Amanda estudia Arqueología, es la mejor alumna de su curso. Liam es un emergente actor australiano, radicado en USA. Sus vidas se cruzan cuando él y sus colegas actores llegan a filmar una película a Chile, usando de locación las montañas de la Cord...
El museo ya está cerrado al público pero los socios de CAP y los miembros del team permanecen dentro, conversando en la gran sala o en el patio, recién atardece, pese a que el reloj en la pared marca las nueve de la noche. Las chicas van al baño en grupo.
— Oye, Amanda, mi papá nos contó que Liam le pidió permiso formalmente para salir contigo... a todos los adultos de la directiva, así que ahora son pololos oficiales, ¡qué romántico! —dice Anita frente al espejo, junto a su hermana Tamara.
— ¿En serio? ¿Liam le pidió permiso a los adultos para pololear contigo? —pregunta Maya, abriendo sorprendida sus ojos verde esmeralda.
— Sí, pidió autorización. Como si yo fuera una adolescente que necesita permiso para pololear... me dejó en vergüenza, ¿cachai? —protesta Amanda, buscando una peineta en su mochila.
— ¡Aww, pero es muy romántico! ¡qué kawai! Eso significa que tú le importas, que él quiere algo formal, algo serio... ¡me muero, amiga, tienes mucha suerte! —le contesta Maya abrazando su espalda mientras Amanda se peina.
— Sí, super kawai —opina Cony.
— Le dije que no era necesario, pero Liam insistió. Dijo que si CAP es mi familia, entonces él tenía que pedirles su autorización para salir conmigo —comenta Amanda, todavía algo avergonzada.
— Aww, me muero de envidia, amigui. A mí nunca me ha pasado algo así, que un pololo pida permiso formalmente a mi familia para salir conmigo, siempre soy yo la que llego y presento a mi pololo a mis padres —asegura Maya—. A propósito, el domingo voy a almorzar a la casa de mis papás y le pregunté a Xander si quería ir conmigo: dijo que bueno pero en realidad no lo noté muy entusiasmado por conocer a mis papás... bueno, ya nos quedan pocos días juntos, estamos jugando a los descuentos —suspira resignada.
Vuelven al patio comentando de los chicos, las diferencias entre Maya y Xander, que tienen asumido que sólo es un amor de verano, algo pasajero, al igual que Camila y Josh; y la relación de Amanda con Liam, que parece afianzarse volviéndose más sólida. En especial, cuando Amanda les informa que ella y Liam quieren averiguar si su beca tiene cobertura en universidades extranjeras y que de ser así, podría terminar la carrera en California. Amanda le dice a su amiga que quiere estar con él, pero que no está del todo convencida de dejar estudios, trabajo y amistades; la seguridad de Chile por una nueva vida en USA con Liam... sin ninguna certeza. Maya le expresa que en tal caso, la echará de menos, pero que tiene que jugársela por su chico canguro, que vale la pena arriesgarse.
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— Oye, lo de ir a vender la ropa a esa feria de las pulgas sigue en pie, supongo... ¿o tienes otros planes con Liam? —la interroga Maya.
