One-shot(Chicos anime)

⌜Bakugo Katsuki⌟

Miro con una pequeña sonrisa al chico de cabellos rubios revueltos sentada en mi pupitre. El chico estaba, literalmente, echando humo por la cabeza. Siempre que dirigía mi mirada a él me aseguraba de que no se diese cuenta de ello. Estaba ignorando a Kirishima pero parecía que al pelirrojo aquello le importase mucho. Reí al ver como en su mano se producían pequeñas explosiones mientras se enfadaba con cualquier cosa que pasase por su cabeza e Izuku salía por patas al notar su estado de ánimo.

─Chiasa-chan, ¿otra vez mirando fijamente a Katsuki-kun? ─Miro sobresaltada a mi mejor amiga, Uraraka, quien rió al notar mi sorpresa. ─ ¿Acaso esperabas que no se te notase? Quiero decir, no sirves para actriz. ─Inflo las mejillas algo molesta por ello, pero sobre todo porque tenía razón, no sabía fingir muy bien lo que siento por Bakugo. ─Un día de estos Katsuki-kun sabrá lo que sientes por él en cero coma.

─ ¡C-calla! Mejor, así ya me quito eso de encima. Creo que si tuviese que confesarme me moriría allí mismo y no podría decirle nada. Creo que hasta terminaría saliendo corriendo del miedo a su respuesta.

Uraraka sonrió tratando de calmarme.

─ ¿Puedo ser sincera contigo? ─Asentí con la cabeza y ella comenzó a hablar. ─Hay algo que me hace pensar que Katsuki-kun siente algo por ti. Eres la única a la que trata de manera distinta, te grita pero no tanto como a los demás, no suele insultarte y siempre que puede se la pasa pegado a ti.

─A eso último hay que añadirle que yo me pego mucho a él. ─Admito cabizbaja. ─Y... Hm... No sé si de verdad tengas razón en todo lo que has dicho pero puede que sea así. Y, siendo así al final, ¿crees que Bakugo daría el paso entre nosotros?

─ ¿Por qué no lo das tú mejor? Katsuki-kun no es el tipo de chico que se confiese a la chica que le gusta. Además, como no estamos al cien por ciento seguras de que lo siente...

Suelto un pesado suspiro.

─Puede que tengas razón.

─No es puede, querida amiga mía, sabes que la tengo. ─Mira a Bakugo al mismo tiempo que yo. ─Y creo que deberías de confesarte pronto porque sino un día terminarás explotando.

❀❀❀

─Bakugo. ─El chico me mira de manera neutra, cosa que me provoca un escalofrío en la espalda. ─ ¿P-podemos... ha-hablar un momento a solas? ─Le pido entre pequeños movimientos nerviosos, debía asegurar que en aquel momento me encontraba totalmente sonrojada, hasta las orejas.

─ ¿Ah? ─Suelta al principio. Entonces pienso que no, que no voy a poder decirle nunca lo que sentía por él. ─Claro, ¿quieres hablar ahora?

Lo miro ilusionada. <<Acabo de conseguir dar el primer paso a mi confesión>>

─ ¡S-sí! ─Sonrío ampliamente.

Lo que Chiasa no notó fue que Bakugo sonrió al verla así de contenta.

❀❀❀

Bakugo se colocó enfrente de la chica tras haber salido del aula y haberse acercado a las ventanas. Chiasa estaba totalmente en silencio, no se atrevía a dar ese paso tan importante y notaba que se comenzaba a morir por dentro por lo que el rubio comenzó la conversación.

─ ¿Qué me ibas a decir, Chiasa?

─ ¿¡Eh?! ¡B-bueno... Yo...! ─Cogió y expulsó aire varias veces en un intento de calmar sus nervios. ─ ¡B-Bakugo, me gustas! ─Gritó con los ojos cerrados.

Lo había dicho, había sido sincera y directa. Pero ante el silencio del rubio sus nervios volvieron a ella. Oh, Dios, ¿y si después de tanto esfuerzo la rechazaba? Por primera vez había conseguido ser totalmente sincera con alguien que no fuesen sus padres o Uraraka y estaba comenzando a arrepentirse.

─Chiasa. ─Ella pegó un saltito en su sitio al oír la voz del ojos rojos. ─ ¿Es cierto? ─Ella lo miró extrañada. ─Lo de que te gusto, ¿es verdad? ¿O lo dices en otro sentido?

─ ¿A qué te refieres con eso?

─A que eres la persona más inocente que he conocido tras Deku. Y seguramente has asociado la palabra gustar con la de amistad.

─ ¡No! Bakugo, ¡de verdad me gustas! ─Lo miré decidida.

Entonces pude divisar una sonrisa en su cara.

─Dilo otra vez, Chiasa. ─Sonrojada, negué con la cabeza. Entonces él, en dos pasos, me aprisionó a la venta del pasillo y me miró fijamente. Pero lo que provocó que me derritiese por dentro no fue que me mirase de aquella manera sino los sentimientos que transmitían aquellos ojos que tanto amo. ─Por favor, repítelo.

─M-me gus-gustas, Bakugo. ─Apegó sus labios a los míos nada más acabe la frase. Luego se alejó de mí sonriendo. ─ ¿Bakugo?

─Te quiero, idiota.