Capítulo 78: Caída

Start from the beginning
                                    

—Escapemos de aquí antes de que vuelvan a por nosotros.

Sin dudarlo un segundo, comencé a seguir sus pasos hasta que llegamos a una de mas habitaciones del segundo piso. Juntos avanzamos por los pasillos, hasta que encontramos una pequeña habitación de luz cálida, donde nos recostamos sobre el colchón en completo silencio.

Por unos momentos, creí que el chico se limitaría a acompañarme en silencio, que dejaría que su intriga desapareciera, que esperaría a que yo estuviera lista para hablar, que actuaría como siempre lo hacía. Pero esta vez fue diferente.

—¿Puedo preguntar qué sucede? –Susurró sin voltear a verme.

Mi corazón al oírlo, comenzó a latir con fuerza.

—¿Qué sucede de qué? –Reí nerviosa.

—¿Qué pasó ahora?

Mis ojos buscaron los suyos implorando compasión, sin embargo, él no volteó hacía mí en ningún momento.

—Sé que no quieres hablar... Pero me preocupa un poco lo que esté pasando en un momento como este.

—N-No entiendo...

—Sé que algo ocurrió en el paseo, estás distante de todo desde aquella vez, desde el último día...

Yo tragué saliva con fuerza.

—No voy a dejarte en paz hasta que respondas.

—Está todo bien –susurré sin despegar mi vista de su perfil.

—No, no lo está –soltó apretando su mandíbula. —Te desapareciste varios días, no respondias nuestros mensajes....

Yo continué en silencio.

—Estás evitandonos a toda costa, y por si aquello fuera poco, Armin no ha estado conmigo en toda la noche... No puedes decir que está todo bien.

Mis labios comenzaron a temblar.

—¿Es otra amenaza? ¿Tú estás bien? –Preguntó finalmente observándome.

—Lyss, yo...

—¿Qué quiere ella ahora?

—No es sobre ella esta vez...

—¿Entonces qué sucede? –Preguntó mientras

Iba a finalmente hablar, cuando entonces, el fuerte sonido, de lo que parecía ser un golpe, me detuvo.

—¿Qué fue eso? –Susurré.

Tan pronto el silencio invadió la habitación, ambos notamos que la música se había detenido.

—Castiel... –Soltó el chico antes de observarme y abandonar la habitación.

Siguiendo sus pasos, corrí escaleras abajo y al llegar, nos abrimos paso entre las personas hasta llegar al punto de orígen del sonido.

—¡Ya basta! ¡Dejalo en paz! –Nos recibía Priya entre gritos.

Mi vista rápidamente se fijó en el centro y allí, tirado en el suelo, con el rostro bañado en sangre, Armin se encontraba siendo golpeado por Castiel, quién no dejaba de darle una y otra vez puñetazos en el rostro.

Ya No Soy Aquella - CDMWhere stories live. Discover now