—No digas eso...

—Es verdad. Nada funciona por más duro que lo intente. No sabes lo frustrado y asustado que me siento ahora. No quiero perderte.

—No iré a ninguna parte.

Fue mi turno de abrazarlo y de consolarlo. Quería que Harry se sintiera igual de apoyado que yo me sentía cuando el me consolaba. Necesitaba hacerle saber que yo estaba ahí para el, tal cual como el siempre estuvo ahí para mi.
Había estado pensando en no volver a Estados Unidos. Me podía quedar en Londres, comprar una casa y estar con Harry, que era lo que  más quería en ese momento.

—Puedes llevar a tu madre a Londres —le propuse.

—No podría tratarse allá, no puedo costearlo.

—Sabes que yo financio el hospital donde se encuentra Cath. Ahora solo lo hago con el  área de niños, pero podría hacerlo también con la de adultos.

—Eso sería muy costoso, Madison.

—Tengo mucho dinero y nadie con quien compartirlo. Solo tú —confesé esto último por lo bajo con vergüenza.

—No quiero tu lástima —dijo.

—No te tengo lástima, idiota. Solo quiero que estés bien.

El vaciló. Sabía que él pensaba que debía hacerlo solo, pero no era así. Había trabajado demasiado por sacar adelante a su madre pero necesitaba ayuda y yo quería dársela, porque yo sabía lo triste que era perder a tu familia.

— ¿Estás segura de esto? Es demasiado.

—Estoy segura —le dije para luego darle un corto beso en los labios.

***

—Y ahí —me señaló lejos—, bajo ese árbol, fue mi primer beso.

Yo me reí, aunque me provocaba un poco de celos saber que había besado a una chica justo en ese lugar. Intenté imaginar a Harry más joven; su rizado cabello, sus ojos verdes y sus margaritas unos años atrás. Debería de haber sido demasiado tierno y hermoso.

—Amo este lugar.

Harry se lanzó al pasto verde y trató de hacer un ángel como de los que hacen con nieve. Su fallido intento me hizo reír y en venganza tiró de mi pierna y perdí el equilibrio cayendo sobre él entre más risas. Me quedé encima mirándolo mientras reía tranquilo y relajado. Pasé una mano por su cabello para llamar su atención.

—Londres me gusta pero extraño demasiado esto. Ya sabes, mi hogar.

—Se lo que se siente —dije con nostalgia.

Harry frunció el ceño. —No quiero que estés triste. No aquí conmigo.

—Perdón, a veces no puedo evitarlo —le dije, pero el no respondió. Temí que estuviera enojado conmigo.

A lo largo del día, Harry me había llevado a recorrer todo el lugar, pero lamentablemente no me había emocionado tanto como el esperaba y me sentí mal por eso.
Pero estar en la casa de Harry me traía tantos recuerdos de la mía que no podía dejar de pensar en mis padres y mi hermano. ¿Que estarían haciendo en ese mismo instante? ¿Me extrañarían tanto como yo a ellos?

—Me gustaría volver a hacerlo —Harry rompió el silencio.

— ¿Qué? —pregunté curiosa.

—Volver a besar a una chica en este lugar. ¿Sabias que es un lugar mágico? —preguntó.

—Eres un charlatán —me reí de el y lo golpeé en el brazo—. ¿A cuantas chicas les has dicho lo mismo?

—Solo a unas cuantas —dijo y lo golpeé aún más fuerte. Él se quejó, pero mi enojo no duró demasiado.
Harry me pilló desprevenida y en un solo movimiento me puso debajo de él aprisionando mis brazos con los suyos.
Podría haberme resistido para molestarlo, pero mi cuerpo no respondía, solo quería que me besara.

—Gracias, Harry.

— ¿Por qué?

—Por todo esto.

No dijo nada. Soltó su juguetón agarre de mis brazos y entrelazó sus dedos con los míos mientras su rostro se acercaba cada vez más.
Su respiración se mezcló con la mía y sentí como mi piel se erizó.
Cuando nuestros labios se juntaron me apresuré en seguir su beso un tanto desesperada. Necesitaba sentir su toque sobre mi, la manera en que hacía que todo mi cuerpo se estremeciera y olvidara todo lo que me abrumaba.
Su lengua tocó la mía y enredé mis piernas en sus caderas para atraerlo más a mí. Harry soltó una pequeña risita al notar mi ansiedad. Pero yo no quería que riera.

Tire de sus rizos y mordí su labio provocando que gimiera, y cuando sus labios dejaron los míos para posarse en mi cuello y sus manos apretaron mi trasero fue mi turno de hacerlo.
Fue ahí cuando me di cuenta del cambio de temperatura y quise despojarme de la chaqueta que me había puesto en la mañana.

—Juro que no hacía esto a los doce años —dijo Harry riendo en mi cuello—. Te dije que era un lugar mágico.

—Charlatán —rodé los ojos para luego besar sus labios nuevamente.

Paparazzi » Harry Styles (COMPLETA)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें