One-shot(Chicos anime)

⌜Kyo Sohma⌟

─Odio a los gatos. ─Dijo una chica de cabello pelirrojo mientras estornudaba a causa de la cercanía de un felino.

Lo asesinó con la mirada y siguió caminando hasta que llegó hasta a otra casa. Llamó dos veces mientras gritaba:

─ ¡Les traigo su correo! ¡Abran por favor!

─ ¡Sí! Ya va. ─Después de oír eso la puerta se abrió, dejando a la vista a un hombre vestido con un kimono verde.

─Disculpe, ¿es usted Shigure Sohma? ─El chico asintió por lo que le dio su correo. ─Tiene un paquete, por favor firme aquí. ─Nada más firmar la chica se fue a su casa.

A la mañana siguiente la chica estaba tirada encima de su pupitre mientras oía hablar a Tohru sobre un tal Kyo.

─Y también me dijo que mi pudin estaba rico, ¿sabes?

─Sí, sí. Oye, tengo una pregunta. ─Tohru la miró para que prosiguiera. ─ ¿A ti te gusta Kyo o algo parecido?

La muchacha notó como se le subía la sangre a la cara y se le erizaba la piel.

─Eso no es... ¿Por qué piensas eso?

─Bueno, no paras de hablar de él. Y cuando lo haces parces estar en babia. ─Subió y bajó los hombros. No le importaba mucho la verdad.

Oyó como la puerta del salón se abría y luego como dos personas empezaban a discutir. Giró hacia allí y vio al hermoso pelirrojo que le había llamado la atención contra Yuki, su mejor amigo desde que llegó a este sitio.

Se levantó y saludó a los chicos, bueno, más bien a Yuki. ─Buenos días, Yuki-kun.

Yuki, pasando otra vez de Kyo, se giró a ver a Ayaka y la saludó con una gran sonrisa.

─Buenos días, Ayaka-san. ─Al ver como miraba de reojo de vez en cuando a su tonto primo sonrió un poco, sin que se le notase. ─ ¿Puedo hablar contigo en privado en el almuerzo? ─Ella, algo extrañada, asintió.

Al ver a su profesor entrar en clase, todos se sentaron.

La hora del almuerzo llegó y Yuki, acompañado por Ayaka, se fue al patio.

─A ti te gusta Kyo, ¿no?

─ ¿Quién es Kyo? Solo sé que Tohru le conoce. ─Yuki soltó una carcajada al ver que no sabía ni el nombre de su amado.

─Es el chico al que siempre miras. ─Entonces, al recordarlo, le dio un vuelco al corazón. ─Bueno, tus manos temblando y tus mejillas sonrojadas ya responden por si solas.

Ella, sin saber qué hacer, se rascó la nuca nerviosa mientras una pequeña risotada se le escapaba de los labios.

─Jeje, me has pillado. ─Aunque su sonrisa se borró al decir lo siguiente. ─Pero a Tohru también le gusta, no para de hablarme de él.

─Eso no tiene nada que ver. Haz lo que te diga el corazón y no la cabeza. ─Dijo mientras le señalaba el pecho con su dedo índice derecho. Luego rio. ─Aunque no soy nadie para decirte esto, dile a Kyo lo que sientes. Te llevarás una sorpresa.

Al principio dudó pero con el leve empujón de  su amigo le sirvió para ir a decírselo.

Era una completa locura, ir a declararte a una persona de la que te has enamorado por cómo te hablan sobre él y no saber ni su nombre. Pero... ¡Ella aún así lo diría!

Al verle apoyado en una ventana observando el paisaje mientras el viento le movía el cabello se puso a su lado, llamando la atención de éste.

─Bonito día, ¿no crees? ─Le preguntó con una sonrisa.

Él la miro con un leve sonrojo, era hermosa.

─Oye, ¿te puedo decir una locura? ─Ella asintió, esperando su momento. ─Tú... desde hace un tiempo... m-me gustas.

Ayaka le miró sorprendida, pero luego soltó entre carcajadas:

─Pues sí es una locura, aunque era la misma que yo te iba a decir.

Y, bueno, entre una y otra cosa los dos acabaron juntos y felices, gracias a esa locura.

─Ayaka, ¿sigues odiando a los gatos? ─Le preguntó Kyo a su mujer burlón.

Ella, mientras reía y se apoyaba en su hombro, contestó.

─Para nada.