Capítulo 69: Todo termina

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*Emma POV*

Pensé que estaba preparada para verlo, que estaba lista para observar como Harry terminaba con todo. Pero algo en mi corazón me pedía a gritos que me pusiera en medio de ellos y que parara su duelo. Tal vez era el hecho de que Voldemort era mi tío y muy en el fondo sentía un poco de amor por él, o quizás porque sentía que debía proteger a mi hermano.

-No quiero que nadie intente ayudarme. Tiene que ser así. Tengo que hacerlo yo.

Sentí como mi corazón se estrujaba ante las palabras de Harry. Su voz no detonaba miedo, ni duda, sólo convicción. Estaba segura de que si nuestros padres pudieran verlo, estarían muy orgullosos de su hijo. Casi tanto como yo lo estaba.

-Sólo quedamos tu y yo. Ninguno de los dos podrá vivir mientras el otro siga con vida...

Mientras el otro siga con vida. ¿Y si ese otro no era mi hermano? El miedo apareció en mi mente, negándose a retirarse. Todo parecía irreal nuevamente. Voldemort y Harry se desplazaban de costado, manteniendo la distancia pero trazando un perfecto círculo. A mis oídos llegaban palabras sueltas de su conversación, mientras mi mente comenzaba a divagar.

-¿Llamas accidente a que mi madre muriera para salvarme?

Lily. No recordaba mucho a mamá, sólo podía imaginarla con el aspecto de las fotos. La dulce y amable Lily, la bruja que no había dudado ni un segundo en dar su vida para salvar a su hijo pero murió pensando que su hija había sufrido su misma suerte. Todos la recordaban con una sonrisa, Sirius incluso comentó una vez que los ayudó en una travesura. Lily Evans, hija de muggles, demostró hasta el final de su vida lo que era ser una Gryffindor.  Al igual que James. Al igual que Harry ahora. 

-No puedes torturarlos ni tocarlos...

Torturar, la especialidad de Voldemort. Recordaba muy bien como rompió cada parte de mí durante el entrenamiento, dispuesto a crear a la Mortífaga perfecta. Me dejó ir, escapar en medio de todo, para que pudiera arreglarme. Corrí a Grimmauld Place y comencé a curarme. Pero me encontró y me hizo caer de nuevo en sus redes, rompiéndome una vez más. Dejaba que Lucius y Narcissa curaran mis heridas para poder hacer nuevas y alejó a Draco de mi lado, destrozando no sólo mi alma, si no también mi corazón. 

-¿Estas hablando del dichoso amor?

Amor. Era una lástima que mi tío no pudiera sentirlo. Amor. La cara sonriente de Draco apareció fugazmente en mis memorias. Lo había amado desde la primera vez que lo vi en primer año, cuando nos sentamos juntos en la mesa de Slytherin. Amor. Harry escupiendo jugo por la nariz y riendo muy fuerte por una broma que les habíamos hecho a los gemelos. A él lo había amado desde que nacimos y lo amé nuevamente cuando supe que era mi hermano. Amor. Las caras llenas de felicidad de Dumbledore, Minerva y Hagrid mientras festejábamos mi cumpleaños, los abrazos y besos de buenas noches de Narcissa, las pequeñas miradas de apoyo de Bellatrix en las reuniones de Mortífagos, las divertidas cenas con los Weasley y Hermione, los bufidos juguetones de Chowder mientras corríamos por los jardines de Hogwarts una vez que el año escolar se había terminado. Amor, la magia más pura y poderosa del mundo.

-¡Dumbledore está muerto!

Albus. El hombre que me leía todas las noches antes de dormir, que dejaba que Hagrid me sacara del castillo, quien me había enseñado a montar un thestral y a tratar a todos como mis iguales. El hombre que estaba tan aterrado de perderme que retrasaba mi encuentro con Harry, aun si sabía que era inevitable. Dumbledore no estaba muerto, vivía en mis recuerdos y en los de todos. Albus Dumbledore, el anciano más loco, enigmático e inteligente que haya vivido jamás. El mejor padre adoptivo que cualquiera hubiera podido pedir.

-Intenta... intenta arrepentirte un poco...

Arrepentirme. Había tantas cosas que lamentaba. Haber dejado que Harry volviera solo a Privet Drive luego de que le dijera la verdad sobre nuestro parentesco, no pasar más tiempo con mis amigos en la mesa de Gryffindor, no lograr que Harry, Ron y Hermione se llevaran bien con Draco, no haber besado a Draco tantas veces como me hubiera gustado, no decirle a Harry sobre mi Marca, ocultar la existencia de Sirius. ¿Se arrepentiría mi tío de todas las cosas que había hecho en su vida?

-¿Sabe la varita que tienes en la mano que a su anterior amo lo desarmaron? Porque si lo sabe, yo soy el verdadero dueño de la Varita de Saúco.

La Varita de Saúco. La Piedra de la Resurrección. La Capa para Volverse Invisible. Todas de Harry, el nuevo Señor de la Muerte. Una vez Albus me había comentado que creía que sólo aquel que quisiera las Reliquias para protegerlas, y no usarlas a beneficio propio, las conseguiría. La Capa llegó a Harry por herencia de sangre, la Piedra por herencia de amor y la Varita por casualidad. A pesar de querer poseerlas, Harry había renunciado a su búsqueda para proteger al mundo mágico de Voldemort, para asegurarnos un mejor futuro. Decidió el camino desinteresado y las Reliquias lo eligieron, esperando encontrar la protección que tanto anhelaban. 

-¡Avada Kedrava!

-¡Expelliarmus! 

Los gritos de los hechizos y la luz del sol me sacaron de mi trance, haciendo que mi mente regresara a la batalla. Observé fascinada como la Varita de Saúco escapaba de los largos dedos de mi tío para dirigirse a Harry, reconociéndolo al fin como su nuevo amo. Tom Riddle cayó al suelo con prosaica irrevocabilidad, el cuerpo flojo y encogido, las blancas manos vacías, la cara de serpiente inexpresiva y sin conciencia. Voldemort estaba muerto, lo había matado su propio maleficio al rebotar. Mis pies comenzaron a moverse y, antes de darme cuenta, estaba corriendo hacia Harry, quien se giró al escuchar mis pasos y me recibió con los brazos abiertos. Nos fundimos en un abrazo, ambos con lágrimas en los ojos. Harry apretó el agarré y noté las dos varitas en su mano, así como también el brillo opaco que desprendía mi Marca. Me alejé después de lo que parecieron horas para que los demás también lo felicitaran, ya tendríamos tiempo para hablar. Levanté mi cara y dejé que la luz del sol me calentara el cuerpo. Teníamos el resto de nuestras vidas para hablar ahora que todo había terminado.

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Bueno, creo que queda uno o dos capítulos y llegaríamos al final de Secrets and Lies. Voy a subir un par de One Shots después de eso, con algunos momentos de la vida post guerra de nuestros protagonistas. Gracias por el apoyo que le dieron a la novela en todo este tiempo. Espero que les guste el capítulo e infinitas gracias por leer :)

Secrets and Lies {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora