Capitulo 23

2.3K 114 14
                                    

Narra Manu. ¶.¶

Me sentía nervioso, no, me sentía atemorizado, tenía miedo. Sin mencionar que hace 1 semana traía unas horribles ojeras moradas, me veía pálido y no había tenido ni una pizca de compasión o siquiera recordé escribir el discurso para hoy, pero eso fue hace 1 semana, la razón es...

Ana.

Y, solamente con la semana que duro aquí, la semana que me entere que estaba aquí, porque al parecer llevaba más tiempo, la había extrañado de sobremanera sin darme cuenta. Imagino que si me hubiera enterado desde un inicio de lo que le había sucedido, como Jack lo había hecho, fueron 2 semanas en espera y 4 dias inconsciente, no quiero saber qué hubiera hecho de haber estado ahí.

Ayer no conté con el tiempo de dormir, pensé que hoy despertaría con ojeras nuevamente, pero al contrario, se podía decir que había dormido mejor que en muchas ocasiones, debe ser la camilla de la clínica la que hace esto, según Ana con cómodas y no recuerda cómo era dormir en su cama.

Ya era muy tarde cuando Ana se quedo dormida mientras la abrazaba, no pude resistirme y me dormí con ella, y como lo había esperado resultó ser muy vergonzoso, porque al otro día me econtraba más que abochornado por su cercanía, tantas ocasiones donde me pregunté ¿Por qué?

Siempre me hice una pregunta; Y si la primera vez que la vi no fuera en el parque, sino en casa de la abuela, lo que siento, o por lo menos lo que creo. Mi primer sentimiento sería de amor familiar, recuerdos, cariño, molestarla como antes, bromear, pero no.

Recuerdo la primera vez que la vi, por poco y asesino mi cámara, si las circunstancias no se remontaran a ese peculiar escenario, ¿sentiría lo que siento ahora? Porque siento que saldré mal de todo esto, yo estoy sintiendo algo que puede ella no.

Tengo miedo, somos familia, se hasta que grado es capaz de llegar mi madre, mandarme al otro lado del mundo si en necesario, lo más probable. Amo a mi madre, pero escondió mi móvil para no tener contacto con ella, sé que este no desapareció por arte de magia, al atar situaciones llegue a esa conclusión. ¿Qué haría si se entera?Ella ama a la familia, claramente no querrá que algo ahí se rompa.

Decidí dejar ese tema por ahora, me causaba cierto temor y era vergonzoso, porque mi madre no llegaba ni a matar a una mosca, pero esa era su actitud positiva, no he conocido algo tan fuerte por lo cual haya sacado su actitud explosiva, según mi padre tuvo problemas en el pasado por aquello. Pero eso ahora no pasara.

Termine de ponerme el pantalón del traje de vestir, me seque el cabello con la toalla y revise el reloj: 7:00 A.M. Todavía tenía media hora para llegar al aventó, de todas maneras el discurso sería hasta el final, pero no quería llegar tarde tampoco. Tome la camiseta blanca de botones y la abroche. Después de terminar con la parte fácil venía lo más complicado, el nudo de la corbata, pero ni con infinidad de eventos o celebraciones donde la he usado llego a poder hacer el tedioso trabajo.

-Tú. -me apunté con el dedo índice en el espejo- Puedes hacer esto.

Antes de volver a ahorcarme en otro intento fallido e ir con alguien más a que la hiciera ,tocaron la puerta, seguramente era Josemy.

-Adelante. -alce un poco la voz y espere, nadie.

Me acerqué a la puerta y antes de abrirla escuche que hablaban.

-¿Estás por lo menos vestido? -Ana, sonreí e iba a contestar pero bajo la voz, casi un susurro- Que idiotez, si no me molestaría nada que estuviera recién salido de la ducha. Estoy delirando.

Lo dijo tan bajito que no escuche. Tome la perilla y abrí la puerta. Casi quise cerrar los ojos para no tener la imagen de Ana frente a mi habitación, no sólo eso, quería por lo menos haber tenido tiempo para poder acomodar los papeles tirados en el escritorio, la guitarra a un lado de la cama, la cama sin hacer. Que desastre, y eso que yo odiaba el desastre.

¿Primos? (Manu Ríos)Where stories live. Discover now