Capítulo 26: Una Tarde en el Museo

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Viernes 2 de marzo, 06:00 A.M.; depto. 404 Apart-Hotel Tobalaba.


La alarma del teléfono de Amanda despierta a la chica, que se da vuelta y se sale a regañadientes del regazo de Liam para apagar el aparato. Toma su brazo y lo retira con cuidado intentando no despertarlo. Hemsworth emite un gruñido indescifrable y se reacomoda para seguir durmiendo, por un instante entreabre los ojos y distingue la silueta de Amanda entrando a la ducha. 

Tras desnudarse y echar a correr el agua, Amanda recuerda la conversación de anoche con Liam; siente que es demasiado maravilloso haberse enamorado de un hombre comprensivo, que al fin la entiende y la trata bien, que no le importa su pasado, lo que la obligaron a hacer contra su voluntad. Era uno de sus mayores temores, que Liam (o bien cualquier chico que le gustara) la rechazara no sólo por haber sido abusada si no también prostituida. Siente un  gran alivio y a la vez, un inmenso amor por Liam Hemsworth.  

Anoche se quedó dormida murmurando su nombre y que lo amaba, mientras él la abrazaba y acariciaba tiernamente, besando su pelo, frente, rostro y labios, repitiendo que él la amaba también. No tuvo pesadillas ni sonambulismo. Era algo que tenía que advertirle a Liam, aunque ya se lo diría después, tenía otro secreto más que contarle, quiso hacerlo anoche pero el sueño se apoderó de ambos, cuanto antes mejor pensó Amanda, que no quería tener más secretos con el australiano. Dejó la ropa que usó para dormir en un canasto de lavandería que había en el baño, se puso la ropa interior que llevaba en su mochila y se caló la polera de AC/DC que le había regalado el chico, también se puso el colgante de mariposa... ahora era un símbolo y un código entre los dos, sonrió al amarrarlo a su cuello. Terminó de vestirse, maquillarse y perfumarse, por último se paró unos minutos junto a la cama, contemplando a Liam, que se había vuelto a dormir. Tenía el pelo revuelto y algunos mechones apuntando en diferentes direcciones, lo que junto con su cara de adolescente al dormir, le daba un aire de niño travieso y divertido; sólo la barba incipiente delataba que ya era un joven adulto. Amanda lo tapó hasta los hombros, le dio un beso en la frente y otro en la boca, pero muy suave para no interrumpir su sueño y salió silenciosamente del departamento arrendado del actor.


"Liam: salgo del trabajo a las 3:30 P.M. pero me conectaré cuando baje al casino, 1:30 ó 2:00 P.M. Gracias por todo, te amo... Amanda"


Liam encontró la nota casi tres horas después que su chica se había ido. Amanda salió del apart-hotel a las 06:20 de la mañana y llegó caminando a su trabajo, con suficiente tiempo de cambiarse y tomar desayuno con toda calma en el casino. Incluso estuvo conversando y bromeando con Paola y Úrsula, que también estaban en turno de mañana. Subió a la recepción tras marcar la tarjeta y trabajó toda la mañana de muy buen ánimo, pese a la alta ocupación que había en el hotel, el verano aún no terminaba y quedaban muchos turistas. Estuvo risueña toda su jornada, más de lo habitual por cortesía con los huéspedes.


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Amanda y Liam. Tú + Yo = 3Where stories live. Discover now