Secrets and Lies {Completa}

One Shot: El baile de Navidad

*No One POV*

Emma se despertó pensando que su día no podría ser peor. No se le permitía hablar con Harry hasta que Snape autorizara que su magia no lo pondría en peligro. Mientras tanto, los estudiantes de Slytherin la protegían de las acusaciones que los demás hacían. Cuando la chica le preguntó el porque a Draco, este le respondió que, ya que todo el colegio los odiaba, se protegían entre ellos para ser mas fuertes. Emma comprendió que las serpientes podrían conocer sus secretos más oscuros, pero jamás los revelarían ni la juzgarían por ellos. Al bajar a la Sala Común, se encontró con todos los alumnos que iban al mismo año que ella amontonados. En medio de la Sala se encontraba Draco vestido con un traje negro y sosteniendo unas flores color violeta.

-Draco...¿qué es todo esto?

-Emma Malfoy, nos une el apellido pero no la sangre. Me gustaría saber...¿Querrías ir al baile de Navidad conmigo?

La chica miró  al rubio y corrió hacía él para abrazarlo. Draco la levantó del piso y dieron un par de vueltas hasta que se separaron.

-Si, me encantaría ir contigo al baile.

La noche del baile, Harry, Ron y sus respectivas parejas se encontraban al pie de la escalera de mármol que conducía a la entrada del Gran Salón. Ambos amigos observaron boquiabiertos como Hermione descendía de la escalera con un hermoso vestido y se encontraba con Víktor Krum. Los tres amigos se miraron perplejos cuando a su lado apareció Draco Malfoy en un traje negro con corbata verde y una hebilla con una flor plateada en la mano. Miró al trío y los saludó con la cabeza, para luego posar su vista en las escaleras. Emma Malfoy descendía de estas con un hermoso vestido largo color verde, combinando con sus ojos. Llevaba el pelo negro un poco recogido, en el cuello tenía el collar con el emblema de los Malfoy y en su muñeca izquierda se encontraba un brazalete de plata con forma de serpiente. Draco se acercó a la chica y le tendió la mano para ayudarla a bajar los últimos escalones. Harry, Ron y Hermione observaron boquiabiertos como el chico le colocaba lentamente la flor en el pelo a su amiga. Emma se percató de la mirada del trío y les dirigió una pequeña sonrisa antes de tomar el brazo que Draco le ofrecía para acompañarlo a las mesas. Se sentaron un poco apartados de todos y el rubio miró a su acompañante.

-Estas hermosa esta noche Emma.

-Gracias Draco, tu...tu también te ves bien.

-Te traje un regalo.- dijo el chico y colocó en frente de Emma una caja pequeña. La chica la abrió con curiosidad y soltó un grito ahogado. Dentro de la caja se encontraba un anillo de oro que tenía grabada una "P" rodeada por dos aves fénix. 

-¿Qué es esto Draco?

-Es el escudo de armas de tu familia Emma. Antes de venir le pedí a Lucius que me ayudara a buscarlo y me lo envió hace dos días. Gira el anillo.

La chica hizo lo que el rubio le pedía. En la parte de atrás se podía leer "Fide et amore".

-Lealtad y amor- susurró Emma, sin poder creer lo que tenía en la mano.- ¿Cómo sabes que es de los Potter? ¿Es legítimo?

-Lo es. Lo encontramos en las ruinas de tu casa en el Valle de Godric. 

-No puedo quedármelo Draco. Le pertenece a Harry.

-Te pertenece a ti.- dijo el chico y colocó el anillo en el dedo medio de la mano derecha de la chica. Emma lo miró con gratitud y susurró: "Gracias".

Cuando la música comenzó, Draco se levantó e invitó a Emma a bailar con él. La muchacha aceptó complacida y ambos se abrieron camino hacía la pista de baile. Emma pudo sentir la mirada de odio que todas las chicas de Slytherin, pero especialmente Pansy Parkinson, le daban. Llegaron al centro de la pista de baile y Draco tomó de la cintura a Emma, acercándola mas a él. Le gustaba tenerla así de cerca porque sentía que no importaba nada. No le interesaba su Marca Tenebrosa color rojo, ni su apellido, ni el hecho de que Voldemort la había nombrado su sobrina. Tampoco le importaba que no fuera sangre pura o que protegiera a los elfos y a los impuros. No le parecía relevante que Lucius y Narcissa tuvieran miedo de ella. Él la quería y eso era todo lo que le importaba. Ahora, bailando con una mano apoyada en la cintura de Emma y la cabeza de esta apoyada en su hombro, todo era perfecto. La música cambió pero ellos siguieron bailando su propio ritmo lento. Las luces se apagaron cuando Las Brujas de Macbeth comenzaron a tocar un rock suave y Draco llevó a Emma lejos del baile.

-¿A dónde vamos?

El chico no respondió. Cruzaron muchos pasadizos secretos hasta que llegaron a una gran puerta. Draco la abrió y tomó la mano de Emma antes de entrar. Detrás de la puerta se encontraba un balcón con vista a os terrenos de Hogwarts en su totalidad, desde el lago hasta el Bosque Prohibido.

-¿Cómo supiste de este lugar?- le preguntó la chica, que conocía muy bien el balcón.

-Chowder me contó que aquí venías cuando te sentías triste y sola. Quiero darle un nuevo significado a este lugar. Quiero que solo vengas aquí conmigo cuando te sientas feliz y libre.

Emma miró a Draco a los ojos. El rubio la había hecho pasar la noche más perfecta de su vida y necesitaba demostrarle lo mucho que se lo agradecía. Se acercó un poco a él hasta que quedaron nariz con nariz. Ahí en el balcón, con las estrellas de testigo, Draco y Emma se dieron su primer beso.

-Te quiero Emma.

-Te quiero Draco.

Se quedaron allí un rato, solos sin que el mundo los interrumpiera. Bailaron al ritmo de la música imaginaria y se besaron de nuevo. Más tarde esa noche, Emma llevó a Draco a la que había sido su antigua habitación en las cocinas. La chica hizo aparecer los pijamas de ambos y se acostaron en la cama. Draco abrazó a Emma por la cintura, entrelazaron sus piernas y se durmieron, ocultos del mundo. Y felices al fin después de tantos años.  

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Me voy de viaje mañana y no quería dejarlas sin algo que leer. No pude pensar en un capítulo completo así que me pareció que esto era apropiado. Además, hay algunos hechos más adelante que tendrán sentido gracias a esto. Espero que les guste, gracias por leer :)