente al ordenador y no lo recordaba. Prefirió pensar que estaba en lo cierto.

Pero, ahora, volvía a enfrentarse a su realidad. Volvía a tener miedo de dormir. Pero pensó que si Noah lo descubría, su instinto de madre se volvería a activar y haría lo imposible para ayudarle, por eso decidió que se esforzaría por dormir. Recordó que cuando era un niño y tenía miedo de la mujer de sus sueños, solía pensar en otras cosas para poder dormir. Por eso recordaba las notas que intercambió con la taquilla. Pero no le sirvió. Decidió pensar en algo que le hubiera pasado durante el día.

Pensó en Ethan. En lo molesto que fue encontrárselo a la salida de la biblioteca de nuevo y que le viniera a hablar. Oh, y también en cómo le fastidió la comida al sentarse en su misma mesa porque tenía que hablar con Noah sobre la colecta. Se preguntó si el destino le odiaba. Por suerte solo le saludó y no le habló más. Pero solo su presencia ya le irritaba. Y luego el muy fresco no se dignaba a presentarse en clase de teatro. Le parecía súper vergonzoso... ¡Y luego hablaba con Thalía tan tranquilo! ¿Se puede tener más cara?

-Yo creo que no, cielo.

Gino abrió los ojos para encontrarse con oscuridad. Volvía a sentir falta de presencia en su cuerpo. Otra vez estaba en ese horrible lugar y en esa horrible compañía. Se alegraba por haber conseguido dormirse, pero ahora no estaba para hacer ninguna fiesta.

However (Yaoi/BL) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora