Amanda y Liam. Tú + Yo = 3

Capítulo 45: Amor por Chat

L: ¿Vas a modelar ropa interior? ¡Wow! Tengo que ver esas fotos... 

A: ¿No te molesta, Liam? Estoy indecisa, todavía no he confirmado a la agencia, quería contarte primero.

L: ¿Por qué, es algo muy revelador?... ¿Tangas, colaless, hilo dental?, ¿qué tan pequeños son? 

Amanda bufó cuando Liam puso cara pervertida al otro lado del chat.

A: No son colaless, Liam, les dije explícitamente que no voy a modelar colaless. Son panties, calzas, medias con ligas y tal vez, pantaletas con encaje.

L: No sigas... que mi imaginación vuela, nena. Ya te estoy imaginando... quiero ver las fotos, definitivamente.

Liam esbozó una sonrisa pícara en su rostro.

A: ¡Uf, hombres!  ¿Ves?, por eso no quiero modelar ropa interior o bikinis.

Amanda desde el otro lado fruncía el ceño disgustada, bufaba al exhalar el aire y casi gruñía a Hemsworth.

L: ¡Hazlo, Amanda! Puede ser una gran oportunidad y si además te van a pagar bien... ¿Quién dice que este no sea tu primer paso al modelaje internacional en gran escala? Podrías llegar a ser una super modelo aquí en L.A. Y tal vez hasta una actriz de Hollywood si te lo propones... y no me digas que no tienes talento.

A: Ya tengo una carrera y pronto tendré mi diploma que me acreditará como antropóloga con mención en arqueología. No necesito mostrar mi cuerpo para ganarme la vida...

Para Amanda, la conversación no estaba yendo bien. Sabía que iba a ser incómodo comunicarle a su novio, a kilómetros de distancia, que tenía un ofrecimiento para modelar prendas íntimas, pero no esperaba que él empezara a hacer mofa de la situación ni menos alentarla. Esperaba que Liam se molestara o se pusiera celoso, que le dijera que él no quería que su chica se mostrara en paños menores. Así tendría la excusa para declinar la oferta de la agencia. Al menos, había sido la reacción de Felipe cuando supo que Natalia había participado en el casting sin avisarle primero, pese a que ella no quedó seleccionada.

La verdad, es que su incomodidad con el tema iba por otro lado. Su pasado de abusos con Julius aún la perseguía, por mucho que ella se empeñara en olvidar. No había sido capaz de superarlo todavía. No le gustaba mucho tomarse fotos, salvo que fueran en grupos de amistades o realizando trabajo de campo, las que tenía en su facebook eran en su mayoría de ese estilo: Amanda en una excavación o fósiles recolectados en la cordillera. No tenía ni siquiera fotos en bikini. Tampoco subía fotos de Dannae ni permitía que otros lo hicieran sin su consentimiento.

"Los pedófilos y pederastas están por todos lados, abundan en las redes sociales, se disfrazan con nombres falsos y apariencias normales... lo que para nosotros es una inocente foto de un/a menor en la playa o piscina, ellos lo ven con ojos pervertidos; los padres y familiares no deberían subir fotos o vídeos de sus niños. Hasta un vídeo de una niña igual o más pequeña que Dannae bailando feliz, como una gracia, puede terminar en una de sus sucias páginas. No importa que lo compartas en privado, ellos se infiltran por todas partes, es su obsesión pervertida... siempre están atentos de lo que suben los padres, los tíos o los abuelos.  Pueden estar dentro de la misma familia incluso, pero operan en absoluto secreto".

Fue lo que le espetó una furiosa Amanda cuando supo que Liam había compartido con su familia unas fotos donde los tres estaban en traje de baño en las playas de Pichilemu. Liam le replicó que exageraba pero después de conversarlo con su padre, terminó por darse cuenta que Amanda tenía razón (ella había vivido esa cruda experiencia en carne propia, con imágenes nada inocentes). Liam le pidió disculpas y borró las fotos. Cada vez que veía que la gente compartía sin ninguna reserva material gráfico de sus hijos, nietos o sobrinos, sin pensar aquello, Amanda sentía una punzada amarga, preguntándose si irían a parar a páginas de pedofilia. Todavía la angustiaba saber que las fotos que su padrastro le tomaba en poses expresamente sensuales, podían seguir dando vueltas en la red.