One-shot(Chicos anime)

⌜Takeru Totsuka⌟

Dioses y humanos. Seguramente pensaste que esa es una combinación imposible de realizar. Pero no creo que eso sea así, ¿cómo nacen los semi-dioses sino?

Si no me crees, pregúntaselo a Eri. Ella está enamorada de un dios. Takeru Totsuka, dios japonés del agua y las tormentas. Compañero de clase en la academia de dioses donde, junto a su amiga Yui, enseña a varios dioses a amar a los humanos.

Takeru, recordaba, que no era el que más se relacionaba. Loki tampoco, o Hades pero... No podía hacer nada si ese par se negaba.

Aunque con Takeru sí, cuando ella hablaba con él y le pedía cualquier cosa éste nunca se negaba.

─ ¡Buenos días! ─Saludó animadamente al grupo de dioses. ─ ¿Qué hacéis? ─Preguntó mientras se enganchaba al cuello del dios del agua. Él se tensó durante unos minutos pero unos minutos más tarde se calmó y, sin que la chica lo notara, sonrió ladinamente.

─Estábamos leyendo este libro que nos trajo Yui. ─Comentó algo fastidiado. ─No comprendo a los humanos- ─Antes de poder terminar la chica lo cortó.

─Lo sé, por eso estoy aquí.

Él bufó mientras ponía los ojos en blanco. ─Me refiero a que no comprendo si de verdad creen en nosotros o no, hay muchas culturas en las que somos imprescindibles para ellos pero otras en las que nos cambian por un barbudo gigante que nunca enseña la cara. He leído un poco de este libro pero no salen los mismos dioses que en los japoneses.

─ ¿Cuál? ─Le arrebató el libro entre las manos y, emocionada, leyó el título. ─ ¡Ah, la saga de Percy Jackson! Me encanta. Estos son dioses griegos y romanos, no japoneses. Aunque se realiza -la trama- en Estados Unidos.

─A Eri-san le encanta leer, ¿eh? ─Preguntó con su habitual alegría Apollo.

Ella sonrió ampliamente. ─ ¡Obviamente! ¿Que ser humano se puede considerar interesante si no sabe apreciar una obra de arte como esta? ─Señaló al libro.

Takeru se la quedó mirando. Le encantaba verla así de animada por las cosas que tanto amaba, su sonrisa era encantadora y amaba el ver sus mejillas sonrojarse ligeramente.

Pero nunca se atrevía a decírselo en voz alta, siempre que conseguía reunir todo el valor suficiente su subconsciente (el cual era más obstinado que él) salía a luz obligándole a callarse. Por lo que siempre sus confesiones acababan en un ataque a lo que se le llama estilo tsundere.

Aunque eso sí, a Eri le encantaba su estilo tsundere. Le parecía bastante adorable cuando se metía con él sobre si le atraía alguna chica (que muchas en el "instituto" no habían) o si sentía algo por alguien desde antes de que ellos dos se conociesen.

Eso sí, como eran los amigos más cercanos e inseparables de los lazos que se habían montado allí, cada vez que estaban a solas en realidad eran vigilados desde las sombras por todos los demás dioses y Yui.

─ ¿Y si hay a alguien que no le gusta leer? ¿Qué es?

La chica se quedó quieta, en silencio. ─Las palabras que se me ocurren ahora no pueden ser pronunciadas por una señorita.

La risa de los dioses fue lo primero que llamó la atención de Yui nada más entrar en el salón. ─ ¿Qué ocurre? ─Preguntó aceecándose a sus amigos.

─ ¡Yui-chan! Ya entiendo a Zeus. ¡Estos críos son horribles conmigo!

<< ¿Críos? >>Se preguntaron todos.

─Venga, venga, no te lo tomes en serio. ─Trató de calmar la de ojos castaños a su amiga. Por su otra parte, Eri no dejaba de hacer pucheros.

Un atontado Takeru observaba a la chica, ¿cómo podía ser tan encantadora?

❀❀❀

─ ¡Takeru, otra vez! ─Gritó con una amplia sonrisa la chica. Miró al chico con sus ojos avellana, brillando de la emoción.

El peli azul soltó un suspiro tratando de reprimir su sonrisa. ─Está bien, pero a cambio quiero algo.

─ ¿El qué?

─Esto. ─Nada más decir aquellas palabras agarró a la chica de ambos lados de la cara, la acercó a él e implantó un dulce beso en sus labios. Cuando se separó, sonrojado, se fijó en las rosadas mejillas de la chica. ─Y que le digas a todos que ya somos pareja.

¡Se me olvidaba aquel detalle! Hace unos días el dios japonés, celoso al ver la cercanía (hecha para provocarlo) de Apollo junto a su ahora novia la pilló desprevenida al ir ella a su dormitorio y, tras cogerla de la mano (mientras interiormente él se encontraba temblando), la acorraló en la pared de su cuarto. ─ ¿Ta-Take- ─El otro no le dio tiempo a que dijera su nombre, la besó, tratando de transmitir todos los sentimientos que guardaba hacia aquella mujer.

Volviendo al presente, Eri se encontraba escondiendo su rostro en el pecho de su novio. Aquel beso la había pillado desprevenida y, aunque le había gustado, no podía evitar sentir la vergüenza en aquel momento. Su novio, aún con una personalidad tsundere, siempre, cuando se encontraban a solas era bastante acaramelado. Lo amaba, eso estaba claro.

─ ¿Q-quieres que reciba un beso? Y-ya... ¡S-sólo hazlo otra vez!

─ ¿El qué? ─Trata de poner más nerviosa a la chica, aquella pregunta le sale con un tono juguetón. Al ver a su adorable novia sonrojada, con las manos apoyadas en su pecho y tratando de evitar su mirada debido a la vergüenza que sentía -a parte de sentir que se derretía- sonrió.

─ ¡A lo del agua me refiero! N-no es que quiera otro beso u otra cosa... ─Se encogió aún sentada. ─Aunque no me molestaría que lo hagas.

El dios se acercó, por segunda vez, a la cara de Eri. Se quedó quieto a centímetros de sus labios, los cuales rozaban los rosados de la otra. ─ ¿V-vas a quedarte así o qué?

─Dime que quieres que te bese.

─ ¿¡Q-qué?!

─Dilo, así será lo único que haga.

Los ojos avellana de Eri iban de un lado a otro, en busca de valentía para decir eso sin que le llegue a dar un paro cardíaco en el momento. Cerró los ojos, con el típico pensamiento infantil de si no te veo tú a mí tampoco. ─B-bésa- ─El otro no la dejó acabar. Agarrándola de la cadera la atrajo hacia sí y la besó con cariño. Cuando se separaron se quedaron mirando. ─Otro. ─Los labios de su novio la volvieron a besar. ─Otro. ─Volvió a pedir, la sensación de sentir sus labios encima de los de ella, sus dientes mordiendo ligeramente su labio inferior, le encantaba.

Mientras tanto, su grupo de amigos se encontraban escondidos entre arbustos mirándolos sonrojados. ─Esto... Puede llegar a corroer la vida de alguien. ─Fue el único comentario que soltaron, por lo menos Hades.