⌜Ichigo Kurosaki⌟

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─ ¡Anzu! ─Me giré y vi a Ichigo. Iba a saludarle pero me abrazó y me empujó hasta que caímos al suelo.

Me separé de él rápidamente. ─ ¿¡Qué crees que haces idio... ta- ─Me fui preocupando al verle sangrar. ─ ¿¡Estás bien?! ─Empecé a limpiarle la sangre con un pañuelo que tenía siempre por si acaso. ─No, mejor no digas nada. ─Avisé al ver que había abierto la boca para hablar.

─Anzu, ─Me llamó pero no le hice caso. Al terminar de limpiarle la sangre nada más ver sus heridas no pude evitar sentirme triste. Llevé mi mano derecha a su mejilla. ─Anzu... ─Dijo mirándome igual.

─ ¿Por qué siempre tienes que hacerlo todo tú solo? ¿No debería tu "esposa" ayudarte? ─Le pregunté refiriéndome a Orihime.

─Oye, ya te lo dije, éste es mi trabajo y Orihime, a ella, no la quiero meter en problemas. Me preocupo por su salud. ─Agaché la cabeza y apreté mis labios por no llorar.

─Entonces vete con ella y deja de exponerte al peligro, idiota. ─Susurré con la voz entrecortada. ─ ¿Siempre vamos a acabar peleándonos? Sólo por ella. ─Suspiré cansada y empecé a caminar al mercadito.

Ichigo y yo somos amigos desde pequeños, cuando se hizo un shinigami le apoyé aunque nunca me llegó a gustar la idea de tener que curarle las heridas cada vez que hiciera alguna cosa. Nunca estuve muy alejada de él, aunque su buena esposa se interpuso e hizo que Ichigo me odiara. Pude arreglar las cosas aunque solamente conseguí volver su amiga.

Aun así hay gente que tiene menos que eso.

─ ¿Anzu? ─Desperté de mi trance al oír su voz. ─ ¿Estás bien?

<<Claro que no idiota>> Pensé pero me contuve. ─ ¿Por qué tendría que estar mal? Oye. ─Me miró directamente a los ojos, por lo que tuve que apartar la mirada. ─ ¿Por qué me has venido ha salvar?

─Eso es... ─Pero un cartel de publicidad cayendo al suelo le cortó, sorprendiéndome. ─  ¡Anzu! ─Gritó.

─ ¡¿Eh?! ─Grité al girarme, no me lo podía creer. ─Pero, ¿¡eso que narices es?! ─Grité horrorizada al ver un cuerpo gigante negro y una calavera. ─Pero qué- ─Al mirar a Ichigo su pelo se volvió largo y oscuro, su cuerpo estaba cubierto de vendas y en su mano traía una espada gigante.

De la sorpresa no pude hacer más que desmayarme.

❀❀❀

─Anzu. ─Oía que me llamaban. ─Anzu. ─La voz era cada vez más cercana. ─ ¡Anzu! ¿¡Estás bien?! ─Abrí los ojos de golpe para luego sentarme.

─ ¿Eh? ¿Qué? ─Miré a mi derecha y vi la cara de preocupación de Orihime. ─ ¿Orihime? ¿Qué haces tú aquí? O mejor dicho, ¿dónde estoy?

Ella sólo suspiró aliviada. ─Que bien, cuando Ichigo te trajo a casa estabas desmayada. Dijo que tenía que irse a algún sitio y se fue sin nada más. Me alegra que no te haya pasado nada. ─Miré a otro lado, mientras recordaba lo anterior sucedido. ─Anzu, te quería pedir una cosa. ─La miré indiferente. ─Perdóname, no quería que Kurosaki-kun y tú os llevárais peor que él y yo. En serio lo siento.

La miré al principio sorprendida pero al ver que no mentía le acaricié la cabeza. ─La verdad es que me dolió. Pero supe que Ichigo era feliz, por lo que yo también lo era. No importa el por qué lo hiciste, porque lo hecho, hecho está, pero lo que si importa es que te arrepientes y has sabido pedir perdón. O eso creo...

A Orihime la noté más feliz, aunque de la nada su cara volvió a cambiar. ─También quería decirte que Kurosaki-kun y yo nos vamos a divorciar. ─No pude evitar mirarla sorprendida. ─Le conté lo que hice, como quise arrebatártelo todo, por lo que él mismo decidió romper. Aunque me lo merezco. Por eso... espero que podamos volver a ser amigas como lo éramos de pequeñas Anzu-chan.

─En serio que eres una idiota. ─La abracé con lágrimas cayendo por mis mejillas. ─No hagas más estupideces, ¿entendido? ─Ella asintió y de forma rápida me despedí de ella.

Luego me puse a correr hasta llegar a un sitio donde sé que seguramente estaría Ichigo. Y sin ninguna equivocación a lo lejos vi un pelo anaranjado y de punta. Sonreí y al llegar a su sitio le tapé los ojos. Me acerqué a su oído y le susurre: ─ ¿Quién soy?

Noté como se puso tenso. ─ ¿Anzu? ─Lo solté con una sonrisa. ─ ¿Qué haces aquí? ─Me preguntó sorprendido al verme detrás suya con una gran sonrisa.

─Orihime me lo ha contado todo, y bueno... quería ver que no hacías ninguna tontería ni nada. ─Noté como su expresión se volvía más triste. Me senté en el taburete de al lado suya y le toqué la pierna. ─Eeh, no te deprimas. Puede que lo tuyo con Orihime no haya salido bien pero hay más peces en el mar. Seguro que picarás alguno bueno.

Me abrazó y dejó su cabeza sujetarse en mi hombro izquierdo. ─No me merezco que me estés apoyando e intentando animarme. Perdóname por haber sido tan idiota y tratarte mal por sólo lo que me dijo otra persona.

Le sonreí. ─No pasa nada Ichigo, seguramente yo hubiera hecho lo mismo. ─Éste me abrazó más fuerte.

─Escúchame porque no lo repetiré nunca más. ─Asentí mientras le correspondía al abrazo. ─Anzu, te quiero. ─Me apretó más. ─ ¿Y tú?

Sólo pude asentir mientras lloraba: ─ ¡Hmm, yo también!

One-shot(Chicos anime)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant