Treinta y ocho.

1.1K 78 14
                                    

[Smuttttt pero no tanto]


Su corazón palpitaba al cien, ahora se estaba maldiciendo, ¿porque Niall tenía que ser dan jodidamente adorable y sonreírle a todo maldito hipócrita metido que quería hacerle daño a su vida? ¿porque su linda y sana mentesita no se daba cuenta de ello? Y como concecuencia de ese problema, tenía a un Zayn que pronto quedaría calvo de tanto tironear su cabello de la ira, ese niño lo volvía loco, ahora no sabía dónde podía encontrarse, quizá podía estar en un maldito baño siendo golpeado por ese maldito imbecil y el no, el convencido que con una linda sonrisa podía calmar todo, pues no, ese nenito no sabia ni el mínimo grado de maldad que había en el mundo de afuera, quizá hasta de pronto podría estar aprovecha... oh no, no, no y no, es que no, definitivamente no, eso no iba a pasar.

La campana sonó avisando el final del recreo, dio gracias a esa bendita campana, ahora tenía una pista de donde podía encontrar a su nenito y subió escaleras arriba, pasando desesperadamente aula por aula buscando a un maldito niño adorable inocente de la maldad que Tomlinson le tenía. Sus manos temblaban, golpeaba cada pared que podía, todos allí estaban asustados, pero ninguno era capaz de frenarlo, Zayn había salido ya hace dos años del instituto pero lucia mucho mayor que solo dos años, así que nadie se metía con el.

Quizá no podía darse cuenta ya que solo su niño corría por su mente, pero muchachos y chicas que estudiaban allí lo devoraban con una sola mirada, muchas subían sus falsas y muchos presumían el culo que no tenían como lo tenía su noviecito, ridiculos. Pero eso a zayn no le importaba ahora.

Finalmente llego al aula de su bebito, el debía estar ya allí adentro, la campana había sonado no más de tres minutos y Niall no se encontraba allí, oh no, su mente maquino de nuevo, si el no estaba allí entonces estaba.. con Tomlinson, si, de seguro, claro porque la última vez que lo vio estaba hablando con el, oh Dios no.

Quería a su niñito, junto a él, a salvo, ¿porque todo el mundo quería arrebatárselo? Quería llorar, la presión, la bulla, sentía todo el peso encima de él, eso era lo de menos, quería llorar porque era su niño y si no lo encuentra definitivo, no sabría cómo vivir sin el.

Los baños, claro, pensó, que imbecil. Corrió fuera de él aula pero no antes de encontrarse con...

Su cuerpo descanso, sintió desmayarse. Venía no muy lejos caminando apresurado, sus mejillitas estaban rodaditas como siempre, cosa que le encantaba a zayn, venía contento, sin ningún rasguño, sin ninguna lagrima. Quizá Zayn había exagerado un poco con sus para nada enfermizos celos. Su niño estaba más que bien.

Al pasar frente a Zayn, no lo alcanzó a divisarlo ya que llevaba su mirada baja. El moro agarro su muñeca con algo de presión para detener su apresurado pasó.

—Tranquilo, tranquilo –dijo el mayor, un poco frustrado por haber pasado por esa crisis mental–, no vas a llegar tarde, relájate, bonito –dijo con suavidad.

"Son divinos juntos" –escucho murmuros a sus espaldas. –"Ay, los amo".

—A-amor –apenas pudo decir, sus mejillas se tiñeron rojo intenso debido a que mucha gente los observaba.

Al escuchar esa dulce y melódica vocecita, todos sus nervios se acomodaron por orden, fila y nombre, sonriendo como un bobo.

—¿Que clase tienes, mi bebe precioso?

Y nuevamente el mundo a su alrededor se hizo invisible, la bulla desapareció, ahora lo único que sus ojos veían era su hermosa boquita, sus hermosos ojitos, su preciosa naricita, sus hermosas pestañitas, y solo podía oír los latidos de su corazón.

—Ca-cálculo, ¿porque? ¿Estás bien, amor? –preguntó algo preocupado, llevando sus manitos frágiles a los costados de sus mejillas, sintiendo un poco su barba enterrarse en sus deditos, aún se encontraba anonado por la sorpresa de ver a su amor.

A él le gusta que le partan el CULO | ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora