Capitulo 25

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Narra Manu.

Podría decir que la claridad del sol entrando por la ventana fue lo que me despertó, desgraciadamente no fue así, el sonido de alguien aparentemente vomitando fue lo que me despertó, se escuchaba arcada tras arcada, intente tapar mis oídos pero luego escuchó llantos, fue cuando sin pensar me levante de prisa.

¿Dónde estoy? Fue lo primero que pensé al ver la habitación, no era la mía, los colores de esta eran color beige, era amplia, los muebles color caoba y no había nada más, no podía saber de quién era, no había cuadros en las paredes. Deje mi inspección cuando volví a escuchar un sollozo atropellado y más arcadas.

Había una puerta color blanco y estaba entre abierta, ahí estaba la persona que lloraba. Camine directo hacia allí, pero en mi mente no podía dejar de pensar ¿dónde estoy? No puede ser posible, mi cabeza comenzó a pesarme y pronto la habitación se movía y yo con ella. ¿Qué hice ayer?

Intenté no hacer ruido, pero fue imposible para mí, al llegar casi a la puerta tropecé y me caí, que idiota soy, no tenía ni fuerzas para levantarme, de todas maneras semejante caída se escuchó hasta la siguiente cuadra.

-Ah... -me queje en voz baja y al avanzar un poco me di cuenta que había caído directo en un ¿inhalador?

Me quede confundido, esto es grave. Sin importarme el dolor y que el mundo dio una vuelva frente a mis ojos y a punto de caer directo al suelo, cerré los ojos y termine lo poco que me faltaba para llegar al baño de la habitación.

Al entrar me quedé perplejo, la chica que vomitaba tenía sangre en su ropa, un hilo que caía directo de su nariz, ella no hacía nada. Rápidamente la vi directo al rostro, mi corazón se paró, no pude respirar porque el aire me faltaba. Era Ana.

-¡Ana! -la moví un poco y alargue mi mano para tomar papel de baño.

Limpié un poco su rostro e hice que su cabeza se inclinara hacia atrás, coloque papel en la nariz y no con las fuerzas que me quedaban la tome en brazos, ¿qué le pasaba? ¿Por qué no reaccionaba? Antes de salir vi el retrete, más sangre, no puede ser.

-¡Ana! -grite con un nudo en mi garganta.

La lleve directo a la cama y me di cuenta que la sangre comenzaba a pintar el papel blanco de rojo, el pánico me invadió. No sabía dónde estaba, necesitaba un celular para llamar a una ambulancia, quería que ella reaccionara.

Busqué en mis bolsillos del pantalón, en los de ella, con la mirada en toda la habitación la recorría por completo y finalmente lo vi tirado en la alfombra. Por favor, que tuviera un poco de batería o estoy perdido.

Sin perder tiempo presione inicio y encendió, era el celular de Ana. Afortunadamente no tenía contraseña. Iba a llamar al 911 pero no tenía idea ni de dónde estaba, llame al abuelo.

Un timbre y ya estaba nuevamente a su lado, dos timbres, tomaba su pulso, seguía latiendo pero con lentitud, tres timbres, su respiración era irregular, cuatro timbres, las lágrimas se acumulaban en mis ojos y mi garganta se comenzaba a cerrar, cinco timbres y atendieron.

*Llamada telefónica*

-Ana, ¿cómo est...
-¡Abuelo! ¡Soy Manu! Ana está inconsciente, empezó a sangrar de la nariz, su pulso es lento y su respiración irregular.
-¿Dónde están? -preguntó preocupado.
-No tengo idea, ayer salimos a una fiesta y no recuerdo absolutamente nada. -de repente dejo de respirar.
-Usare el GPS del móvil de Ana, estaré...
-Dejó de respirar. -me altere y pegue mi oído a su boca. Inmediatamente le quite el papel de la nariz, pero esta seguía sangrando.
-¿Recuerdas el verano que hiciste tus prácticas de preparatoria conmigo? -¿qué?
-Claro.
-Bien, haz RCP. -me ordenó.
-¿Cómo? Su nariz sigue sangrando y no puedo taparla. -su pecho se levantó ligeramente y suspire- Volvió a respirar. Ven rápido.
-Estás a 5 minutos de la clínica, yo estoy aquí. Necesito que juntes todas tus fuerzas y la traigas. En cuanto salgas sabrás en donde estás.
-Nos vemos ahí.

¿Primos? (Manu Ríos)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon