- No quiero mandarle ningún mensaje por si está con Dujun o... -murmuró frenándose antes de nombrar "al que no debe ser nombrado".

- Kikwang. -finalicé su frase por ella mientras Yoseob y Lizzie se quedaban en silencio, pendientes de mí- Chicos, tenéis que dejar de hacer eso siempre. Kikwang no es Voldemort. No pasa nada si lo nombráis delante de mí.

- Nada excepto que luego estás todo el día dándole vueltas. -espetó Lizzie.

- Que no, de verdad. Tengo que normalizarlo. Ya se que no volveré a tener nada con él. Lo he asumido. No os preocupéis.

- ¡No digas eso! -exclamó Yoseob mientras soltaba su tenedor, haciendo un ruido al chocar con el plato.

- Yoseob, es la verdad.-murmuré, recordando con ternura nuestra pequeña conversación de la noche anterior. Me conmovía que Yoseob quisiera ayudarme, pero arreglar aquello era misión imposible.

- Que no. -dijo muy serio- Y tú, mándale un mensaje si quieres verle de verdad.-dijo señalando a Alissa- Tenéis que moveros también. Nada os va a venir regalado. -concluyó, regañándonos.

Alissa y yo nos hundimos en la silla e intercambiamos miradas. No pudimos evitar reírnos, y al segundo Yoseob y Lizzie se unieron a nosotras.

Yoseob tenía razón. Tenía que dejar de ser pesimista. Tenía que intentar hablar con Kikwang. El cómo no lo sabía aún, pero si se me daba la oportunidad la aprovecharía.


Después de desayunar y cambiarnos, Yoseob llevó a Alissa a su casa y Lizzie y yo limpiamos un poco el piso.


Tras el almuerzo, Lizzie me dijo que tenía que salir a comprar unas cosas. Estaba algo extraña. Pero no le di importancia. Había intentado sacarle información sobre la idea de Yoseob, pero solo me había dicho que tenía que confiar en él.

Pasé la tarde en casa sola, viendo la televisión y ojeando el móvil. Pensé en hablarle a Jackson. No le había contestado a su último mensaje. Y no sabía aún qué contestarle. Seguramente solo se estaba burlando de mí, y no quería darle la satisfacción de contestarle a eso.

Aún así, no pude evitar mirar un par de veces el pequeño vídeo. "Aigoo~" pensé. De verdad quería burlarse de mí. Le encantaba picarme. Como cuando compró el mismo batido de la otra vez.

- ¿En qué piensas? -preguntó Lizzie, dejando las llaves bajo la mesita del salón, sacándome de mis pensamientos. Estaba tan inmersa en el móvil que no me había dado cuenta de que había vuelto. Había estado cerca de una hora mirando el móvil desde la última vez que miré el reloj.

- Nada en especial. -contesté bloqueando el móvil sin darle oportunidad a Lizzie de ver qué había estado observando.

- Lo que tú digas. Tengo algo para ti. -dijo orgullosa, señalando una bolsa enorme que llevaba aún colgada en el brazo.

- ¿Has vuelto a comprar ropa? -pregunté incrédula.

- Solo un par de prendas. Nada caro.

- ¿Cuánto te pagan por entrar a trabajar a final de curso y hacer un par de prácticas para el año que viene? Ni siquiera vas a estar un trimestre entero.

- Calla. -dijo Lizzie- Es un buen colegio y yo soy una profesora de calidad. Aún por una semana me pagarían bien. Y ellos insistieron en que empezara ahora para que me adaptara a los métodos de enseñanza del colegio.

- Lo que tú digas. -contesté usando sus palabras mientras ponía los ojos en blanco.

- Vamos a tu habitación. -dijo mientras me agarraba del brazo y me arrastraba hasta mi cuarto.

║ El Chico Selfie ║ ©Onde histórias criam vida. Descubra agora