Capitulo 12

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Narra Manu. ¶.¶

Sentía como si alguien estuviera acariciando mi cabello y aunque no pudiera verlo, una mirada penetrante. Había despertado hace algunos minutos, pero prefería volver a dormir un poco más, estaba muy cansado y tenía flojera.

Y lo más irritante era que no podía abrir los ojos, me daba algo de intriga saber quién era esa persona pero esperaba, que por lo menos, pronunciará alguna palabra para así poder saber quién era, la espera ya llevaba unos minutos y me comenzaba a aburrir de esperar. Estaba a punto de abrir los ojos finalmente pero escuche que comenzaba a hablar.

-Ay Manu... -soltó un suspiro y la voz era algo chillona, pero hablaba muy lento- ¿Por qué siempre hacías lo mismo? -ahora usaba un tono de voz molesto.

No sé quién pueda ser, no recuerdo haber escuchado mucho esa voz, digo, no conozco muchas personas aquí, y para venir hasta mi habitación y reclamarme por ahora que no tengo ni la menor idea, debe ser por lo menos algún familiar, no entraría por arte de magia aquí y menos estaría junto a mi, que por cierto huele un poco dulce, y por lo que creo es una chica. Claro.

-Ella, siempre ella. -siguió hablando- Pero eso es pasado. -sentí ahora la punta de sus dedos en mi mejilla.

Guardó silencio, podía escuchar su respiración y sentía como acariciaba mi mejilla, pero cuando me hablaba era en un tono de voz muy bajo, al parecer no quería despertarme y ni yo quiero ahora lo mismo. Ya no sentí el peso a mi lado y escuche pasos que caminaban alrededor de mi habitación. Casi sentí un peso menos.

-Si que eres de sueño pesado. -murmuro y después levanto la voz- ¡Manu despierta!

Dijo gritando y golpeando en la puerta, no sé porque hace eso sí está parada en la punta de la cama. Me removí un poco, pareciendo haber despertado, murmuré algunas cosas indescifrables y me tape con las cobijas.

Alguien más había entrado a la habitación. Pues había tocado la puerta y ahora se acercaba a mi.

-¡Manu! -dijo la otra voz y sabía bien de quién era- ¡Despierta! -dijo entre risas Ana y después imagino se acomodó a mi lado.

Se subió sobre mí y después quito las cobijas que me cubrían el rostro, los abrí y ella sonreía. Tenía una sonrisa juguetona y su cabello caía por sus hombros y me hacía cosquillas en las mejillas. Acercó sus manos a mi cabello y lo enmarañó, me queje y ella solo soltó otra risa.

-¡Buenos días! -dijo alegre y estaba muy cerca- Sky lleva minutos intentando despertarte. -abrí los ojos grandes y voltee a su espalda.

La chica de cabello rubio ni se molesto en verme, solamente tenía una mirada muy potente sobre Ana, al parecer es de las que intimidan con la mirada, que miedo. Yo soy malo con las miradas, no puedo intimidar a una persona así, no resulta nada, de hecho yo soy el que termina intimidado. Muy mal.

Deje mis pensamientos de un tema que no era importante y volví a dónde estaba, con una Ana muy sonriente mientras está muy cerca de mi, se volvió a acercar y ahora susurro en mi oído.

-Drama. -susurro con burla y rodó a un lado.

Se puso de pie y se encaminó a la salida, rápido quite todas las cobijas y la seguí rápidamente, no quería estar con Sky ahora, está enojada y no tengo ganas de soportarlo antes del desayuno, así que seguí a Ana.

Bajamos las escaleras corriendo y ella casi se tropieza, al bajar vi el reloj en la pared, que por cierto hay mucho de esos aquí, y eran las 9:00 a.m. Muy temprano a decir verdad, pero hacía frío y al bajar todos estaban en pijama, excepto la abuela. ¿Cómo lo hace?

¿Primos? (Manu Ríos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora