Capítulo 20 - Tenemos que hablar

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—JA JA JA.... Deberías algún día modelarme esto. No te imagino con esta tanga -solto una risa Effie, mientras sostenía la tanga.

—Y aprovecha ese momento para tomar una foto y hacerla en un póster gigante. Créeme que me veré igual de sexy —dijo, sumiendo un poco la panza.

—Con unos kilos de más.

—Oye, preciosa. Me ofendes, yo no estoy gordo. Mira —le dijo, mientras se levantaba su camisa, enseñándole su abdomen.

—Vaya, que buen torso —dijo Effie maravillada pero se notó tanto su interés que tuvo que disimularlo- No sabía qué hacías ejercicio.

—No sabes nada de mí. Desde que me quitaste la bebida, tuve que distraerme en otra cosa. Iba al bosque y corría un poco o hacia ejercicio. También me sirvió para calmar otros intereses.

—Otra buena razón para que reduzcas la bebida. Pero ¿qué otros intereses?

—Ehhh..... Sabes, eres demasiado curiosa, cielito.

—Necesito saber de ti. Eres mi esposo falso —se excusó— ¿Qué tal si me preguntan?

—Créeme que no quisiera saber. Son cosas de hombres.

—Bueno.

—Bueno —y así hubo un momento de silencio. ¿Effie se había molestado?— ¿Que te regaló tu hermano?

—Cosas de mujeres.

Él rodó los ojos.

—Agh, ¿te enojaste? Te estoy diciendo que son cosas privadas de los hombres.

—También lo mío son cosas privadas para mujeres —respondió sin más. Pero Haymitch si tenía una extraña curiosidad de saber que le regalaron.

—Sabes, cariño. No sé por qué te pregunto —dijo para después arrebatarle el regalo.

—¡QUE GROSERO! Modales, Mitch —regañó, Effie, tratando de quitarle el regalo. Hasta que Haymitch quedó acorralado contra la pared.

—¿Cómo me dijiste? ¿Mitch?

—Regrésame mis cosas —tomó una gran respiración y tomó su postura— Por favor.

—¿Por qué me dijiste Mitch?

—Perdón, se me salió decirlo, ya dame mis cosas. Aunque no entiendo porque te molesta —dijo extrañada.

—Porque tu papá ya me dice así y también porque tu hermano le dicen así. Tu padre se encarga en hacerme pensar que no soy tan hombre.

—Eso es ridículo, Haymitch.

—Tú no lo entiendes porque es tu padre. Pero decirme Mitch es como compararme con tu hermano.

—¿Y eso que? Ni que te fueras hacer menos hombre por solo decirte Mitch. Eso es estúpido.

—No lo entiendes.

—¿Qué? ¿Te estás haciendo menos hombre, Mitch?

—Cállate.

—Que modales, Mitch. Si yo quiero decirte Mitch, lo diré cuantas veces quiera. ¡MITCH, MITCH, MITCH!

—Es una estupidez escucharte -dijo fastidiado.

—¿Por qué, Mitch? ¿Te estas volviendo gay? Ni que fuera una enfermedad. Pero es bueno saber que hombres como tú, se sientan así. Que lastima que te sientas menos hombre. Tal vez por eso decías sobre otros intereses.

Ahora era Effie quien estaba acorralada en la pared.

—En esos intereses estabas tú. Era olvidarte un poco cuando a veces paseabas por mi casa con tus cortos vestidos extravagantes o cuando esa vez estabas con una sola toalla. Tenía que distraerme en otra cosa, cariño, para no perder el control y no morderte por donde no te puedes mirar.

—Pero anoche perdiste el control —le dijo acercándose más a su rostro.

—Sí, igual que ahora —y así es como Haymitch empezó a besarla con pasión y un poco de rudeza. Effie no dudo en corresponderle igual, y dejó que Haymitch acariciara su trasero por abajo de sus bragas.

—Creo que está bien perder el control a veces —comentó Effie entre besos— Yo no me opondría —lo tiró hacia atrás para ir a la cama. Pero Haymitch malinterpretó las cosas pensando que ella se había arrepentido. Así que se acercó a ella de inmediato y la pegó a una mesa de noche. Ahora estaba atrás de ella, dándole pequeños besos por el cuello. Le bajó un poco el pantalón del pijama que al final Effie fue quien lo bajó un poco más junto con sus bragas, y se apoyó en la mesita de noche, ya preparada.

—Si lo hubiera sabido, créeme que lo habría hecho desde mucho antes de la rebelión —dijo sin más, mientras la penetraba.

Effie no se dejaba de mover hasta encontrar un mejor ángulo y seguir el mismo ritmo de la embestía de Haymitch.

—Créeme que lo intentaste hacer —soltó ella inconscientemente haciendo que Haymitch quede un poco confundido pero no era tiempo de preguntar y siguió con lo suyo.

En silenció lo terminaron, sin hacer mucho ruido al llegar la hora. Haymitch bajo a Effie lentamente y se volvieron a poner el pantalón de la pijama. No dijeron nada ya que ahora se sentían incómodos por lo que acaba de pasar. Tal vez si se hablaron pero solo para decirse:

—Me ire a bañar para estar lista para la fiesta de Griselda. Si no quieres acompañarme, no lo hagas y... bueno —tartamudeó Effie para después dejar de hablar.

Entro al baño con su estuche de maquillaje y su con vestido nuevo para vestirse más tarde. Por el momento no quería verlo.

Mientras ella se duchaba, Haymitch se quedó pensando en lo que dijo. "Créeme que lo intentaste hacer"

¿Qué significaba eso? Nunca lo había intentado antes o ¿sí?

De repente, empezó a tener un recuerdo pero no era claro. Había unos momentos donde salía que besaba a Effie pero era en otra habitación. Después llegó una imagen donde ella estaba desnuda. Jamás la había visto completamente desnuda en estas dos ocasiones que tuvieron relaciones. A noche muy apenas la miraba por la oscuridad, solo la sintió pero esa era otra historia. Era muy confuso lo que recordaba y aun no estaba claro, completamente. Definitivamente tenían que hablar con ella, sí o sí.

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Ya vieron, las lagunas pueden regresar pero hasta que no investigue Haymitch, no podrá aclarar ese recuerdo.

Espero que les haya gustado y sé que Cuchi se reirá de esto jajajaja.... (ella entiende)

¡Bye, bye! Los quiero <3

~A

Mr & Mrs Abernathy (De Mentira)Where stories live. Discover now