Capítulo 20 ☺

142K 5.2K 650
                                    

Capítulo 20 ☺

Fulminé a Nick con la mirada.

—¿Tú que diablos haces aquí, animal?— le espeté— ¿Me estás siguiendo?

«Me dijeron que Nick te cuidó toda la noche, no te preocupes »  La voz de Alice retumbó de lado a lado en mi cráneo (algo muy doloroso, debido a la resaca).

Estúpido Nick, ¿ahora debería ser amable con él por haberme “cuidado toda la noche”? No. Ni siquiera me acordaba con claridad de qué era lo que había pasado anoche, es decir, no le podía agradecer por algo que no recordaba ¿no?

Patrañas.

—Por supuesto que no. Soy de Londres, por si no lo recuerdas e iré a pasar año nuevo con mi familia. Ah, y estaba leyendo un cómic hasta que interrumpiste mi concentración— se encogió de hombros—… pero te perdono, no te preocupes.

Entrecerré los ojos con furia, mientras que él agachaba la vista hacia su estúpido cómic.

—Yo no te pedí perdón.

Nick suspiró dramáticamente, aparentando estar frustrado.

—¿Me dejarías leer,  por favor?— pidió viéndome acusadoramente— Qué intensa eres, Marine.

Apreté los puños.

—No soy intensa… ni siquiera sé por qué te estoy hablando. Me largo de aquí— tomé mi maleta y me incorporé, caminando hasta el pasillo, en busca de algún lugar disponible.

A lo lejos escuché que Nick murmuraba algo como «Volverá en 5…4…3»

Rodeé los ojos al comprobar que no había ni un jodido lugar en todo el vagón, ¡ni uno sólo!

¿Mala suerte? ¿Dónde?

Cuando regresé al compartimiento y me senté, Nick terminó de contar.

¡Bravo! El niñito sabía contar del 1 al 5, qué felicidad.

—…1 y aquí estás. Vaya, pensé que ya te ibas.

Lo miré frunciendo el ceño.

—Cierra la boca ¿quieres? Yo…

No pude seguir con las palabras bien cargadas de coraje que seguían, ya que un par de ancianitos se sentaron junto a nosotros.

El señor tomó asiento junto a Nick y la señora junto a mí. Ambos guardaron su equipaje debajo de sus asientos.

Por un momento, se hizo un silencio incómodo.

—¿Qué me decías?— preguntó Nick, burlándose de mí.

Rodeé los ojos.

—Que de verdad tenía intenciones de largarme pero no hay más lugar, así que tendré que soportarte, imbécil— susurré con la esperanza de que la pareja estuviera un poco sorda y no escucharan nada.

No fue así.

—Oh, Frank— dijo la señora dirigiéndose hacia su esposa—, ¿recuerdas cuando solíamos pelear como ellos?

La miré desconcertada.

El señor rió, haciendo temblar la piel arrugada de todo su rostro.

—Tú eras la que empezaba— contestó.

Nick enarcó una ceja, mientras asentía dirigiéndose a mí… ¿Qué quería decir con eso exactamente?

Le enseñé la lengua.

Sé que hacer eso era algo infantil e inmaduro, pero en este momento no podía hacerle la seña obscena que tanto deseaba… por respeto a los ancianos y eso.

Let it GoWhere stories live. Discover now