Kings Of Suburbia (Tom Kaulitz FF) *En Español*

Capítulo Cuarenta y Seis. Por Estas Noches Vacías.

MCR, me rompe el corazón que ya no toquen juntos, pero supongo que todo tiene su época y su fin. Sepan que me estoy guardando the light behind your eyes para tiempos difíciles (o para mí, aun no sé)...

Es corto, y me odiarán un poco, PERO yo las amo tanto como Sam ama a Dean :3 son geniales y pacientes; y sí, soy muy feliz de haber terminado bien mi semestre. Espero que ustedes terminen bien sus clases y/o años!!!

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El teléfono me despertó, era muy tarde...o muy temprano, no estaba segura...lo único que podía ver en la mesita de noche junto a la cama era la luz de la pantalla de mi móvil que se encendía y sonaba con el tono que anunciaba que tenía una llamada.

Cansada, estiré la mano afuera de las mantas y alcancé el teléfono para contestar con un gruñido en vez de un saludo, dudaba mucho que a esa hora me llamara alguien de la oficina.

- ¿Zoey? – Escuché la voz de Ben del otro lado de la línea.

Me senté con un gruñido afirmativo y esperé a que me dijera por qué demonios me llamaba a esa hora. Solo entonces, cuando escuche su voz otra vez, se me salió la pregunta de golpe.

- ¿Es sobre Rachel? – Dudé que tal vez mi hermana estaría ya dando a luz a su pequeño.

Vi la hora en el reloj sobre la mesita de noche y parpadeé. Las 3:23 am.

- No, pero... eh, no sé cómo explicártelo... - Ben hablaba suavemente al teléfono.

Tuve que esperar un segundo para que Ben encontrara las palabras que estaba buscando.

- Tus padres han traído a Sarah al hospital. – Con eso desperté por completo.

- ¿Qué le pasó? – Pregunté automáticamente, lo primero que pensé fue que habría tenido un accidente con alguna manualidad o tal vez en la cocina... no supe que más pensar.

- Pues... Zoey, Rachel está muy nerviosa... - Ben continuó, tan solo lo escuché decir las palabras sentí que me sacaban el aire con una patada a las costillas. - ...no sabemos nada aún, pero Rachel no tiene cabeza para hablar con nadie. Ella y tus padres siguen en shock.

- Estaré ahí por la mañana, llámame si pasa algo más. – Le pedí.

Suspiré al colgar el teléfono. Tenía que ir a casa, tenía que empacar y comprar un boleto para irme cuanto antes. Tendría que enviarle un correo o mi jefa... con suerte ella comprendería.

Recogí lo poco que había sacado de mi maleta y fui abajo para registrar mi salida, la empleada de la recepción me miró como si me hubiera crecido una segunda cabeza pero no hizo mención de lo corta de mi estancia.

Me senté en el auto y respiré profundo al encender el motor. No pensé mucho en la hora qué era cuando manejé por las calles que poco a poco empezaban a vaciarse. La vida nocturna en LA no era nada extraordinario, los gemelos se quejaban de ello, pero claro, ellos a veces se acostaban a dormir a la hora del amanecer...

Entré en la casa y me encontré a los dos chicos sentados en extremos opuestos de la sala. Cuando menos, esperaría que Tom se hubiera ido a dormir, pero parecía que la única que había conservado las enseñanzas del otro había sido yo.

Bill fue el primero en dejar su portátil a un lado y caminar hacia mí. Solo unos pasos antes de llegar hasta mi lado supo que algo andaba mal.

- Tienes esa cara... - Me dijo en voz baja.